Año 2018
Los varios millares de inmensas naves semejantes a enormes discos luminosos tan grandes que superaban con creces los diez kilómetros de diámetro, empezaron a aterrizar sincronizadas y pausadamente en todos los rincones del polvoriento y reseco planeta conocido como Tierra, se fueron posando equidistantes unas de otras separadas por más de trescientos kilómetros, formando una perfecta malla de triángulos con naves situadas en cada uno de los vértices.
Y así por todo el polvoriento planeta, cuya apariencia era la de una bola de tierra requemada por el sol en la que no existía ni una gota de agua, ni mares, ni ríos ni hielos, ni valles, ni montañas, solo rocas y polvo.
Habían pasado solo unos minutos desde que las grandiosas naves habían tomado tierra, cuando se abrieron grandes portones por los que empezaron a bajar enormes ingenios mecánicos de más de doscientos metros de altura y no mucho menos de longitud y anchura y que gracias a las grandes orugas que tenían en sus bases se fueron desplazando con gran facilidad distribuyéndose por las teóricas líneas que unían unas naves con otras, posicionándose separados por unos mil metros, cubriendo así el espacio entre naves.
Todas las maquinas tenían la misma configuración, eran como grandes torres en las que en la parte más alta podían verse unas especies de proyectores, un tipo de antenas o algo parecido, los ingenios sin duda estaban dotados de un control inteligente que les permitía irse situando con precisión en posiciones sin duda predeterminadas de antemano, no se vislumbraba por ningún lado vestigios de vida, solo maquinas.
A las pocas horas de iniciado el despliegue, toda la tierra estaba cubierta por estos increíbles equipos formando una perfecta red.
Pasaron otras cuantas horas en las que esporádicamente las antenas radiantes o lo que fueran de vez en cuando emitían unos fuertes destellos luminosos que cubrían el cielo y que sin duda serian visibles desde otras partes del universo dado su potencia y brillo.
Pero súbitamente cuando no había pasado ni medio día según el calendario referido al giro de la tierra, las maquinas debieron haber completado su periodo de pruebas y todas se pararon a la vez, para pasados unos instantes cubrirse con una formidable luminiscencia sin duda de origen eléctrico, empezando a emitir potentes haces de luz hacia el exterior.
Si hubiera habido un observador en el espacio en ese momento se hubiera quedado asombrado de cómo instantáneamente la Tierra cambiaba de apariencia, pasando de ser una bola amarilla, rocosa, seca y polvorienta, a otra llena de color, en la que se podían ahora apreciar mares, ríos, cordilleras de montañas, zonas verdes y polos llenos de hielo, semejante a un bello planeta azul.
Y si hubiera podido tener una visión aun más aguda que llegara a la superficie, hubiera podido ver también ciudades, puentes, pantanos y carreteras que antes no existían y si aun pudiera llegar más allá vería que tanto los campos como las ciudades estaban llenos de seres vivos, de personas y animales, que se movían exactamente y que parecían reales.
Y es que las grandes maquinas que acababan de empezar a funcionar eran sofisticados y evolucionados equipos capaces de crear hologramas de altísima calidad y definición, emitiendo hacia el universo ipaisajes, escenas, construcciones y seres imposible de distinguir que no eran reales y que nunca habían existido y que eran solo imágenes que se emitían desde un planeta seco, inhóspito, árido y no evolucionado, la vida era y siempre había sido allí una ficción, la Tierra nunca fue un planeta habitado y nunca se desarrollo, desde el principio de las galaxias fue y es un planeta muerto, pero ocurrió que los habitantes del planeta UXT34-P75vb situado a millones de años luz tuvieron hace mucho tiempo la idea de crear una simulación sobre la posible evolución de la vida que pudiera servir de enseñanza y experiencia a sus habitantes.
El experimento se había iniciado hacia unos 4500 millones de años, momento en que la Tierra acababa de formarse y que fue cuando instalaron los primeros emisores holográficos, que ahora estaban sustituyendo por otros más modernos.
Durante todo este tiempo habían estado mandado hologramas realizados según un guion perfectamente estudiado y trabajado, creando una historia ficticia de cómo podía haberse desarrollado la vida a partir de unas premisas iníciales que también ellos definieron, las emisiones las ordenaron en forma de capítulos destinados a la educación en colegios y centros de formación en los que contaban muy detalladamente cómo podía haber sido la historia de un planeta durante todos estos millones de años, la supuesta evolución la habían condensado en capítulos adaptados a su medida del tiempo y a la enorme duración de sus vidas.
Las primeras emisiones comenzaron aproximadamente hacia unos 3800 millones de años, momento en que decidieron mandar los primeros hologramas de supuestos microorganismos, que hicieron evolucionar según fueron decidiendo, para pasar por las células, los vegetales primitivos, los primeros seres acuáticos, los anfibios, las aves, los animales terrestres, etc, hasta llegar a las emisiones de hacia unos seis millones de años en que decidieron dar paso a hologramas de los primeros primates, los homo sapiens después, el hombre a continuación, su evolución intelectual, sus ciudades y una serie de variantes como guerras y cataclismos que fueron introduciendo y que fueron siempre consideradas muy formativas por los estudiantes.
Y así hasta nuestros días en que están renovando los equipos para iniciar una segunda etapa que llevara a sus criaturas ficticias en su irreal mundo, a los hombres, hasta no se sabe dónde, es un gran secreto de los guionistas, ¿Programarían un gran cataclismo? ¿Harían surgir una raza superior? ¿Crearían un conflicto que les llevara a la autodestrucción como ejemplo para sus alumnos? ¿Cerrarían finalmente el programa y retirarían las maquinas abandonando la ficción y dejando la Tierra como en realidad era?
Ni tenemos la respuesta, ni es fácil el que la consigamos
Fernando Mateo
Febrero 2015