Voy a tus brazos...
no hay otro sendero,
por mas que pretenda a veces quitarme
aquel ciego impulso que me lleva a eso.
No puedo evitarlo, se rebela el alma,
el corazón, la mente, todo se subleva.
Todo se conjura para que no pueda quitarme tu imagen.
Voy a tus brazos...
como si ahora fuera
aquel navío perdido en cantos de sirenas.
Como aquel que mata y dicen que vuelve
siempre alucinado al lugar del crimen.
Me pierdo en la noche y encuentro la estrella
que me guía preciso de nuevo a tu vera.
Voy a tus brazos...
con esa inocencia
del niño perdido que busca un regazo.
Y en tus brazos vivo, y en tus brazos amo, y en tus brazos siento
y la luz brillante que inundó mi alma viene de esos brazos.
Con que mansedumbre, con que paz profunda
Por siempre, por nunca
¡Yo voy a tus brazos!