CLARITA :

He tenido problemas para hacer el escrito que te prometí: uno basado por completo en tu persona. Y no es porque no me inspires lo suficiente: sabes que me encantas. Las dificultades se han presentado en la cuestión del lenguaje. No creas que es tan sencillo plasmar tu belleza en palabras. Hay partes de tu cuerpo, ciertas profundidades, que nunca han sido nombradas. Rincones que permanecen vírgenes, sin que ninguna hueste extranjera se haya atrevido a tocarlos. Así que debes ser comprensiva. Quizá los adjetivos no sean suficientes para dibujar tus ojos, mucho menos para detallar la complejidad de tu espalda; sin embargo haré el intento, aunque sea por llenar de ti este pobre lienzo solitario.

Solo una cosa antes de hacerlo. Permíteme una vulgaridad antes de pasar a lo sublime. Sé que te parecerá extraña mi pregunta, pero he estado observándote tanto tiempo... que me he llenado de dudas respecto a tu forma de ser. Dime... ¿ por qué nunca le regalas al mundo una vista de tus lindas piernas? No quiero pecar de lujuria, pero son tan sensuales. Me parece una injusticia que nunca uses falda. Ocurre algo similar con el buen par de senos que tienes. Los escotes brillan por su ausencia. Y te digo esto sin ningún toque de perversión. Sabes que me gustas, pero mis intereses van más allá... ¿ Has pensado alguna vez en el enfoque marxista de tu sostén? Ya ves que yo sí. He leído a Marx aunque no lo creas. Siempre me subestimas.

Ahora que lo pienso... déjame decirte algo más. Te prometo que en el próximo párrafo comenzará la descripción de tu bella figura. Es una pequeñez, pero... me gustaría que estuvieras al tanto de lo que provocas. ¿ Recuerdas el poema que te leí ayer? Tal vez te sorprenda saber que te lo escribí hace cinco años. La razón por la que no te lo había mostrado es simple y a la vez significativa: siempre te burlaste de mi idea de dedicarme a las letras. No es que te esté recriminando. Después de todo resultó que lo mío era la política. Ahora todos tus amigos me respetan, mis padres están orgullosos y me he hecho de una buena fortuna. Pero algunas veces pienso que todo pudo ser distinto... quizá no tan acorde a lo que todos esperaban que fuera.


En fin... déjame decirte que en este momento estoy suspirando. Y no es porque tenga alguna tristeza guardada. Es porque estoy mirando tu rostro... tienes unos labios infernales, de una belleza maligna, tal como decía Cortázar. Todos tus errores tienen perdón sólo por ser tan atractiva... ¡ Mira! He comenzado a rendirle culto a tu fisonomía sin haber pensado en ello... ya me dieron ganas de tocarte. Tienes un abdomen muy divertido. Tu ombligo el centro del universo. Luego un masaje más abajito. Mi mano izquierda surca la galaxia... ¡ ESPERA! ¿ Qué crees? ... Tengo que irme. Olvidaba que tengo una cita muy importante. ¡ Es una lastima ! Ya me estaba inspirando. De nuevo se ha postergado el escrito que tanto te he prometido. Pero no te preocupes. Tengo mucho tiempo para hacerlo: siempre serás preciosa.

Cuídate mucho y sigue esforzándote por conquistar tus metas. Nunca dejes de ser encantadora.


Con amor: CLARITA .

Posdata: ¿ Crees que deba ir con un psicólogo para saber si es normal que me
escriba cartas a mi misma?