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Inicio / Cuenteros Locales / senoraosa / El caballo del viento.

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El valle está tranquilo, los días parecen iguales, parece que nunca pasa nada. Aquí han nacido a aquí morirán, en este valle donde la comida está asegurada,.
Hay un potro que no se siente bien en está tranquilidad y se pregunta que hay tras las montañas. Le pregunta a los caballos que hay ahí y porqué nunca cruzan el valle.
Ellos siempre les dicen que sus antepasados ya vivieron en otros valles donde la vida resultaba bastante dura, que se habían enfrentado a muchos peligros y que ahora que tenían este valle no estaban dispuestos a vivir calamidades.

A veces cruzaba el río, un día se encontró con un caballo al que no había visto nunca. Era uno de los que había salido del valle. A Manu le gustaba su compañía, le hablaba de todo lo que había al otro lado de las montañas, de como rompió las reglas y se fue muy lejos y que por ello ahora no le admitían en la manada.

Una mañana encontró a Yacaré tumbado, le miró a los ojos y comprendió que ya le había llegado el momento de irse. Se tumbo a su lado y le acompañó sin más, su presencia le daría fuerzas para ese nuevo viaje. A veces se miraban y Manu en esos ojos comprendió muchas cosas, de la vida y de la muerte. En un momento dado Yacaré hablo:
_ Me voy amigo, te deseo lo mejor. Tu espíritu es rebelde, hazle caso, no lo mates. Gracias por tu compañía, adiós....

Manu volvió junto a los suyos y les contó lo que había pasado, todos formaron un círculo para despedir a su compañero.
Los días sucedieron sin más, hasta que una mañana decidió que era el momento de irse. Ya era un caballo fuerte y vigoroso, se sentía capaz de enfrentarse a cualquier situación. Fue a hablar con sus padres.
_ Hijo, sabía que este momento iba a llegar, espero que te hallamos preparado para enfrentar todo lo que te vas a encontrar y sobre todo espero que pronto volvamos a vernos_ Así habló Bereber, un caballo bello y poderoso que guiaba la manada.
Después fue a ver a Yaiza, la yegua que le acompañó durante su infancia y con la que iba a compartir su vida. Ella no estaba preparada para acompañarle, pero le iba a esperar y le echaría de menos.
A la mañana siguiente se puso en marcha empujado por una sensación de libertad que le hacía galopar más y màs fuerte. Luego tuvo que aminorar la marcha; el caballo viejo tenía razón, la montaña era dura y parecía no tener fin. El frío era cada vez más intenso y había zonas cubiertas de nieve donde sus patas se hundían y se hacía muy difícil caminar, paro Manu siguió adelante, soy libre, pensaba mientras continuaba la marcha.

Por fin llego a un parado donde la nieve se había fundido, aquí el frío era menos intenso, ahora podrá descandar.
Al despertar miró a ambos lados y no reconoció su valle, entonces se acordó de su viaje y se sintió un como desconcertado, no sabía que dirección tomar. Ya está, se dijo, seguiré al viento, ambos somos libres, hoy corre la brisa del norte así tomaré esa dirección.
El viento del norte era suave así como sus pasos, la hierba abundaba y no hacía mucho frío ni demasiado calor. Junto a este viento conoció otros animales que no había visto nunca, alguno se le acercaba y el orgulloso les decía: "soy un caballos del viento" voy a dónde el me guíe, soy tan libre como él"
_ Cuídate de algunos vientos_ le dijo un día un zorrillo que le escuchó, no todos los vientos son como este, algunos te llevan a sitios recónditos donde no crece la hierba ni maná el agua, ten cuidado con ellos, hay vientos que pueden volverte loco.

Un día el viento cambió, era caliente y cálido, el viento del sur y Manu le siguió. este le llevo por terrenos pantanosos donde el aire era irrespirable, casi no llegaba el aire a los pulmones. Tuvo que luchar hasta el límite de sus fuerzas.
Otras veces le llevo a lugares tan inhóspitos en los que la naturaleza parecía sucumbir al calor, donde parecía que nunca hubiera llovido, la tierra se rescrebajaba y el polvo y la arena casi no le dejaban ve. Aquí aprendió a caminar por la noche guiado por las estrellas y a refugiarse durante el día a la sombra de las dunas. Justo cuando no podía más vio a lo lejos unas palmeras y le llego el olor del agua fresca, ahí como surgido de la nada estaba un oasis en el que sació su sed, de nuevo sintió que no estaba solo, que alguien le guiaba.
Soplo el viento del este, era suave y calmado, un tiempo de reposo, donde reponerse de sus heridas. Un tiempo donde asimilar todo lo que había vivido, en el que poner orden a sus pensamientos o simplemente dejar de pensar y poder fluir.
Junto al viento del este conoció a un hombre sabio, al principio receló de él y no se quiso acercar, pero poco a poco se gano su confianza. Vio como sonreía a los pájaros y como abrazaba a los árboles, como los pájaros cantaban a su alrededor.
Un día sus miradas coincidieron y el temor de Manu se disolvió, el hombre acercó su mano y le acarició. Así pasaron mucho tiempo donde el caballo comprendió muchas cosas de la vida y del universo, donde comprendió que el viaje mas apasionante sería el de su interior.

Manu dejó que el hombre montara en él, En su paseos aprendió a comunicarse con los árboles y escuchar al viento para poder distinguir a cual segur sin tener que pasar tantos peligros y fatigas. También le dijo que no debía fiarse de todos los hombres, que muchos estaban dominados por la avaricia y el egoísmo, creyéndose superiores a otros seres. _ Ya sabes mirar, le dijo, no te fíes de los gestos o las palabras, solo mira a los ojos, ellos te hablaran.

LLego el día de partir, estaba muy bien con el hombre pero su destino era otro, no podía atarse a otro valle.
Por la noche se despidieron, les dio las gracias por todo lo aprendido, por el amor recibido- Te llevaré conmigo, le dijo sin palabras, hacía cualquier viento.
Nada más partir se encontró con ese viento que ya le habían advertido, era tremendamente fuerte capaz de levantar árboles arroyar animales, de formar torbellinos y barrer todo lo que se encontraba a su paso. El caballo lo escuchó, su ruido era ensordecedor:
_"Guárdate de mí, le decía, próteguete, retrocede".
Manu le hizo caso y volvió al valle, ahí todo estaba en calma. Encontró al hombre sentado en un árbol:
_ Has echo muy bien en volver, que bien que lo hayas escuchado.
_ Porqué hay vientos con tanto poder de destrucción? - le preguntó.
_ No lo sé muy bien, pero creo que es la manera que tiene la naturaleza de mostrarle al hombre su poder, sino esté ya habría acabado con ella en su afán de dominarla.
A los dos días el viento cesó y todo volvió a la normalidad. Manu se despidió de nuevo y reanudo su camino.
Llego hasta un valle muy hermoso guiado por el viento del norte. El aire era muy puro y aromático, estaba rodeado de naranjos. A lo lejos divisó una pequeña montaña y en lo alto pudo ver un monasterio del que salían unos cantos armoniosos acompañados por el sonido de trompetas y caracolas que parecían llamarle.
Abajo corría un riachuelo rodeado de banderines de colores, Manu los miró curioso, uno de los monjes se le acercó.
Le contó que eran monjes budistas y que cada día entonaban esos cantos para el bien de la humanidad,que los banderines mandaban los mejores deseos de paz, felicidad, armonía y amor a todos los seres del planeta, que se llamaban"caballos del viento".
Yo también soy un caballa del viento, les dijo, voy donde el viento me lleve y desde ahora llevaré vuestro mensaje.
Estuvo con ellos un tiempo aprendiendo mucho con su sola presencia hasta que llegó el momento de partir.
El viento del oeste le llevo a casa, de regreso al su valle. Yaiza le estaba esperando. -Anoche soñé contigo, sabía que ibas a volver
Manu y Yaiza formaron una familia, nuevos potros poblaron la pradera. La vida transcurría tranquila, solo que a veces Manu era llamado por algún viento.


Texto agregado el 20-03-2016, y leído por 360 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
28-07-2016 El caballo de toda mi vida ha sido para mí,uno de los animales mas admirados. Es limpio y además de muchas otras cualidades,muy inteligente. Escribiste la historia con encanto***** Victoria 6236013
28-07-2016 Es una hermosa historia que nos muestra facetas de los animales y de la naturaleza. El viento parece ser tan delicioso cuando se vuelve brisa ;pero debe tener su carácter,porque también puede destruirlo todo. La historia es atrapante .e gustó mucho***** Un fuerte abrazo. Victoria 6236013
21-03-2016 Que hermosa historia, y sobre todo, narrada poéticamente (ese embellece mucho el texto). Felicitaciones. 5* dfabro
 
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