Acabo de recibir una carta en donde me avisan que he muerto. Es gracioso. Un mal chiste, quizá, no lo sé bien, pero es raro que alguien te envíe ese tipo de cosas, pero he guardado la carta en mi bolsillo, puede que sea verdad y que la muerte sea algo así, algo que no sabes cómo pero ya estás muerto sin que te des cuenta, es decir que te has acostado y has dormido, soñado y cuando has despertado, te has levantado, pero tu cuerpo se ha quedado allí, en la cama y tan solo estás tu levantado, caminando, sintiendo tranquilidad, levedad, algo así como contentamiento y te han avisado por una cartita que has muerto, como para que lo sientas suave, que no te asustes para luego salgas a la calle y veas que la muerte es como doblar la esquina del sueño y ver que hay mas esquinas, algo así por el estilo. Lo cierto es que me he vestido y no he querido mirar mi cama. He tomado mi desayuno y he salido a la calle. No he querido ir a los mismos sitios, he decidido irme a una cantina y beber como nunca antes, soy un buen borracho y no porque me emborrache como esos cerdos, no, nada de eso, sino que tomo despacio, medido y saboreando cada instante y veo como se sueltan mis problemas, mis dudas se evaporan y estoy en el cielo, o algo por el estilo. He tomado bastante y siento que el aire me eleva, o es que estoy flotando así como las nubes. Noto que veo todo pero no mi cuerpo. Me toco mi cuerpo y allí está, lo siento pero no lo veo, qué pasará. Recuerdo la cartita que indicaba mi muerte y la saco mientras continúo flotando como las nubes. La leo y no dice nada, la han borrado, todo es blanco cuando veo que también empieza a desaparecer como mi cuerpo aunque siento la hoja en mis manos... Es mejor soltarse ante las cosas que no se controlan. Continúo flotando y siento que mi ser empieza a deshacerse, así como si fuera un papel en el agua, siento algo así y la verdad no es tan malo ser nada, es como sentirse una gota que cae en la lluvia, en este caso como una partícula deshaciéndose en infinitas partículas... Creo que soy un ganador, he ganado el cielo y yo que pensaba que el cielo era celestial, o algo así... No, no, no, es algo impensado y sin color, es como la eternidad esparcida por todos lados del universo.


San isidro, noviembre del 2006