No quiero ver tu desnudez, prefiero
mirar la triste luna.
Eres preciosa, más que los luceros.
Igual a ti ninguna.

Mas eres vanidosa y orgullosa,
y así te amé, mujer,
me voy, pues soy un hombre y tu una diosa
y nada puedo hacer.

Pero te digo: Más que ti las aves
y más las flores de colores suaves
y aún la mariposa.

Eres muy bella, mas por desventura
todo termina en una fría, oscura
y abandonada fosa