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“Siempre Mejor”
(Lema de los Lobatos)

Un Safari Mental.
Entusiasmo desbordante y comprensible movía a la ingente cantidad de cachorros provenientes de diversos centros educacionales. Seleccionados con dos meses de anticipación por la Dirección Escolar del Departamento, para que ese martes 24 participaran en un “Safari Mental” en el Antropológico Regional. Todos los alumnos tenían su oportunidad, por turnos, en esa práctica actividad para adquirir conocimientos.

Tras las últimas recomendaciones, abrazos y besos de sus padres, fueron subiendo a los velobuses municipales los que, previamente enumerados, salían ordenadamente rumbo al Ántropo, a unos cuarenta minutos de allí. Del cuello de cada lobo-infante pendía una tifa con sus datos personales. Los Auxiliares se preocupaban con celo profesional de los cachorros cuyos padres les habían confiado. No existía discriminación entre ellos. La experiencia histórica les servía de ley de vida: “Aunque diferentes, iguales ante la Ley”. “La Ley favorecerá siempre a los más débiles” rezaba la Constitución Integral de la Organización de las Naciones, que regía para todo el orbe.

Con sus narices húmedas pegadas a las ventanillas de los velobuses, los cachorros absorbían prácticamente el paisaje que ante sus ojos desfilaba. Bosques diversos, desde los más preparados para paseos hasta aquellos de tipo selvático o natural. Cerros, lagunas, arroyos y aire puro. Grandes campos de cultivo con lobos trabajando. Tiempo de siembra.

Espectáculo tan arrobador para los pequeños que, casi sin sentir el viaje, a una velocidad prudencial, llegaron al Ántropo. Un amplio arco anunciaba el lugar con grandes caracteres. Los velobuses se estacionaban ordenadamente, abrían sus fauces y salían bandadas de cachorros ansiosos de aventuras y conocimientos. Cada velobus era recibido
por un Guía que daba instrucciones sobre lo iban a contemplar a los impacientes cachorros, y advertían sobre las precauciones debidas.

Así dispuestos, ingresaban a la cabeza de cada grupo al lugar del Safari Mental, sin estorbarse. Cada Guía portaba un pequeño megáfono para hacerse escuchar por los parlanchines e inquietos cachorros. Lo primero que vieron los de nuestro grupo fue una serie de comedores, a los que pasaron, igual que los grupos anteriores, para servirse la indispensable media mañana.

Simposium
“Dominen la tierra”
(Génesis 2)

En cada pueblo y ciudad del país comenzaba en esos momentos la realización de un Simposium. Se trataba del nuevo Plan de Orientación para Prevención del Futuro, fomentado por la Organización de Naciones en todo el mundo. Los modernos estudios así lo exigían, pues el mejor conocimiento y la mayor comprensión del pasado pedían renovación y corrección de la marcha de las naciones. En la ciudad donde vivían los lobatos que visitaban el Ántropo estaba haciendo la exposición inicial el Presentador y Director del Simposium:

- Aunque muchos de ustedes conocen al menos en parte la historia de la Nueva Fase, es conveniente situarnos mejor a la luz de las nuevas investigaciones.
Los seres humanos en la Fase anterior mantenían Zoológicos, es decir, parques donde encerraban a los animales, para que los visitaran y se dieran cuenta de cómo eran estos.
Ahora, la historia es al revés. Nosotros, los lobos tenemos antropológicos, donde podemos conocer cómo son los humanos en la actualidad, ya que pocos los conocemos por hallarse en peligro de extinción.
¿Por qué este vuelco tremendo? ¿Cómo los humanos pudieron degenerar tanto?
Fue un proceso bastante acelerado a pesar de que la naturaleza de por sí no cambia de la noche a la mañana. El hombre, para llegar a ser lo que fue tuvo un proceso de muchos miles de años. Pero, necesitó sólo poco más de mil para retroceder a lo que había sido. No tanto en el físico, sino en su modo de ser. En lo mental.

¿Cómo fue ese proceso?
Los hombres progresaron mucho, llegando a tener una civilización muy avanzada y asombrosa. Pero esos adelantes tecnológicos y científicos fueron a la vez su perdición. No supieron tener una escala de valores acertada. Perdieron de vista los valores que los hacían verdaderamente humanos. Se dejaron llevar, lentamente, por el facilismo y las comodidades; por sus instintos egoístas y más bajos.
Es decir, con su actitud y modus vivendi regresaron a la selva rigiéndose por la ley del más fuerte. Se dejaron llevar no por la razón y los sentimientos más nobles, sino por los meros instintos. Se dejaron dominar por las drogas, el alcohol y el sexo enfermizo; por la codicia, el tener sin límites a costa de lo demás, dominando a sus semejantes. La molicie se los comió. Todo eso fue afectando su capacidad mental y física, lo que los hundió cada vez más en un mundo animal, o peor que animal.

Tanto prevaleció esa degeneración que paulatinamente fueron perdiendo su capacidad de raciocinio. Dejaron de ser libres, transformándose en esclavos de sus pasiones e instintos. Hasta perdieron el don el amor, que es el más hermoso de los valores con que el Creador los dotó.
Hubo movimientos de renovación y recuperación. Fueron muy débiles y fácilmente rechazados y ridiculizados.
Hasta que se llegó el punto sin retorno. Se convirtieron en lo que miles de siglos antes habían sido: animales, regidos totalmente por la ley de la selva, en un proceso que nosotros llamamos, y ellos así también lo denominaban, de involución, de marcha atrás.
Y al empezar a devorarse unos a otros, en el amplio sentido de la palabra, fueron desapareciendo hasta llegar a ser, como sabemos, una especie en peligro de extinción.

La multitud presente, que había permanecido silenciosa y atenta, expresó en murmullos su admiración, al comprender en forma tan descarnada algo que ya sabían en forma muy general.
Y continuó el orador:
- Nosotros, los salvamos y procuramos conservarlos. Para eso están los Antropológicos. También, al decrecer ellos, pudieron renacer muchas selvas vírgenes, las que dejamos para su libre circulación.
Un aplauso cerrado celebró esta generosa disposición.

El orador tomó un sorbo de agua y esperó el silencio para continuar:
Las últimas investigaciones nos señalan que la historia de la vida del planeta consta de cuatro Fases.
En la primera Fase se formó la vida: el planeta fue evolucionando hasta que aparecieron los primeros indicios de vida.
Segunda Fase: esa vida primitiva fue haciéndose más compleja y perfeccionándose hasta formarse el ser humano, con conciencia de sí mismo, uso de libertad, capacidad de amar y, la consecuente necesidad de una ética.
La Tercera Fase fue la más corta de todas: desarrollo, crecimiento y progreso de la vida humana, hasta empezar y llegar a la total decadencia. Es lo que llamamos involución, vuelta atrás, regreso.

La Cuarta Fase es la actual, la nuestra. Simultáneamente con el retorno del ser humano, la naturaleza, sabiamente dotada por el Creador, puso en marcha y aceleró el proceso de evolución en nosotros los lobos, hasta llegar a ser seres pensantes, con conciencia y libertad; y que, con el correr de los siglos, fuimos desplazando a los seres humanos hasta ocupar su lugar. Mejor dicho: sin necesidad de hacer casi nada para desplazarlos fuimos ocupando naturalmente su espacio no sólo físico, sino especialmente mental, emotivo y espiritual que ellos fueron abandonando.
Hoy nosotros somos los nuevos señores de la creación, con la tarea de transformar este planeta y hacerlo sustentable por los siglos, administrándolo con sabiduría, equilibrio y amor.

¿Cómo logarlo cada vez más y mejor, sin que nos atrape la decadencia, como sucedió con los humanos?
Para esto nos estamos reuniendo en todo el planeta. En esta ocasión, escucharemos cuatro ponencias que intentan mostrarnos el camino que debemos seguir.
Les presento al exponente de la primera, el doctor Bernardo Vásquez, que disertará sobre…

En esos momentos, los lobeznos de nuestro grupo estaban concluyendo su merienda de media mañana, y los Guías se aprontaban para conducirlos en la visita a los ántropos. Los grupos que los antecedían habían comenzado ya el trayecto. Antes de entrar el Guía les explicó la ruta:
- Nosotros evolucionamos y ocupamos el lugar de los hombres. Ahora veremos algunas clases o subdivisiones de los humanos. Antes de almuerzo alcanzaremos a visitar a los Homolobos Rapaces, a los Perrhomos Mascotas. También a los Monhomos Chaqueteros y a los Homogros con los Ovejhomos.
Así informados, entraron a la primera sección, marcada con un artístico letrero, y una frase memorable a un costado:

Homolobos (Lobhomos o Lobhombres)

“Homo hominis, lupus”
“El hombre es un lobo para el hombre” (Spinoza)


(Nota: Este cuento puede darse por concluido aquí, porque tiene un tema
de por sí completo y una idea definida.
Pero, puede complementarse con una segunda parte que concluirá
mañana: ”Los Ántropos”.

Texto agregado el 08-01-2014, y leído por 114 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
08-01-2014 Un gran cuento que advierte sobre lo que puede pasar si seguimos por el derrotero donde estamos, el hombre contra el hombre, el egoísmo, la maldad, la carrera armamentista, desafuero...... SIMASIMA !Felicidades! Un cálido abrazo en este nuevo año y ***** NINI
08-01-2014 Me encantó tu relato que,salvo por el dominio de los lobos,es exacto a la realidad,pues describe el grado de destrucción al que hemos sometido nuestro planeta.Tu narrativa es fluída,absorbente y de una corrección inmejorable.UN ABRAZO. gafer
 
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