Quisiera abrazarte,
extender mis manos abarcando tu espalda,
sintiendo en el silencio,
tu pecho palpitar tranquilo.
Quisiera que te sientas libre de llorar en mi hombro,
de susurrarme al oido tus secretos pesares,
e ir curando de a poco las llagas
que queman sin tregua en tus aguas.
Quisiera ayudarte, si tan solo me dejaras...
con el peso de los tortuosos pasados.
con las culpas de los fracasados perdones,
con las caidas en los caminos que te han elegido
para ser andados y sufridos.
Quisiera que eligieras quedarte dormido en mis brazos,
soñando con niños sin llanto.
Y te salves.