Siempre recuerdo una frase que dijo el extinto Dr. Balaguer: “Éste es un país rico pobremente administrado”, nadie ha podido contradecir esta verdad que aun está vigente.
¿Por qué recuerdo esta expresión del Dr.? Simple: La minería y otras tantas actividades son ejemplos vivos de la expresión “Un país rico pobremente administrado”.
Como educador ambiental tengo claro que los recursos naturales son fuentes de riquezas si se manejan de una forma correcta, pero más claro tengo que si no se explotan minimizando al máximo los daños ambientales a veces es mejor no explotarlos porque como dice el refrán popular sale más caro la sal que el chivo y sin duda pasarían a ser fuentes de pobrezas y de enfermedades permanentes.
Es bueno observar que los países enriquecidos casi siempre explotan los recursos naturales de los países empobrecidos, dejando intactos sus recursos naturales, quizás de ahí provengan los nombres de países ricos y pobres. Un país que haya explotado todos sus recursos naturales y a la vez haya mal gastado lo poco que le haya dado el explotador, sin duda está destinado a ser por mucho tiempo un país muy pobre.
También hay que tomar en cuenta que los recursos naturales no son solamente de la generación presente, así como fue de la pasada debe ser también de la futura y por eso debemos extender en el tiempo los beneficios que generen la explotación de dichas riquezas, invirtiendo correctamente en obras de las cuales se puedan beneficiar los habitantes del futuro, quienes deberán enfrentar directamente los resultados de las explotaciones.
Por último se debe considera que las comunidades que recibirán el impacto ambiental más contundente (cambio de paisaje, desmejoramiento del aire, agua y suelo, entre otros) deben ser recompensadas justamente en proporción de las riquezas que se extraigan del lugar.
Es un verdadero reto hacer lo que nunca se hizo en buena gestión ambiental, sobre todo desde el principio con los contractos de explotación minera, una buena supervisión de las riquezas que se extraigan y una ejemplar inversión de los beneficios definitivos que quedaran a la nación. Dios, Patria, Liberta, República Dominicana, viva la memoria de Juan Pablo Duarte.