Tan grande tu misterio.
Tan variada tu verdad.
Busco en mis hermanos
la herencia de tu aurora.



Es tu tiempo.
Tus espacios sosteniendo la vida.
Son tus alturas
sabias como tus noches.



Tierra de vida
de grandes valles
que sostienen los trabajos de los dioses
que desde la eternidad
te llenan de energía
que regalas a tus hijos.



Grande brazo que rompe
el mar en dos pedazos
y se posesiona del calor
del sol en medio día
cuando mil sonidos gritan
la presencia de América.