El dilema está incandescente debo decidir me apuran los acontecimientos,
yo que he estado preparándome internamente para vender la propiedad,
me he convencido que es lo mejor dejar mi pequeño mundo,
tener menos trabajo para poder viajar sin culpa con entusiasmo,
me sale está oportunidad de alquilar la cual no me agrada en lo más minino.
El dilema me tiene indecisa, preocupada, para nada conforme,
¿no será inconveniente alquilar?
una cosa es vender cerrar una etapa trazar un nuevo camino,
otra muy distinta es entregar mi casa, mis plantas, mis árboles a un extraño,
la seguridad de que serán cuidadas con amor, con esmero no tengo ninguna.
El dilema me causa incertidumbre devorando mi tranquilidad,
sé que partir sin mirar atrás no va hacer nada simple,
“aunque mi idea era vender”
mi intención era que no existiera ninguna posibilidad de poder volver al terruño,
el deseo es irme sabiendo que es el fin de una etapa culminada.
CAL.COR