"Te vi aquella vez aparecer allí en la niebla,
de manera inesperada,
como un ángel que viniera a recordarme
que todos mis sentimientos tenían razón al seguir vivos todavía.
Sales de la noche una y otra vez,
para recordarme que estás ahí,
que siempre has estado ahí esperando con generosidad infinita,
con esa gratitud tuya que me resulta imposible descifrar.
Llevaré siempre conmigo las palabras de esa niña,
que cada noche les pide a sus ángeles
que le recuerden a ese hombre distante e irreal,
lo que ella siempre le ha querido.
Quiero que sepas de todas formas
que cuando apenas me quede un poco de vida
yo estaré aún esperando
por si salieras alguna vez de entre la niebla".
Texto agregado el 30-01-2016, y leído por 109
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Lectores Opinan
20-12-2017
Lo muerto al olvido.
Lo vivo a Vivirlo. MariaVg
22-02-2016
Qué bueno que vuelvas a escribir, amigo!!!*****
larsencito
31-01-2016
volví a leer tu texto y me puse pensar que la niebla e estos casos abre un esacio entre las mascaras y llas cavilaciones y entere ellas se suelen colar los fantasmas... JULIANGA