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A Inocencia la conocí desde niña, estudiamos en el mismo colegio y en el mismo liceo. Ella era uno de esos seres que todo el mundo calificaba de rara por el solo hecho de que, generalmente, no se comportaba igual que los otros niños que vivíamos en el barrio.

Inocencia corría con nosotros por las calles de nuestro barrio, pretendiendo que mataba a nuestras famosas mariposas de los meses de abril y mayo, sólo para acompañarnos; realmente, lo hizo una sola vez: para complacernos. Sus amigos corríamos descalzos por las calles de tierra, pero ella se calzaba con zapatos de goma porque no soportaba sentir arena en la planta de sus pies. Inocencia, además, la enloquecía el sol y en una ciudad tan caliente como la nuestra para ella debió haber sido un sacrificio muy grande correr con nosotros por esas calles tan soleadas.

Cada vez que salíamos a caminar o a jugar, Inocencia cubría sus ojos con ambas manos evitando que los rayos de aquel sol - que había seleccionado a nuestra ciudad como su amante - le hirieran sus retinas. Se refugiaba en las anémicas sombras que regalaban los pocos árboles que encontrábamos en el camino y que terminaron por aceptarla como su huésped permanente porque quizás entendieron, más que nosotros -sus amigos- la desesperación que a ella le producía la pasión con la cual la quería abrazar el sol.

Los niños del barrio acostumbrábamos a jugar baseball en la calle como lo han hecho los niños de siempre, sólo que nuestros bates no eran como los de “verdad”, sino palos de escobas que usábamos como tal. Inocencia nunca quiso jugar con nosotros, sino que nos contemplaba desde su refugio con sus manos como sombrillas que la protegían de la luz.

Un día Inocencia llegó y en lugar de cobijarse bajo sus árboles, nos observó batear y de pronto exclamó:
- Yo bateo mejor que ustedes.

Nosotros, que siempre habíamos pensado que Inocencia era tan diferente al resto de los niños que vivíamos en el barrio, nunca hubiéramos podido imaginar que ella supiera batear. Empezamos a reírnos de lo que decía y la desafiamos a hacerlo.

Inocencia nos retó:
- ¿A que ustedes no saben batear plaquitas? - Dijo - totalmente convencida de que no sabíamos.

Plaquitas, llamábamos a las tapas de las botellas de soda, y aunque los niños de nuestros barrios se entrenaban bateando con plaquitas, nosotros hacía bastante rato que no jugábamos de esa forma porque teníamos una pelota mugrienta con la cual practicábamos.
- ¿Plaquitas? – Preguntamos incrédulos.
- ¿A que no saben? – Volvió a decir - ¡Es más difícil batear plaquitas que pelotas! ¿Cierto? – Demandó desafiante.

No podíamos cree que alguien como Inocencia bateara, ¿y plaquitas?, menos aún. Todos los niños comenzamos a hacer bulla con nuestros gritos:
- ¡A buscar plaquitas, a buscar plaquitas! – Decíamos - mientras la mirábamos tratando de intimidarla.

Después de recolectar un montón de plaquitas, nos sentamos en el suelo de tierra como si fuéramos a contemplar un juego de pelota estelar en un estadio importante del mundo. Nos burlábamos pensando que Inocencia estaba desquiciada. Sin embargo, en el fondo, todos temíamos los resultados porque a pesar de no comprender - casi nunca - de lo que ella hablaba, sabíamos que no decía tonterías. Todos deseábamos, por nuestro honor, que no pudiera batear ni una sola plaquita. Nuestro orgullo era mayor que nuestra objetividad y seguíamos gritando para atemorizarla.
- Inocencia al bate - decíamos eufóricos
- Inocencia al bate - repetíamos desquiciados.

Inocencia agarró el bate entre sus manos. De pronto, observamos como ella, a pesar de que el sol siempre la enloquecía, abría sus ojos completamente, no los cubría con sus manos; erguía todo su cuerpo como desafiándolo; y a la vez, como si con ese acto entrara en comunión con el sol. Por primera y única vez desde que la conocimos, sentimos como se entregó por completo a ese astro como si fuera a un hombre a quien amara. Mientras ella abría y cerraba los ojos, y el sol la arrullaba entre sus brazos, su cuerpo se transformaba ante nuestros ojos: su figura parecía agrandarse; sus manos en caricia con el bate lo estrujaban; su cara resplandecía de pasión como si los rayos del sol fueran los besos recibidos de aquel amante que ella nunca había aceptado; sus cabellos negros, largos y ondulados se mecían lentamente en vaivén con su cuerpo mientras se inclinaba y ponía su cuerpo en movimiento como hacen los bateadores antes de ese acto tan sagrado para ellos. Se quitó sus zapatos de goma y masajeaba suavemente el suelo; y en barrido con sus dedos, apartaba la tierra bajo sus pies. Era la primera vez que veíamos a Inocencia en contacto directo con la tierra ardiente de nuestras calles. Nosotros, hechizados ante aquel cuadro, la mirábamos incrédulos. Sellando ese momento de inspiración plena que embriagó a nuestra amiga, colocó el bate en el suelo, agarró un poco de arena y mientras la acariciaba entre sus dedos, cerró sus ojos por un solo instante y elevó su vista al cielo, terminando de saborear aquel momento mágico que había aprovechado su amante para poseerla. Luego, abrió sus ojos como si despertara de un letargo y volvió a agarrar el palo de escoba que usábamos como bate. Miró al lanzador de plaquitas. Lo observó de arriba abajo con firmeza, clavó sus ojos en la vista de éste y se acomodó en posición de bateo.

Pasado ese momento de puro encanto, los gritos comenzaron nuevamente, pero Inocencia hizo caso omiso de ellos. El mozo lanzó la primera plaquita y ella la bateó con tal fuerza que ésta se perdió en el horizonte.
- Suerte de principiante – gritábamos como locos.

El chico siguió lanzando una, dos, tres veces, muchas veces, e Inocencia bateó cada plaquita lanzada. El silencio se hizo en el estadio improvisado. Nadie decía nada. Nadie respiraba. ¡Nuestro honor de bateadores había sido desafiado por una bateadora de plaquitas! Luego, preguntó:
- ¿Sé o no sé batear?

Nosotros, podríamos haber sido diferentes a ella, pero estábamos educados para reconocer las destrezas de los demás. Nos levantamos de los asientos improvisados y la aplaudimos a rabiar, gritando su nombre a todo pulmón. Inocencia nos miró, sonrió con aquella sonrisa franca que tenía y la vimos alejarse, sacudiendo los zapatos de goma con los cuales caminaba por las calles de tierra de nuestro barrio, para no ensuciar sus pies.

Texto agregado el 24-01-2008, y leído por 2108 visitantes. (75 votos)


Lectores Opinan
14-06-2017 No sabia que habia toda una saga de Inocencia, que placer leerte... martilu
18-12-2016 ¡Bravo por Inocencia! ¡Verdadera pionera en en voltear estructuras masculinas! Muy bien narrado. Buena visibilidad, buen ritmo y ameno. Marthalicia
23-01-2015 Una gran lección la de Inocencia. Está demostrado que: «debajo de cualquier yagua vieja se esconde tremendo alacrán» Un dicho muy usado en mi país. Un texto bien narrado, ameno; como todos. !Felicitaciones! Abrazos del alma. NINI
25-12-2013 Nunca hay que subestimar a las personas con perfiles bajos. Que no demuestren su habilidades, no significan que no las tengan. A mí me fascina relacionarme con esas personas, porque son pequeñas cajitas de sorpresas... ikalinen
15-04-2013 Sin duda Inocencia tiene un particular modo de ver y sentir la vida. Me gustó mucho esta historia, muy bien narrada y que nos premite reflexionar sobre esas cosas que se resguardan y en momentos determinados afloran como luces. ***** Shou
12-04-2013 Qué bien sabes llegar al alma de nuestro niño interior. Inocencia es una amiga nueva pero ya le he abierto mi corazón. Un abrazo y gracias por estos cuentos tan humanos. granada
01-03-2013 Como Inocencia, al bate, creo que lo mejor de cada uno se guarda para las mejores ocasiones y para los amigos. En cada uno hay milagros no vistos... felipeargenti
11-02-2013 atrapante cuento donde gana la generosidad del niño**************** yosoyasi2
09-02-2013 No dejas de sorprenderme con tus letras, siempre con un trasfondo, elaboradas y de amistosa lectura. Te abrazo con cariño!! gsap
06-01-2013 Muy bueno Un cuento instructivo, descriptivo y bien escrito. Me encanta esa forma de narrar que transmite la esencia del m ensaje y atrapa al lector. elpinero
13-10-2012 Es la segunda vez que lo leo. Sos muy buena describiendo la "minuciosidad". eti
13-07-2012 en este cuento. donde no puedo sentirme el protagonista, hago todo el esfuerzo por ser un buen espectador, y lo de toda historia es el quien la escribe la hace creible por más ficticia que sea, realismo mágico.. Noc
10-03-2012 Inocencia demosstro que no era rara ni distinta,sino una mas de ese grupo de chicos/as tan sanos por dentro.Me atrapo de principio a fin. pantera1
17-07-2011 Es un placer leer frases tan sencillas y bien escritas. Creo que está muy bien puntuado lo que hace la lectura muy fácil y tranquila. EVERO
25-05-2011 Otra vez Inocencia me deja como flotando en una nube... y eso es muuuy bueno. aberas
05-10-2010 Suelo buscar a Inocencia entre los papeles de mi escritorio y en las esquinas que acercan unos pasos. caliche
25-04-2010 Inocencia tiene algo en particular que atrae en su lectura. Es como álguien a quién nadie le tiene confianza pero que sabe demostrar lo contrario. Creo que Inocencia se las trae guardadas. 5* Catman
18-03-2010 ES-PEC-TA-CU-LAR malaya
27-12-2009 Espero que llege algo bueno para Inocencia mis5* y besitos yo_nilda
26-12-2009 Creo que Inocencia va a tener muchos competidores, porque yo también me estoy enamorando de ella y de tus letras********** Gracias por compartir este cuento tan precioso, Yosep Yosep
13-12-2009 Escribes impresionablemente, pero este escrito es el mejor que te he leeido, me encanto,me enamore de Inocencia. gabosoli
09-12-2009 me encantó, ,e recuerda a mis amigas inocencias de mi infancia, saludos, empiezo a conocerte. luzdc
27-11-2009 Con la sencillez unida al adecuado ropaje literario, nos presentaste a Inocencia no tan inocente. Lindo¡ negrate
25-11-2009 Inocencia es una creatura muy especial, y este capítulo con su batear plaquitas me regaló ramalzos de nostalgia. Saludos! manndrugo
25-11-2009 Sabes llegar al lector, el entusiasmo no decae. Mis + para ti y para la bareadora. marimar
05-05-2009 Este personaje tuyo está muy bien logrado, cualquiera se identifica con él, con el entorno que le creas, no es difícil inmiscuirse en la historia, imaginarse parte de ella. En esta entrega, a través de Inocencia has explicado muy bien que todos llevamos habilidades y destrezas ocultas. Que el ser diferente no debe ser tomado como motivo de segregación porque a lo más que puede aspirar el ser humano es a parecerse entre sí, queda claro que nunca debemos menospreciar a alguien cuando no le conocemos todas sus habilidades. En términos beisboleros podríamos decir que en su primer turno al bate, Inocencia conectó un impresionante cuadrangular.*****Afectuosos saludos. sagitarion
26-03-2009 Tenía que conocer a Inocencia. Un texto que me fue atrapando y me pareció formar parte de ese estadio improvisado. Cuenta con todas las partes de un cuento, inicio, trama y desenlace. Excelente***** pithusa
23-03-2009 ¿Y dónde se perderían esas plaquitas? me imagino que en el maravilloso y personal mundo de Inocencia. Así la veo, haciendo visera con sus manos para evitar el sol que la envidia por su luminosidad...excelente. margrave
22-01-2009 :O) juevesanto
07-01-2009 Este texto es MUY bueno. Esta perfectamente estructurado. Es de los mejores que has escrito. La descripción del ambiente es sumamente concisa y abarcadora a la vez. El calor y las calles de arena enseguida te ponen en clima mediante unas pocas frases. Y desde luego, toda esa ternura que te distingue y que tanto me gusta, puesta al servicio, una vez más, de la unidad del relato. Notable por dónde se lo mire. 5* nesravazza
27-10-2008 ME GUSTO MUCHO EL RELATO,ME ATRAPO LA HISTORIA .VIVI CON INTENSIDAD CADA PARRAFO.GRACIAS SHOSHA
08-06-2008 Es un placer leer esta historia de Inocencia que muestra tan bien la infancia. Lo que mas me gusta: la forma en que relatas la aceptacion del sol, la perfecta simbiosis que se dio por un momento entre Inocencia y el sol. neige
25-05-2008 Con lo florido de tus relatos me haces recordar a Gabo. Tú, Inocencia es un personaje de ficción muy hermoso. Un beso, carlos. carlitoscap
22-05-2008 Inocencia pertenece a la lluvia; así quedó demostrado en el cuento de su primera comunión. No obstante, sabe ser amada por el sol y sacar a relucir sus talentos a la luz de éste. No sé de qué país serás, pero creo que Inocencia eres tú aunque relates suus aventuras en segunda persona. Ha sido un hallazgo literario encantador el de Inocencia. Me ha tocado el corazón; eso por no hablar por la narración ágil, bien estructurada y de cuidada ortografía. Gracias por hacer latir este corazón hecho de literatura. Rodeado de libros, y ninguno de ellos me ha producido los latidos que la gentil Inocencia.5* jardinerodelasnubes
17-05-2008 Inocencia batea extraordinariamentebien, gracias a tu pluma que es capaz de hacernos llegar esas imágenes y esos aplausos. 5* taber
14-05-2008 Inocencia demostró que sabía batear y tú nos demuestras tu maestría en todas tus narraciones. Mis 5* acuariana
29-04-2008 ¡que maravilla! De p. madre!!! que capacidad expresiva en esa vida vivida, en esa historia!! mis totales respetos, agradecimientos, y no se como haré para parar de leerte!!!!!!!! Jajajajaja! mbo
18-04-2008 Reviso tus cuentos y para mi dicha me encuentro esta maravilla que he dejado sin leer. Y así es disfruto del placer de una lectura reposada y casi mágica, de un cuento puro y con entrañas y cuerpo; de un cuento de aquellos que te dejan ensimismado. Así estoy ahora, pensando en la dulce y sabía bateadora. Un saludo.***** josef
07-04-2008 Pues mira que has usado una técnica cinematográfica para este cuento de Inocencia, no sé por qué estuve a punto de poner Ignacia, de nuevo lo iba a hacer. Algo en mi subconsciente me hace relacionar ambos nombres. En fin, te decía que te luciste con este capítulo, logras cautivar al lector desde las primeras palabras. Y luego vas dosificando las frases, los significados, los momentos culminantes, el desenlace. Y al final me quedo, también, con esa imagen de los zapatos de goma de Inocencia que evitan que se ensucie los pies. Me identifico con algunos rasgos de tu personaje... Tengo algo de él, nada más que en masculino, je. Me dejas pensando... Y eso creo que es muy bueno. Entrañable Inocencia, me refiero a ambos: con mayúscula y con minúscula. Saludote. Ricardo Jazzista
13-03-2008 !!He visto la bateadora rauda!! y todo lo demás...me ha encantado, como un cuadro o un mural, además de ser un recuerdo bello de tu infancia ...********* Selvatica
06-03-2008 Muchos de nosotros fuimos testigos de situaciones como estas. Muy bien contado. Julio65
28-02-2008 Excelente! describes muy bien la situación, logras que uno se meta a vivir lo que narras. Por lo que veo Inocencia es un personaje recurrente de tus cuentos. Me agrada ella. Un abrazo! tigrilla
20-02-2008 me sentí uno mas del grupo aplaudiendo a Inocencia. me gusta la historia y como la narras. mis strys* brancaneves
19-02-2008 Excelente,lo que más me agradó del gruo fue que no tuvieron envidia de ella,por el contrario,reconocieron su destreza,y la aplaudieron.Ese fue un bello gesto para un ser que parecía diferente,pero no lo era.Muy por el contrario,era una ganadora. Besitos Me encanta como escribes. Victoria******** 6236013
16-02-2008 Bella historia, Los miedos del inconsciente no nos dejan hacer lo que deseamos, pero que bien nos sentimos cuando se superan. Todos deberíamos entender que un miedo llama a otro miedo, sol, arena, amistad y nos impide lograr ese bateo que es el principio del cambio X_librio
15-02-2008 Volvi a leer a INOCENCIA... buen trabajo, muy bien llebado mis felicitaciones amiga 5 * y 1000 besos para ti NILDA YO_NILDA
14-02-2008 La historia es encantadora, la forma de contarla también. Le das el toque que le damos cualquiera al contar cosas de la infancia: detalles, sentimiento, debilidades y la principal: la amistad. Los recuerdos lindos son fáciles de contar… pero difíciles de escribir. Tú lo logras. Lindo cuento relatado muy a la manera adulta. ***** raul_lsz
13-02-2008 Sofi todo un hallazgo realmente me encanta tu manera de contar, disfruté de tu cuento y sentí como se transformó la figura de Inocencia con el sol. La ví bateando plaquitas. Y a la vez esa obseción de no querer ensuciarse los pies. Excelenteeeeeeeeeeeee!!!!!!!! de*****más no puedo poner, por eso te dejo en cantidad sin medida una lluvia de besos!!! Matilde mancuspia
13-02-2008 Es una magnifica prosa poética, un relato lleno de poesía, Inocencia… gran bateadota, y además la pintabas, como un ser tan insignificante o como superdotada… una genial versión de lo que puede tu pluma, me encantó amiga, felicitaciones.****** Besos lagunita
13-02-2008 Este cuento tiene la magia que traen los recuerdos de la niñez. Mis 5* cerrense
12-02-2008 Un auténtico lujo haber tropezado con este cuento. Sencillo como una plaquita y enorme como la bateadora. Felicidades y 5 estrellas. jau
10-02-2008 Bonita historia, y muy bien contada. Disfruté viendo jugar a los chavales en la calle, y me di cuenta de que aguantaba la respiración esperando que Inocencia bateara por primera vez. Aplausos. m_a_g_d_a2000
09-02-2008 Excelente relato, Mi felicitaciones, dejo mis 5 estrellas. Bendiciones. azumy
05-02-2008 Hermosa anécdota, me encantó, la viví con el relato. Un abrazo. andrula
31-01-2008 La historia de tu inocencia despertó imágenes de una Dulce vagando con la palomilla, zapatos rotos, cabellos enmarañados y gruesas gafas que le daban el mote de "cuatrojos". Qué días aquellos. He emocionado hasta las lágrimas. 5*s Dulce_Tammara
30-01-2008 Entretenida, viva, llena de colores y calores. Una pluma que nos atrapa y no nos deja hasta la última línea. Encantador personaje. Un placer leerte. mariamorena
30-01-2008 hermosa historia ,la disfrute mucho mis estrellas ALEXIS klein
29-01-2008 maravillosa historia y tu manera de narrar nos lleva de la mano, haciendo con que la "vivamos"...he sentido cada momento de inocencia :-) 5* nocheluz
29-01-2008 lograste llevar a inocencia a mi mente y a esperar ese primer bataso..tambien me imagine que vivian cerca de la playa muy bien. me gusto...Saludos guero
28-01-2008 Un cuento-fábula que nos deja su moraleja de "Inocencia", y la más importante la virtud de un grupo "educado" a saber reconocer, aplaudir las cualidades y destrezas de otro. Ésta última virtud es la que más me ha llegado por ser tan poco corriente, y mucho menos en grupo. Mis estrellas. maravillas
27-01-2008 bella historia, tiene un aire a un cuento que escribí sobre martina , muy bello , , gracias por la invitación hombrenuevo
27-01-2008 Linda historia y muy bien contada. margarita-zamudio
27-01-2008 Al principio pensé en la inocencia infantil, pero después me dí cuenta ( si no me equivoco) que es el nombre de un ser especial de esos de los que abundan en nuestros rincones, personas especiales que nos llenan de enseñanza y de ternura. Gracias por compartir este texto amiga. uleiru
26-01-2008 Hermosa historia. Inocencia era un ser especial. ****** luna-azul
26-01-2008 Qué linda historia, a pesar de no saber ni cómo se empieza a batear, me pegó fuerte la pintura del barrio. nanchogalarreta
25-01-2008 Buen texto supongo que debe ser de una quinceañera, que lo ve todo de color rosa. yakus
25-01-2008 Una historia muy interesante. 5* _Rosi
25-01-2008 Como que fuera un chamo de esas calles me pondo de pie y aplaudo al reconocer la belleza narrativa y el encanto de tus palabras en el hilo de esta historia. Sabes? y sólo aplaudo porque gritar no podria, pues desde que empezaron a volar las plaquitas se me hizo un nudo en la garganta, emocionado al contemplar tu pluma al bate, con tanto recurso entre secillez, mágia y fantasía... C. nauticus
25-01-2008 ¡¡¡¡BRAVO¡¡¡¡ ahora si que lo haces bien compañera, es un placer ver que cada día mejoras mil ******y mi afecto de siempre, y no me olvido de los aplausosssssssssssssss avefenixazul
25-01-2008 Esta bueno! Que curioso personaje Inosencia. Me gustó el cuentito. Saludos!! romquint
24-01-2008 Sofía, rememorar los años de la infancia es como volver a una segunda inocencia, como el nombre de tu personaje, la inocencia es una virtud que solo los niños y quienes sean como niños, es decir de pureza de espíritu pueden conocer y tener ese estado de gracia. creo que Inocencia representa a todos los niños llenos de energía y vitalidad ojalá y los adultos fueramos como niños otra sería la realidad en esta vida, tu cuento es un escrito lleno de mensaje y de amor, te felicito por tu aportación a la literatura con gusto te seguiré leyendo te saluda tu amigo Servando servusdei
24-01-2008 Me gusta como escribes, como narras. Y si a eso le sumas una formula calada sale una buena historia como esta. Saludos. Azel
24-01-2008 Acá hay mucho estilo, pero que mucho estilo..Un pedazo de hermosura.. Grauer_WOlf
24-01-2008 He disfrutado, junto a la voz narrativa, ir revelando sorbo a sorbo el misterio -más que místico- de tu "Inocencia". Tus giros en lenguaje, inteligentes y bellos a la vez, nos sorprenden, pero es tu trama la que seduce al lector; y al menos, a mi, me deja con una sonrisa que se abre y desemboca en un "Gracias" Amiga churruka
24-01-2008 Bella añoranza recordando los años de la hermosa y querida niñez... linda enceñanza dejo esta niña Inocencia. mis 5 * y 1000 besos mios para ti amiga NILDA///// nilda_resurreccion
24-01-2008 Un mágico alegato antidiscriminación. Un poema que nos llama la atención con suave golpecito en el hombro. Eso leí en tu mensaje. Hermoso, bien narrado. Mis felicitaciones, 5*. Y el beso acostumbrado. fabiangris
24-01-2008 Y es que la fuerza (interior), la virtud, lo es, si surge silenciosa como el agua del manantial, sin aspavientos, sin petulancia, sin pretender aplastar a nadie, pero con ese arrastre que encandila y seduce y con esa perseverancia que arrastra y convence. Veo a Inocencia identificada y respetuosa totalmente con la naturaleza, el sol, los árboles, la tierra: sus aliados, sus valedores. azulada
24-01-2008 A veces los que parcen debiles y hablande cosas extrañas en sus circulos sociales son tomados como un cero a la izquierda, pero no sabemos lafuerza y el valor de cada persona hasta que nos mustran sus destrezas, me encanto sofy digo por ahi me parece que vi batió (incorrecto) y no bateo (correcto) pero en si lo mismo de siempre buen texto, bien llevado interesante, nostalgico, hermoso, e pocas palabras de esos textos que encanta leer, un beso!! Icnocuicatl
24-01-2008 Hermoso relato adornado de tantos y tantos detalles de la niñez y como los unes como líneas de poesía, para mostrar a un ser de tan bajo perfil como Inocencia para transformarse en una hija del sol. Bello, bellísimo *****No tengo más..Muchas más te daría. nomade
24-01-2008 Què linda historia, Sofìa! Y què bien narrada! Con sencillez, ternura si se quiere, haces de una historia simple un hermoso texto. Felicitaciones. doctora
24-01-2008 Hermosa historia que me ha remontado muchos años, hasta los tiempos de la infancia... Con mágica narrativa me has hecho uno de esos pequeños que transforman sucio palo de escoba en el mejor de los bates de béisbol, pequeños que sueñan con Babe Ruth, que sienten sus viejos pantalones cortos como flamante uniforme de los Yanquis cuando juegan al béisbol callejero. ¿Quién no pasó por lo mismo? Y qué decir del personaje de Inocencia, me ha dejado con la boca abierta. He disfrutado mucho la historia. De cinco estrellas por las imágenes tan precisas, por su descripción, por tu calidad narrativa. Y un abrazo. Gracias. borarje
24-01-2008 Bien , me gusta que ella demuestre que puede!!! ... naiviv
24-01-2008 Está muy bien escrito Sofiama, y me encantó la parte en que Inocencia se transforma! Esa parte contiene mucha emoción! Realmente muy bueno!!!***** MujerDiosa
 
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