Nuestro tiempo

Ayer; el tiempo fué tambien un tiempo nuevo, un tiempo esperado, un tiempo sabio.
Fué un tiempo de pensar en otros tiempos, de añorar mejores tiempos, de planear mejores tiempos.
Fué un tiempo de ayer presente en su tiempo y fué un tiempo presente proyectado en el futuro. Ya que el tiempo usa el mismo minutero y las mismas horas todos los días, pero marca momentos diferentes cada instante. Alguna vez vivímos tiempos locos, tiempos azules o roza, tiempos en los que perdímos tiempo pensando en vivir mejores tiempos. Tiempos que nunca llegaron o que talvéz pasaron revueltos precisamente en tiempos que no nos los dejaron ver.

Hay algo a lo que el tiempo se ha acostumbrado; y es a estar a tiempo para todo tiempo y sobre todo en estos tiempos.
El tiempo es rutina marcada en segundos, como latidos con ritmo preciso. El tiempo es claro, directo y cortante, hace daño con su paso pero cura con su transcurrir. El tiempo es vida y muerte a la véz, es día y noche, es todo y nada como lo es su creador.
De tanto andar, he visto el tiempo cansado de su obsoleta repetitividad, cargando consigo el paso de sus años, pretendiendo renacer con la mañana y estirandose para no morir en cada tarde.

Hoy el tiempo, es un tiempo para todo tiempo. Pues mi tiempo, aunque sea el mismo tiempo, no es el mismo tiempo tuyo, los mismos años se van y se viven diferentes para todos aunque sean los mismos. Por eso hoy viajeros de este mismo tiempo, tratemos de aprevechar el tiempo y vivirlo a tiempo para que no quede tiempo de lamentarlo. Por que creo que el tiempo es una masa vizcosa que se escurre, y lo unico cierto en realidad es que para todos se desvanece con la misma celeridad.

Cristian MuR