TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / walas / La Leyenda del Monstruo del Lago Ness

[C:566315]

-Bueno niños, ya es hora de dormir.

-¡Noooooo! ¡Queremos que el abuelo nos cuente otra historia!

-Vuestra madre manda, pequeños. Mañana os puedo seguir contando historias.

-Abuelo, abuelo, tú que lo sabes todo. He visto en televisión un documental sobre el monstruo del Lago Ness. ¿Existe de verdad?

-Mmm… Buena pregunta, chiquilla. Una vez me contó un amigo que un amigo suyo…

-¡Papá! Habíamos quedado en que se iban a acostar ya.

-¡Mamá, déjale que cuente lo del monstruo! ¡Porfaaaaa! ¡Nos iremos a dormir enseguida!

- Hija, si tú hacías lo mismo a su edad, jajaja…

-Bueno está bien, pero sólo una más…

-¡Biennnnnn! Sigue abuelo, ¿Qué te contó tu amigo?

-Pues me contó que hace muchos, muchos años, había una plañidera que…

-¿Qué es una plañidera?

-Es una persona a la que se le paga por llorar en un entierro. Claro, hoy en día nadie lo hace, pero antiguamente era una costumbre normal. Bueno, ¿por dónde iba? Ah, sí. Había una vez una plañidera que vivía en Roma, pero en la Roma vieja, la de los romanos que salen en las películas. Era una mujer muy triste y solitaria puesto que no tenía familia ya que sus padres la habían abandonado en el bosque cuando era niña porque les parecía muy rara.

-¿En qué sentido era rara, abuelo?

-A ver, diría que hoy en día es lo que llamarían autista, que son esos niños que no responden a los estímulos y que viven como en su propio mundo. A esta plañidera le pasaba lo mismo, era por ejemplo incapaz de llorar y nunca había llorado en su vida; sólo cuando iba a los funerales de otras personas era capaz de llorar y por eso trabajaba en ello, tanto para ganarse la vida como para poder desahogarse un poco. El caso es que la gente se burlaba de ella y eran muy crueles, así que la plañidera decidió que no quería vivir entre personas nunca más. Le preguntó un día a un soldado cual era el lugar más lejano de Roma y donde no viviera nadie y el soldado le dijo que más allá de Britania (lo que hoy conocemos como Gran Bretaña), hacia el norte, para él había sido como el fin del mundo, desierto y salvaje.

-Así que nuestra plañidera decidió irse para allá. No alargaré la historia, que ya es muy tarde, con las aventuras que vivió hasta llegar a lo que hoy conocemos como Escocia, en las Tierras Altas, pero consiguió su objetivo y se instaló en un valle entre montañas, completamente sola. Vivía de lo que le ofrecía la naturaleza y a su manera era feliz, nadie la hacía sufrir y por tanto no sentía esa angustia de tener ganas de llorar y no poder hacerlo.

-¿Y el lago, abuelo? ¿Y el monstruo?

-Paciencia chiquillos que ya llegamos a eso… El caso es que un día la plañidera se encontró en el bosque a un grupo de hombres muy extraños que eran druidas, claro que ella en ese momento no lo sabía. Los druidas eran como un grupo religioso de la época que adoraba a los árboles y a los que las tribus locales que se llamaban celtas consultaban en casos de necesidad. Invitaron a nuestra protagonista a vivir en un poblado celta y ella pensó que ya había pasado mucho tiempo sola y que tal vez esta gente era diferente. Y tenía razón, nadie se burlaba de ella y aunque no tenía amigos, la trataban con respeto y con eso le bastaba. Además cuidaba de una niña que era huérfana y que la recordaba a ella de pequeña. Pero ¿qué creéis que pasó?

-¡Que el monstruo del Lago Ness atacó el pueblo!

-¡Pero que imaginación que tenéis! No, no fue eso lo que pasó. Ocurrió que empezó una época de sequía y malas cosechas y la gente pasaba mucha hambre. Entonces la asamblea del pueblo decidió consultar a los druidas y se dieron cuenta de que todo había empezado con la llegada de la plañidera. Y como en esa época eran muy supersticiosos decidieron que había que sacrificarla para que los dioses volvieran a ser generosos. Gracias a Dios la niña oyó lo que decían y fue corriendo a contárselo a la plañidera, que huyó a toda prisa. Cómo no sabía adónde ir regresó al valle donde había estado viviendo.

-Cuando llegó se sentó en la ladera de una montaña y empezó a sentir una angustia y una tristeza tan grande que sin saber cómo se puso a llorar. Y lloró y lloró por todo el dolor que había sentido en su vida, por sus padres que la abandonaron, por los romanos que la trataron tan mal, por esa niña a la que ya no cuidaría más… Y tanto lloró que sus lágrimas inundaron todo el valle y así fue como se formó lo que hoy llamamos el Lago Ness.

-¡Guau! Vaya historia… Pero abuelo, ¿y el monstruo?

-Bueno, eso ya no me lo contaron, pero si queréis saber mi opinión, creo que el monstruo es la misma plañidera que después de llorar tanto se transformó y se quedó a vivir en el lago. Como la gente la veía como un monstruo porque no entendían, ella adoptó la forma de uno, y allí sigue viviendo escondida, quizá a la espera de que alguien llegue un día y con amor la libere de ese hechizo, o que ella tenga el valor de salir y enfrentarse al mundo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

-¡Ohhhhh! Qué bonito y qué triste abuelo.

-Así es la vida a veces, mis niños, así es la vida… Y ahora, ¡a dormir!

Texto agregado el 04-03-2016, y leído por 278 visitantes. (21 votos)


Lectores Opinan
12-02-2024 Como una bella leyenda celta, narrado creativamente y mucha imaginación, dulce y bonito. A Nessie le gustaría!!! ;) spirits
23-04-2016 Vaya, llevaba tiempo sin leerte y voy y me encuentro con esta historia tan preciosa. Mucha imaginación de principio a fin, y por ello, como siempre, un gusto leerte! Ikalinen
22-04-2016 que bella tu historia yosoyasi
15-04-2016 1* elvengador
04-03-2016 Excelente relato. Hermosa historia narrada con tal fluidez que las palabras se van paladeando hasta llegar al final. y realmente ha sido un muy buen banquete. UN gusto volver a leerte. Besitos. Betina Beticita
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]