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Inicio / Cuenteros Locales / lobomexiquense / ¿REALMENTE ESTAS ENAMORADO?

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¿Estará Don Juan?

¡Don Juan! Le grite desde la pequeña puerta de hierro forjado, donde iniciaba el jardín donde lucían rosales resguardados por piedras y rocas negras, que permitían sentarse a disfrutar de la tranquilidad que motivaba el lugar.

---Hola muchacho, que gusto verte, me expresó una voz que salía del final del sendero que llevaba a la cabaña, por lo que aún no lo tenia a la vista.

Lentamente fue apareciendo la figura del hombre de la cabaña, como lo bautizamos cuando éramos niños y jugábamos en las tardes soleadas frente a su aparentemente indiferente mirada, sin saber que era nuestro mas celoso vigilante, como lo descubrimos el día que una pequeña víbora, se presentó en nuestra zona de juegos, ya que el rápidamente la tomó de la cabeza, ante la mirada espantada de todos nosotros y la llevo a la zona arbolada donde la dejo libre y regreso con su apacible cara y su pausado paso, bien lejano de la pasmosa agilidad que había mostrado momentos antes, cuando descubrimos la serpiente. Desde ese día el hombre de la cabaña, lo considere mi camarada e hice lo imposible para que él a su vez también me considera su amigo.

Muchas veces fui a platicar con él, al principio era un poco renuente, frío o tal vez aislado, pero poco a poco y al notar la atención que yo ponía a sus platicas, se fue quitando esa barrera, hasta lograr tener unas tardes increíbles en donde reíamos o veces cantábamos o simplemente en silencio observamos como las montañas cambiaban de brillantes colores, hasta llegar a la total oscuridad.

En esas platicas aprendí mucho sobre la revolución de mi país, qué jamás los libros de historia, podían narrar con esa claridad con la que el lo platicaba y a veces llevado por la emoción, hasta los representaba convirtiendo el piso de tierra del jardín en una mesa de estrategia militar. Ah pero cuando Don Juan dejaba volar su alma poeta, como el mismo la bautizaba, las simples palabras las convertían en cantos de luces y sonidos luminosos, usando el misterioso lenguaje nahuatl.

¿Como te trata la universidad? me pregunto sacándome de los recuerdos que había tenido, en lo que el recorría el sendero.

Pues fácil no es; le contesté en forma inconciente, ya que mi visita tenia otro objetivo, que hablar de mis estudios en la facultad de Ingeniería.

¿Cuando han sido fáciles las cosas para ti? Me contestó con su especial sonrisa, mientras abría la pequeña reja que nos separaba y retrocedía cediéndome el paso, como silenciosa invitación a entrar a ese, para mi mágico lugar.

Nunca; contesté y sonriendo entre con la confianza que se siente al llegar a un lugar familiar y pasándole mi brazo por sus hombros, recorrimos la pequeña distancia hacia una de las piedras que nos servían de asiento.

No bien, nos sentamos, fijando su penetrante mirada en mi, me preguntó ¿es muy grave tú problema?
Eso siempre me sorprendió, parecía que el entraba a mis pensamientos, y una vez mas me lo demostraba.

Pues no es precisamente grave le conteste y ante su silencio que me invitaba o bien me obligaba a continuar le dije. ¿Que piensa de alguien que se enamora?

Don Juan sonrió más abiertamente que antes, y me dijo ¿Alguien? ¿ Oh Tú?

Bueno, yo, contesté pensando qué era inútil, trata de engañar a ese anciano que también me conocía.

¿Es bonita?

----Es muy hermosa, contesté emocionado

Ummm …..¿y está en la Universidad contigo?

---No; ella es de Guadalajara, la conocí ahora que fui de vacaciones.

¿De Guadalajara? Y la novia esa que tenias, que según tú era una diosa, y la amiga esa de que también decías era un ángel y la…

---Ya párele Don Juan, fueron simplemente confusiones, le interrumpí bastante tenso

¿Confusiones? Aquí en este mismo lugar y no hace mucho tiempo, aseguraste qué eran el amor de tú vida, continúo hablando un divertido anciano.

---Bueno eso creí dije sintiéndome apenado

Su risa era contagiosa y en pocos momentos yo reía con él sintiendo la gran satisfacción de estar con alguien que estimaba y sabía que era correspondido.

Y bueno, no me digas que piensas casarte,

---Solo termino la carrera y pues si, si lo he pensado.

¿Con la de Guadalajara?

---Si, ella me dijo que ya quiere casarse y ahora esta enojada conmigo por mi indecisión.

¿Enojada?

---Si me dijo que o nos casábamos o simplemente me olvidara de ella.

¿Y por eso te piensas casar? ¿Por qué ella te lo exigió? ..¿Esta embarazada? Esto último me lo pregunto con una cara de gravedad, que me hizo reír.

---No don Juan, como piensa eso.

Que bueno, que bueno. Que no es por eso. Entonces veamos tú gran problema, me comentó con cara de tranquilidad.
Veamos, que es lo que te gusta de ella
---Todo le conteste rápidamente, tiene una piernas, unos ojos, una sonrisa.
Tranquilo muchacho, tranquilo, expresó Don Juan.
Mira vamos a dibujar la silueta de tu novia y empezó con una vara a dibujar una imagen en la tierra, que muchas veces había servido como pizarra, para entender los movimientos de las tropas de Villa, ese guerrillero de la revolución mexicana.
Pinto primero la cabeza y luego el torso y al final unas líneas que semejaban las piernas, terminando me dijo, ¿que te gusta de aquí? Me preguntó mientras señalaba la cabeza

---Su pelo , es largo y suavemente ondulado conteste lleno de entusiasmo, ¡Sus ojos! Son de un azul tan profundo y esa boca, no me canso de besarla.

---Solo murmuro algo como ummmmm y me pregunto señalando el cuerpo ¿Y de aquí?
---Tienes un cintura suave y unos, bueno usted me entiende, dije tratando de ser explicito con respecto al busto.

¡Ya! ¿Y de acá? Y marco con la vara las piernas.

---Torneadas, esbeltas muy largas.

¿Y que más? Me pregunto sin verme a la cara y jugando con la vara alrededor de la figura femenina pintada en la tierra.

---¿Quiere mas? Pregunte sorprendido tanto de la pregunta, como de que no me hubiera hecho ningún comentario de la belleza que yo le describía.

¿De qué color es la montaña ahora? Preguntó sin levantar la vista

---Azul; no verde, si verde oscuro, contesté un poco descontrolado, ¿Qué él estaría ya perdiendo la vista?

¿Y con que te hace reír tu novia? ¿Te ha escrito un poema que te haga llorar? ¿Cómo son sus sueños, los conoces? ¿Ella conoce los tuyos?

---Bueno ella es graciosa, y no, hasta el momento no me ha escrito ningún poema y nunca hablamos de sueños, conteste un poco apurado, debido a que no esperaba ese bombardeo de preguntas, que me hiciera en forma rápida, cosa que rompía su ritmo natural de conversación.

¿Cómo se llama su abuelo? ¿Te ha preparado una comida o tal vez un platillo, exclusivamente para ti?

---No sé y nunca me ha preparado un platillo, ¿por qué?, conteste y pregunte, cada vez mas descontrolado, ¿Sería que el aire de la montaña le estaba produciendo alguna locura?
Ignoro mi pregunta y prosiguió preguntándome cosas que me parecían tontas y superficiales. Por un largo rato, que yo respondía casi mecánicamente y casi en ninguna sabía lo que el preguntaba, pero tampoco Don Juan me comentaba nada sobre mis respuestas.

De que color son las montañas ahora, volvió a preguntar, sin levantar nuevamente la cabeza.

---Bueno ahora el sol les da de lleno y se ven doradas, pero una parte tiene tintes verdes oscuros…oiga Don Juan si usted conoce esas montañas como la palma de su mano, ¿por qué me pregunta? Dígame la verdad ¿esta usted perdiendo la vista?

No estas enamorado, cásate si quieres, pero ella no es la mujer que tú quieres. Y.. ¿sabes? tampoco ella te quiere, tal vez le gustes mucho y con el tiempo te llegue a querer, pero ahora solo le gustas mucho, no lo dudo, pero no es amor.

---Me dejo helado su respuesta que hizo de nuevo con voz pausada y rítmica.
Pero Don Juan, ella se porta muy bien conmigo, me habla, me escribe, yo la extraño, ¿por que no la voy a querer?

No la quieres; ¿de que color es la montaña ahora?

---Azul oscuro casi morado. le dije con cierto fastidio.

Mira muchacho, la montaña ¿cuanto se a movido de su sitio? ¿Cambio de lugar?

---Don Juan ¿se siente bien?, le pregunte ya un poco alarmado, por sus raras preguntas.

Cuando la montaña cambia de color, no deja de ser la misma montaña, son los mismos árboles, la misma vegetación solo cambia la apariencia y eso la hace constantemente durante todo el día y en la noche.
Tú decías que yo conocía la montaña como la palma de mi mano, cierto, pero para eso la escale muchas veces, sentí los olores de pinos, de oyameles, la brisa fría del amanecer y como el agua baja entre las barrancas y no te digo las veces que desde este jardín la he visto, y aún siento que tiene secretos para mi. ¿Me comprendes?

---No sinceramente no, le dije ahora si totalmente descontrolado.

Muchacho; tu novia con la que quieres casarte no te conoce nada y creo que tú la conoces menos, como puedes decir que la amas.

---Bueno tenemos poco tiempo de conocernos, poco a poco la iré conociendo con mas profundidad.

Los jóvenes, ay los jóvenes. No es cuestión de tiempo calendario, el secreto de conocerse, es de atenciones, de intereses, de cerrar los ojos y seguir viéndola, de encontrar parecidos con ella en todos los rostros, de escuchar su voz, tanto en el sonido mas hostil como en el mas bello coro de aves y tú no conoces nada de ella, como puedes decir que la amas.

---Bueno si lo dice por las preguntas que no pude contestar, pues no creo que sea problema preguntarle y saberlas.

El verdadero amor, no pregunta, averigua, no inquiere sino contesta, no indaga sino siente y sobre todo se entrega y tú amas un cuerpo, pero ese cuerpo son como los cambios que viste en la montaña; cambia a cada momento, tú mismo me los fuiste diciendo, así ves a tu novia ahora, brillante, deseable, hermosa y mañana cuando el otoño y hasta el invierno la cubra, ¿la veras igual? Serás tú el bastón o los ojos que la guíen, si el tiempo cobra el precio de llegar a la vejez, ¿será ella la que con arrugada mano te cierre por ultima vez los ojos y derrame una lagrima?

---No lo sé, dije sincero, no lo sé, no lo había pensado.

Pues piénsalo y no busques a la mujer de tú vida, solo busca la que quiera y pueda compartir la suya contigo y tú con ella.

Me despedí con el afecto de siempre, pero ahora mas impresionado de la gran sabiduría de Don Juan.

Han pasado muchos años y cuando paso por donde estaba la cabaña de Don Juan y que ahora ocupa un estacionamiento del parque ecológico, y los rosales florecen con cuidados de otras manos, las piedras esperan inútilmente que el buen anciano llegue a descansar en ellas, toco la tierra y con el dedo hago la figura de un hombre, pongo mi mano abierta, donde debe ir el corazón y musito dentro de una oración: Gracias Don Juan, gracias mi viejo, tenia razón.




NOTA:
Hace unos días Roxana me invito a leer Josefina y lo hice con cierta parsimonia al ver lo largo del texto, sin embargo al ir leyendo se me olvido el tamaño y me deje llevar por esa tierna y hermosa historia que realmente me enterneció.
Cuando termine de leer, sentí que Roxana había cumplido un compromiso con Josefina y debería sentirse satisfecha, entonces me di cuenta que yo tenia una deuda semejante y empecé a escribir y saldar un pendiente de hace muchos años.

Texto agregado el 16-07-2005, y leído por 358 visitantes. (13 votos)


Lectores Opinan
28-10-2006 Este texto me deja la sensación de haber estado inmersa en una leyenda...La cabaña, don Juan, su intuición, su sabiduría, el joven atento a la voz del anciano, como dos espíritus que se encuentran en un punto de la vida entre la vida y la muerte, entre la juventud y la ancianidad, entre la montaña y el valle...entre el azul y el verde; sus voces parecen fundirse como eco que viaja entre la cabaña y las montañas y formando parte del parque ecológico, y los rosales florecen las piedras, la tierra...Hermoso, Humberto. Una lluvia de estrellas. Dainini
20-07-2006 hijole!...muchas enseñanzas...cierro los ojos y tengo las imagenes de Don Juan, como si lo hubiera conocido...benditos angeles que nos ponen de repente en el camino, no?...preo buenomuy ameno el escrito...pero sobre todo deja dos grandes enseñanzas: que es el amor y el pagar las deudas...aunque ya no este el beneficiario...estrellas para Don Juan y para lobo luzyalegria
21-04-2006 Te reitero que me gustan tus escritos, soy nueva leyendote pero ya me ire poniendo al corriente, saludos y mis 5 ***** sahory
20-07-2005 Emotivo el relato. Se palpa la emocion, el sentimiento, la nostalgia. Vaya forma de concluir un pendiente proximo pasado. Felicidades. Lindo. Gala
18-07-2005 Mi Lobito, éste es el tipo de relatos que mejor te cae, porque en el pones tu alma y tu experiencia de vida. Es un relato encantador, una enseñanza y un homenaje a un hombre sabio. Por fin vuelvo a encontrar el Humberto que me encantó con sus escritos, que si bien son todos buenos, hay algunos como éste que van directo al corazón. Besitos y estrellas. Magda gmmagdalena
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