Hubo una vez, una anciana que tras muchos años de esfuerzo y trabajo duro, comenzó a sentir y a percatarse que su cuerpo se iba debilitando cada vez más con cada año que pasaba. Un día se sintió tan débil que no se pudo levantar de su cama y se quedó mirando el cielo de su habitación, pudo imaginar un lugar anhelado de su niñez y de toda su vida con el cual siempre había soñado, pero que nunca se dio tiempo en ir. Recordando este lugar, se dijo a si misma que quería disfrutar lo que quedaba de su vida en ese lugar anhelado por ella, entonces decidida a ir y encontrar ese lugar maravilloso que deseo, hizo sus maletas y se marchó en su búsqueda.