Yo queriendo rayar un rato más otra rayuela, una de color verde. Rayar-la rayuela dejando mi nombre en la última casilla en un degrade de tiza de colores, acompañadas del último grito suspiro en la oscuridad más lúcida. ¿Y tu? mirándome jugar con letras y burbujitas sentimentales mientras te ocupas de la vida real. Tampoco es que lo notes pues mis letras se escapan por el desagüe formando mi anhelada tiza en el fondo "¿en el fondo?" preguntas tu mientras ocupas cabeza enramando otras preguntas de más importancia. En el fondo de tus aguas misteriosa, las abrazo, las palpo y las siento con mis labios, con mis manos; con su superficie de telas frías, con aguas medias tibias pasionales, por último con aguas profundas de amor puro. En ellas se forma la tiza de colores degradados ¿por qué? me pregunto yo al mismo tiempo que me respondo. Porque eres tu quien puede rayar-la rayuela dejando mi nombre en la última casilla verde. Entonces soy yo queriendo hacer más tiza en silencio, sin que lo sepas. Entonces soy yo deseando tus aguas una vez más y tu deseando que e ahogue una vez más en ellas. Beber de tu veneno acuoso ¿acuoso o amoroso? otra vez yo y mis cuentos rayuelisticos sin ni siquiera jugar-la mía, solo dándole vueltas con bocanadas moribundas y deseos fervorosos de carnalidad amorosa.
Corriendo por todo el cuarto gritando incoherencias o saltando en un solo pie preguntándome si tu, quien caminas con los pies en mi cielo que debería ser mi suelo, si tu ninfa de la ciudad gris no te aburres de quien no entiende nada y simplemente lo ignora todo. Tu luchadora, fuerte como una valquiria. Hay quienes son herejes, esos quienes blasfeman sobre ti; pues yo, a todos esos, los condeno al limbo con palabras latinas, muertos en vida massas perdita. Ignóralos abriéndote tu camino por la ciudad, caminante no hay camino se hace camino al andar. La gloria tiene diferentes formas de llegar mujer y las ranas tienen paciencia para cazar.