Que nadie tome mi palabra,
pues gozosamente viaja por mi lengua
y se aferra al borde de tu oído.
Tu oído
cuenco abundante de sustantivos felices:
Mujer. Hombre. Sexo.
Tiene la tarde para ambos
algo de literatura incandescente
y despojados de incomodidades
leemos desnudos, los labios del otro.
Texto agregado el 09-05-2017, y leído por 258
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Lectores Opinan
12-12-2017
¡Cuánto erotismo! Precioso. Un beso, Carlos. carlitoscap