Y al acabar el día me doy cuenta
No hice nada con mi día
El tiempo lo estoy tirando a la basura
Como si fuera algo de lo que se hay que deshacer
Y lo hice increíblemente bien
Aunque hay algo que no me gusta
Son esas máquinas tragaperras
Es mejor jugarlas con el último dinero
Para mantener la tensión hasta el final
Aunque al terminar uno se siente como idiota
Como desposeído
Como si algo más que el dinero y el tiempo quedara ahí
Paso la vida en el casino últimamente
De qué les puedo hablar
No hay drogas
No hay mujeres
Sólo ese casino
De las pantallas con deportes y carreras de caballos
A la sala de máquinas diabólicas
De aquí para allá
Una y otra vez
He olvidado todo lo que aprendí en la escuela
Todas las palabras que aprendí en los libros
Ahora profeso lo que se llama ignorancia
En el casino hay cualquier cantidad de personajes
La mayoría me doblan o triplican en edad
Sin duda me estoy ganando el título al más jugador
El más perdedor
El más idiota y el más desesperado
Los de las cajas ya me conocen
Y me observan mientras cuchichean entre ellos
Y de repente sacan risillas
Y yo soy esto
Tal vez soy otra cosa en las noches
Mientras duermo y sueño que soy sicario
O que vuelo
O que soy un músico famoso
Y todas esas cosas extrañas
Pero durante el día soy un jugador
También tengo otros problemas
Con la autoridad doméstica
Pero la vida no es como en las películas
Ni como en la poesía
Siempre hay ese estira y afloja
Las obligaciones y las responsabilidades
Que siempre terminan por hacerlo a uno parecer idiota
Pero qué diablo
Tengo que aceptar que soy un ludópata
Esa es la nueva palabra
Tengo un amigo en el casino
Casi nunca platico con los jugadores
Este señor me contó que el hermano de un jinete
Murió de sobredosis en el estacionamiento
De un hipódromo de california
Nos llevamos muy raro
Ya quiero verlo
Tiene como más del doble de mi edad
Y quizás tenga una hija guapa

Las máquinas me recuerdan a ese parte de la biblia
Que dice que no debes adorar imágenes o algo así
Porque así son las máquinas
Uno termina adorando las imágenes
Porque dan dinero