La sangre que lentamente resbala
por su delicado cuello
es lo único que me mantiene
en este maldito sueño.

Cada día por la noche
un rito celebro,
la sangre derramada
sin placer me la bebo.

En esta vida de mentira
no me queda nada.
La muerte, para mi fuente de vida
para otros una eterna pesadilla.

Ella es mi única amiga,
es el sentido de mi vida.
Yo soy su mensajero,
su amante y compañero.

Con las decadas llegó la sabiduría
y con ella los remordimientos.
¿Qué consigo con todo esto?
solo soy la causa del sufrimiento.

Cuando ya no me queda nada
¿Porqué debo vivir?
Me rodearé de soledad
y esperaré que llegue mi final.