A mi amiga Trayenko y a mí nos ha nacido esta poesía, es niña por eso la llamamos:


MARGARITA SUREÑA


Traigo mi sed a tu fuente,
a tus letras de aguardiente
que me queman la garganta
mientras mitigan mi frente,
tus equinoccios me hablan
de dolor y de cariño,
de las piedras del camino
y de tu amor por los niños.
Esas briznitas pequeñas,
florecillas encantadas
que acarician tu vertiente,
son margaritas sureñas
llevando tu don de gente;
eres mujer de agua clara,
mujer en todo sentido,
las palabras en tu boca
son los frutos recogidos.
En tu cascada los versos
se aventuran al vacío
porque saben que allá abajo
esperando está tu río,
no bebas de los infiernos,
déjalos morir de frío,
que el destello de tu llama
ilumine tus latidos.
Tú lo dices, yo lo escribo,
soy el lápiz simplemente,
de tu magia y tu belleza
estos versos han nacido.

Con todo mi cariño para Marcela (Rayen-tru).