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En sus casi treinta años nunca tuvo claro para qué nació.
Tampoco recordaba que alguien le hubiera dedicado tan solo unos minutos para explicárselo.
Aún sin eso,vivió.
Sin eso y sin tantas otras cosas.
Desde donde su memoria se lo permitía,la calle fue su lugar.
Allí aprendió los rudimentos básicos de la supervivencia.
También como disponer el cuerpo para que los golpes no sean tan dolorosos.
Las únicas caricias que recordaba con ternura,eran las que le regalaba Floris.
En la constante lucha por la vida,rodó,rodó y rodó por cuanta calle le ofreciera la posibilidad de ganarse la comida del día.
Desde que fuera un chiquilín hasta ahora,fue variando de ocupación,tratando de poder cambiar su destino. Fue ciruja,botellero,cartonero,cuidador de autos, etc.
Pero nunca robó.
Nadie se lo enseñó,pero él nunca robó.
Hubo un tiempo,antes de hacerse hombre,en que se ubicaba en algún rinconcito de la calle y esperaba a que pasara alguna mujer con su hijo de la mano.
Acurrucado y en silencio,se imaginaba trotando junto a la madre prestada.
Cuando se dio cuenta de que el retorno a la realidad producía dolor,dejó de soñar.
Y eso fue siendo muy niño.
La única sensación tibia que tomó de la vida,fue Floris.
Pero Floris ya no está.
El Paco se la llevó.(*)
Cuando ella se fue,el alma se le durmió para siempre.
Ya no le importó su soledad,ni sus tristezas ,ni las miradas despreciativas.
Por eso,cuando la 4 x 4 lo dejó tendido sobre el asfalto de Av.del Libertador,tampoco le importó.Aguantó el dolor como siempre lo había hecho.
Sin que le importara.
Y dejó que la vida se le fuera por las heridas

(*) pasta base

Texto agregado el 31-01-2015, y leído por 216 visitantes. (14 votos)


Lectores Opinan
06-07-2020 Tristísimo relato que tiene mucha relación con la atención que se escatima en los barrios alejados, en donde la pobreza es parte del día a día. Es la indiferencia histórica hacia los niños abandonados que los llevan a cárceles disfrazadas de asilos. ¿Qué más se puede esperar sino morir de una vida perra en la que sólo se cosechan portazos, desprecio y jamás una caricia o un abrazo? Me gustó, aunque me quedo con la pena viva dentro del cuerpo. Gracias por visitarme. guidos
17-06-2015 "Y dejó que la vida se le fuera por las heridas". Impresionante. Un texto crudo que penetra en el lector. luciaelsol
08-06-2015 Es un texo que provoca mucha tristeza.Si lo entendí bien,se busca la droga como una contención. El afecto es indispensable para vivir y el pobre lo encontró en la peor parte***** Un abrazo Victoria 6236013
10-04-2015 Buena narración . autumn_cedar
30-03-2015 Tantas veces vemos deambulando a esos seres por las calles y no nos detenemos a pensar en cuanto sufrirán. La vida es injusta. Victoria 6236013
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