Tarde vacía,
Tranquila, casi aburrida.
La plaza de siempre,
pero ahora de día.

Desde mi banco percibo
Un murmullo de todo:
— de la fuente con sus hilillos de plata
brotando como de la nada
y confundiéndose en cristales semejantes
— de música brotando en los altoparlantes
y esparciéndose en el aire,
como en un simulacro de nadar en la atmósfera.
— de las gentes caminando
y de los niños vaciándose de alegrías,
gritos palabras y llantos.

Un murmullo de todo,
de mucho, de poco, de tarde.
Tranquilidad, quietud, silencio neutro
de árboles quietos y plantas sin flor,
de estudiantes, de sol.

Invierno de tierra húmeda y blanda,
como espuma lustrada,
como llanto oscuro
de lágrimas secas.
30.07.76.