en mi patio hay un árbol que da muchos frutos
es un árbol de caqui
nadie sabe cómo llegó
ni menos cómo ha sobrevivido

este árbol tiene su época
en su esplendor obsequia gran cantidad de frutos
pero la mayor parte del año está triste
ni siquiera las aves lo visitan

en lo personal los caquis no me agradan mucho
mi padre los adora y disfruta
ella también, al igual que su padre
la madre no alcanzó a formarse una opinión al respecto

he pensado en venderlos y sacar provecho económico
a muchas personas le gustan los caquis
los pájaros qué decir, se los devoran
otros prefieren sólo contemplarlos

conozco gente que no soporta los caquis
incluso reniegan de su colorida belleza
da lo mismo si los tragan o no
creo que merecen una oportunidad

una vez un amigo me pidió caquis para su familia
ahora está muerto pero no por los caquis
seguramente nunca llegaron a su destino
los botaron donde ni las ratas pueden llegar

el otro día leí que son un producto de exportación
mientras dejen tranquilo a mi árbol me da lo mismo
es de esperar que todo se mantenga así
quizás no sea lo mejor pero así me gusta

si no es por el árbol de caqui qué sería de mí
un laberinto cubierto de humo
un espejo a punto de explotar
una parábola agonizando frente al mar

no me molesta su textura
tampoco las manchas negras que lo adornan
menos su figura destemplada
ratifico mis palabras y lo alabo

en unos días más ni hojas tendrá
quedará como testigo viviente del frío
murmullo voraz que goza junto a mí
la última versión de la noche anacrónica.-