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Las ruinas del santuario del dios del fuego fueron destruidas por el fuego.
-Jorge Luis Borges en Las ruinas circulares.



¡Como duele octubre! Me visto para ti, pero me desvisten otras manos. También desvisto a otra que no eres tú y suspiro aprisionado al samsara. No culminaré este ciclo. Renaceré, renaceré y sufriré. Medito. Hace mucho ella usa tu cara. Hace mucho ella se viste de tu boca. Ya no eres la pantalla, ya no eres lejanía. No vives al otro lado del mar; estás aquí dentro; te toco y me tocas, te vienes y me vengo. Quiero dejar esto y vivir contigo, y no sé cómo hacerlo sin que sufran los demás. Con los demás se han firmado acuerdos. Con los demás hay un pacto de crianza y un hasta que la muerte nos separe. Se pagan matrículas de colegios privados y seguros médicos, se gastan billetes en viajes familiares y compra de vehículos nuevos. Y no estás, y quiero que estés. Te quiero aquí, donde sí te siento. No hay sutra que detenga este pecado. Acaso en el vacío de mis manos vacías cuando apago el monitor y los dedos acogen mi rostro bañado en tejidos. Ya no despiden lágrimas mis ojos viéndote llorar, allá, sola, al otro lado del océano. Ya no es salado el líquido que se me derrama. Es más pegajoso, y violento y tiene rabia. Quiere ir a verte.



Diciembre y tocarte me han destruido más de lo que estaba. Más de lo que esperaba. La foto no le ha hecho honor a tus ojos, a tus labios; la webcam no ha hecho mérito a esas piernas que adoré en un santuario de horas. A esos pechos que exprimí sobre la capilla invisible de mi sombra. Fuiste Sadhana, eres mi único ritual aquí y ahora. Mi pecho se ha vuelto un mar de ruinas. Un jardín en ruinas en la memoria. Allí yo, ebrio de mil muertes, hablo de mí conmigo, sólo por saber si es verdad que estoy debajo de la hierba. Ruinas de un templo olvidado (1). Vivo cobijado en una ciudad de gárgolas que se hace trizas recordando cada curva de tu entorno. Pocos doce días. Pocos y malditos y suficientes para revivir. Mi alma es una pequeña difunta en un jardín de ruinas y de lilas (1). Me resucitaste al caos. Esta es mi oración: ¡Cuántas veces he vivido sin conocer al Hacedor de este cuerpo! ¡Cuántas veces he nacido para buscarlo! Y lo veo aquí frente a mí, en este “te toco con locura”, en este “estoy enamorado de nuevo”. Con el primer roce de tu boca me comprometo a ofrecer alegría. Eres mi primer bocado. Con el segundo roce de tu boca me comprometo a ayudar a superar el sufrimiento de los demás. Eres mi segundo bocado. Con el tercer roce de tu boca me comprometo a ver la alegría de los demás como mía. Eres mi tercer bocado. ¿Cómo santifico este acto?




Febrero la ha hecho llorar y cree que compite contigo. Se ha vuelto altiva. Amenaza con desaparecer y llevarse a los hijos. Amenaza con robarme. Robarme gente, alegrías y robarme ahorros, y robarme maneras de llegar a la felicidad contigo. Las páginas impresas las usa de papel tapiz para hablar con amargura. Los emails y el chat los ha quemado en una fogata de cinismo mezclado con lágrimas de Borbón. Iluminada por la intensa luz blanca que me deja a oscuras, me ha abofeteado, corroído, deshecho la ropa y contado a los amigos lo indigno de mi proceder. Con vergüenza me deja aislado, solo. Que me vaya a vivir mi aventura, dice. Que me pierda y que sea feliz. Y ella llora. Y lloran los hijos. Quiere conocerte y te maldice. Amenaza con un oráculo. Jura un embrujo y matanza. Se abraza fetal mientras me odia y yo desfallezco. En un arranque de algo que no comprendo, se abre las venas del brazo derecho. Desde hace mucho que ya no era mía ni yo de ella, sino de ti. Desde silencios mayúsculos que sepultaban nuestra rutina. ¿Por quién pelea? ¿Qué es lo que lucha? Lucha sino un fantasma aberrado. ¿De quién? El mío que es un canto de quemada, que es un canto de niño perdido en una silenciosa ciudad en ruinas (1). Seis perfecciones, seis poderes, seis reinos. Enumerados en orden ascendente según el karma que nos hace renacer en ellos. El reino de los infiernos, de los espíritus ávidos, de los animales, de los humanos, de los semidioses y dioses. No habito ninguno de ellos.



Cuando marzo abre las compuertas de lluvias, Atisha no viene a consolarme. No hay que ir tras el pasado, ni desear el futuro; lo que es pasado está muerto y se fue, y el futuro todavía no llega. Otra oración. Los versos del dhammapada y las frases Sutras me acompañan, mas siempre caigo. ¿Cómo he de alcanzarte ahora?





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(1) Versos prestados: Extracción de la piedra de la locura (1968); Alejandra Pizarnik.

Texto agregado el 05-01-2006, y leído por 476 visitantes. (9 votos)


Lectores Opinan
16-02-2006 ***** vaerjuma
29-01-2006 Gaba, no te voy a escribir media página, pero esto es como tocar el cielo... miedo me da leerlo. Esto zarandea, sacude, conmueve ... besotes. Nomecreona
18-01-2006 El dolor de estar aquí y no allá, con la persona con la que se está profundamente conectado. Hay quienes deben vivir esa dualidad y siempre es desgarrador. Y el de tu personaje llega a un grado tal, que niega su pertenencia a la humanidad (…No habito ninguno de ellos.) Y que incluso un acercamiento, como aquel a través de la web, o un encuentro, sólo abren más la herida. Pero según dicen, el samsara es sufrimiento, aquí o allá es lo mismo, en el fondo. Personalmente, pienso que nacen en este mundo almas gemelas, que se buscan durante toda la vida, y que cuando se encuentran, la separación les es muy dolorosa. Pienso también, que aun estando juntas, sufren al no poder vivir en la armonía que anhelan pues saben que que han logrado algo que muchos buscan y sin embargo no pueden realizarlo, por el hecho de vivir en este mundo de dualidad. loretopaz
15-01-2006 Una prosa poética donde la sensualidad y la reflexión, o búsqueda, de la bodhi parece ser el eje central de la historia. Aprisionado al samsara transita su destino. Encuentro y desencuentro en ese tiempo que transcurre. El amor, la soledad... el deseo... y la comprobación de que nada es permanente. Todo, absolutamente todo, está sujeto a un cambio continuo y paradójicamente lo único permanente es la impermanencia. ¡Hermoso texto! Para leerlo una y otra vez. Sentirlo, vivenciarlo y reflexionar. Un aquí y ahora que no puede aun evitar la tristeza de lo que ya fue y la incertidumbre del después. *********** Shou
12-01-2006 Soy y me siento partícipe de tu texto; pues yo mismo lo vivo a diario y de forma cruel en mis carnes. es una dura realidad irreal tener que soportar un amor real- irreal a traves de una webcam pero yo vivo así desde hace más de seis meses y con un poco de suerte Febrero será mi mes del karma. Un saludo y multitud de estrellas...para tu vida... josef
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