Los duendes y hadas han deambulado por mi jardín,
desparramando gotitas de roció por aquí y más halla también,
ellos se han escondido entre las hojas de los plátanos han amanecido muy enojadas,
al descubrir el brillo de las hojas mojadas puedo asegurar que han estado retozando,
los pétalos de las rosas han sido desojados,
ellos se encuentran dispersos por el pasto,
las enredaderas han sido trenzadas prolijamente ellas dichosas se muestran diáfanas, coquetas.
Los duendes y hadas pelean con la pichicha,
ella les hace frente indignada corriéndolos por todo el parque,
el alboroto es descomunal pero mi nido me tiene atrapada en su cálido cobijo,
no quiero ni tiene sentido despertar,
que se diviertan a sus anchas yo solo quiero acurrucarme entre tules de ensueños.
Los duendes y hadas han sido desalojados el sol los ha descubierto,
saben que ahora solo podrán volver cuando la oscura noche los apañe para esconder sus travesuras.
La luna es cómplice de sus andanzas.
Las estrellas son amigas fieles que los animan he incitan a jugar.
Los pájaros con sus trinos los llaman a la cordura.
Duendes y hadas no se pongan triste la fiesta mañana continuará.
CAL.COR