Las pociones mágicas no funcionan
recién vengo a entender
que sólo me alejaban de tu faz.

Esparaba ver aparecer tu rostro
sentir tus manos
nadar entre tus caricias
sentir cada latido
que agitados
hacían existir tu presente fugaz.

Falsas ilusiones
inundaban mi alma
y oasis mentales
brotaban de mi ser

Pero nada llegó
el vacío
cada vez más latente
amenazante
punzante
cubría con telas
de la oscuridad más negra
todo atisbo de vida.

Ni tu cara
ni tus manos
estaban presentes.

Ni siquiera
yo lo estaba.

No, no funcionan las drogas
y lo grito a viva voz.
Todo lo que quería,
desapareció.

Fue como cuando un niño
curioso, ingenuo
con fuego jugó
y sus manos de papel ardieron
y aún así están.