... Y en mi abismo, ese que se abre nuevamente ante mis pies, se consumen mil motivos que ya son nada, mientras la oscuridad desvanece pensamientos en un abrir y cerrar de labios... labios sabiamente inquietantes, sin crueles intenciones, pero dolorosos resultados. Una daga me traspasa el alma sin ser vista, más el frío de su dureza es la respuesta a antiguas interrogantes que quedaron flotando sin rumbo en el aire. Te respiro en silencio cuando la noche canta una de sus más tristes melodías, siendo cómplice de destierros que se arraigan cada vez más hondo, y que evitan que mi mente se aleje de su anormal raciocinio, para regresar a su tranquilidad inentendible.

Las letras se ordenan con fatal precisión ante mis ojos, hablándome de momentos que ya perdieron su oportunidad en mi cuento sin hadas, en donde la magia aparece de a ratos, solo mientras los pies se elevan de la tierra en cada salto de avance, pero cuando piso realidades, se esfuma esa magia, quedando el sabor agridulce de esta pseudovida sin sentido, cuyos actos van en contra de mis leyes autoimpuestas, y donde mi falta de cordura resulta ser el arma de mi autodestrucción... infalible... indecible... e inimaginable autodestrucción, borrando, como quien borra errores en un papel, aquello que atente contra su guerra a muerte con la ilusión, en donde la esperanza dejó de ser aliciente, para convertirse en el enemigo de una causa injusta, pero que al parecer es más real que la mía.

Aún así, mis fuerzas ya cansadas no dejan de luchar, haciendo un esfuerzo por no perder sus verdades, que significan todo lo que las lleva a proseguir, a intentar un imposible entre un marco de obstáculos, como las propias manos traicionan pensamientos cuando se dejan llevar sobre el papel sin preguntar si quiera que deben hacer, pero en ellas no cabe más dolor que el propio, no comprenden de entendimientos.... son egoístas.
En estos términos, y sin saber quien ganó la batalla, solo me queda la retirada...retirada de sentimientos ensoñadores, de ideas de princesa de cuento... solo me queda la celda de estos pensamientos...