Habíamos dejado la acción, cuando decía que ella, la mujer que había despertado en mí una atracción extraña, inevitable y realmente perturbadora apareció a mi costado como un ángel nocturno con sombrero de vaquero.
Finalmente me habló, tenia una copa en la mano y en la otra un cigarrillo que no fumaba, que solo dejaba humear hasta que se hubo acabado.
Su voz era menos potente de lo que imaginaba, y sus labios pequeños y delgados parecían querer humedecer los míos, sus dientes como diría mi abuelo, eran una perlas, brillaban.
Le conté que la había visto hace unas horas, que regresé para conocerla aunque lo más probable es que ella no lo crea, le pregunte si ya nos habíamos visto antes.
Entonces me dijo que claro que se acordaba, que sabía que regresaría, que hoy había soñado con una mujer como yo, y que según los astros, pues era astrónoma, yo llegaría en una noche como esta, una noche de cuarto menguante y alumbrada por tres estrellas.

Yo pensaba, que buen floro tiene esta tipa, pero igual me parecía agradable, extendí mi brazo para tomar un trago, y ahí estaban estos tres lunares que me acompañan desde que nací, tres lunares como tres reyes magos, formando una línea recta, uno mas oscuro que el otro. No tarde en enseñárselos, son las tres estrellas me dijo, me sonroje, no supe que decir, la mire buscando un brecha de ironía en su mirada pero no la encontré, solo encontré un pozo de deseos y mis ojos brillando en los suyos.

Conversamos bastante rato, ella había nacido en una comunidad de gitanos, pues su madre era una, venida del viejo continente a buscar una vida nueva y que al cabo de unos meses en una calle miraflorina tratando de adivinarle la suerte a un hombre de saco y corbata, terminó mas bien amándolo, de eso habían pasado 28 años, su padre era un arquitecto que ahora trabajaba en una empresa multinacional en Brasilia y ella, gracias a él había podido viajar por medio mundo, estudiar ingeniería de ciencias ambientales y claro está, astronomía, para sacarse esos prejuicios sin fundamento que rondan alrededor de una descendiente de gitana como ella.
Una vida feliz aparentemente, sobre su sexualidad no tenía problemas, en eso se parecía a mí.


Continua en el sgte. Capitulo…