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Misterio en un pueblito como tantos.

Aquél era un pueblito como tantos en un país como tantos, tranquilo y acogedor. La Iglesia, la escuela, un edificio donde se acomodaba fácilmente todo lo relacionado con la cobranza de, agua, gas impuestos municipales, teléfono, luz, etc, todo se podía encontrar allí, no había necesidad de nada más.
La comisaría, la farmacia, un pequeño hospital y el bar, ¿Qué más se podía pedir en un pueblo de dos mil habitantes? Además, la plaza que no podía faltar y un pequeño cine donde los sábados y los domingos por la tarde se reunían los jóvenes y los no tan jóvenes para disfrutar de alguna película de los años cincuenta ya que nada mejor ni más moderno llegaba al pueblo.
Un arroyo que pasaba le daba vida al pueblo donde los habitantes se dedicaban a pasar el rato con sus cañas de pescar sacando algún que otro pez aunque pienso que no era ese su objetivo sino reunirse con los vecinos y tener alguna conversación amable.
Así transcurrían los días, los meses y los años para aquella gente que vivía atrasada en todo, las noticias tardaban en llegar y cuando lo hacían ya eran viejas hasta que un día sucedió algo que alborotó al pueblo entero, una mujer fue encontrada por unos pescadores a la orilla del río, estaba muerta y con signos de descomposición.
La arrimaron a la orilla y por supuesto avisaron a la comisaría, el primero en llegar al lugar en su Ford del año mil novecientos sesenta fue el comisario Piedrabuena, hombre de unos cuarenta años, calvo y regordete, acompañado del agente de primera Estevez.
Allí no había una morgue por tal motivo hubo que trasladar el cuerpo al hospital y pedir que vinieran especialistas desde el pueblo más cercano a doscientos kilómetros del lugar.
Piedrabuena dispuso que Estevez se quedara cuidando el cuerpo mientras hacía averiguaciones para ver si alguien conocía a la desdichada mujer.
Dio la casualidad que un investigador privado pasara por el pueblo y se detuviera en el bar a almorzar y fue ahí que se enteró de lo que estaba sucediendo, era la conversación obligada de todos y cada uno de los pueblerinos.
Juan José Iriarte resultó ser el investigador que no dudó en prestar sus servicios al comisario.
___Lo tendremos en cuenta y muchas gracias por ofrecer su ayuda. Le dijo el comisario
___Voy a quedarme unos días en el pueblo pero no conozco un lugar donde hospedarme, ¿Puede recomendarme algún lugar?
___ Mire amigo, en este pueblo no tenemos hotel pero mi hermana alquila habitaciones a quienes están de paso, puedo llevarlo con ella.
___Muchas gracias comisario Piedrabuena estaré encantado de pasar unos días en lo de su hermana.
Acomodado el investigador en la casa de Mónica, la hermana del comisario, comenzó la investigación, acompañado del comisario fueron a ver qué habían encontrado los investigadores forenses que vinieron del pueblo cercano.
Según las huellas dactilares, la mujer se llamaba Alejandra Soca de treinta y seis años, casada y vivía en la capital. Había desaparecido de su casa una semana antes sin dejar rastro y su esposo que estaba de viaje no tenía ni la más remota idea qué estaría haciendo ya que estaban separados aunque no divorciados.
El cuerpo fue llevado a la capital para entregárselo a su familia y los diarios amarillistas sacaron cientos de conjeturas pero la policía no tenía pistas, el esposo de la mujer no se encontraba en el país y no podía haberla matado.
En el pequeño pueblo la vida continuó como siempre luego de algunos días, el investigador privado dejó la casa de Mónica Piedrabuena y se despidió del comisario prometiéndole que volvería, el pueblo le había agradado.
Pero a pesar de que todo había vuelto a la normalidad, el comisario no estaba conforme, se habían llevado a la mujer sin siquiera avisarle y ni siquiera al pueblo vecino y él en la capital sólo conocía a un político joven que se postulaba para presidente aunque no tuviera ni la décima parte de los votos para llegar tan alto y fue ahí que lo pensó mucho y llamó a su amigo para averiguar algo, no se quedaría de brazos cruzados así por que si.
Su amigo le contestó de inmediato y prometió llegar al fondo del asunto ya que si descubría al autor del crimen, podría levantar unos cuántos votos para su campaña.
Una tarde cuando el comisario se encontraba en el bar para un “refrigerio” como él le llamaba a un enorme shopp (cerveza), apareció su amigo el político.
___No sabes cuánto me alegra encontrarte, dijo el político a su amigo, tengo algunas preguntas que me agradaría que me contestaras.
___Hola Enrique, tanto tiempo sin verte pero dime ¿qué quieres saber?
___El día que encontraron a la mujer en el arroyo ¿apareció alguien desconocido por el pueblo?
___Déjame pensar… claro, ahora que me acuerdo, un detective privado vino a ofrecerme sus servicios aunque dijo no conocer a la mujer, estuvo husmeando por aquí pero no sacamos nada en limpio ya que ella no era del pueblo y aquí nadie la conocía.
___¿Te dijo por qué estaba en el pueblo?
___Me dijo que venía de paso y como en el arroyo se puede pescar pensó quedarse unos días.
___¿Lo viste pescando alguna vez durante el tiempo que se quedó?
___Ahora que lo mencionas… no, ni siquiera caña de pescar tenía, que curioso…
___Pedí una foto de la mujer con su esposo, me la van a mandar al celular en cualquier momento, creo imaginar quién es el dichoso investigador, me dices que le alquiló a tu hermana una habitación, podemos verla?
___Por supuesto que si, mi hermana está en la casa ahora.
___Hola Enrique, tanto tiempo, me dicen que quieres ser presidente, ¿Es cierto?
___Hola Mónica, si… en eso ando, jajaja
___¿Quieres ver el cuarto del inquilino? Pasa, aún no tuve tiempo de arreglarlo, tú sabes, con el trabajo y la casa no tengo mucho tiempo.
___No te preocupes sólo quiero darle un vistazo por si aparece algo raro, ni yo mismo sé lo que busco…
La habitación estaba algo desordenada pero al parecer nada fuera del lugar.
___¿Estas son las sábanas que usó el hombre? Te importaría que las mandara a la capital para que les hagan unas pruebas a ver si con el pelo que se le cayó tenemos su ADN?
___Por supuesto, puedes llevártelas menos mal que esta semana tuve trabajo extra y no me dio el tiempo para lavarlas.
Enrique se despedía de sus amigos cuando sonó su celular, era la fotografía que había pedido a la capital lo único malo es que era una foto de unos cuántos años atrás y se veía un poco borrosa, se la mostró a los hermanos Piedrabuena pero no pudieron reconocer a nadie.
Los días siguieron pasando hasta que una mañana, el comisario recibe una visita inesperada, el investigador había vuelto.
___Buenas tardes comisario, ¿cómo está usted?
___Buenas tarde, ¿qué lo trae por acá?
___Recuerda que le dije que volvería pues aquí me tiene, ¿su hermana aún alquila cuartos?
___Por supuesto pero déjeme avisarle ha andado un poco atareada y creo que tendrá que limpiar un poco antes de alquilarlo.
___Por mí no se preocupe puedo esperar…
Pero el comisario no solo le avisó a su hermana sino que llamó a su amigo Enrique y éste que se encontraba en la capital le pidió que lo entretuviera un par de días hasta que llegara al pueblo.
Luego de instalado en casa de Mónica el hombre sacó una caña de pescar del auto y fue directamente al arroyo.
Al segundo día, el político apareció con la fotografía prometida pero esta no era la misma que antes le mostrara a su amigo, en ella se veían varias personas , el esposo de la difunta, en una fiesta con amigos. Lo curioso es que en la fotografía había alguien conocido para el comisario, el detective privado estaba junto al esposo de la víctima.
Esa misma tarde, el político, el comisario y un agente se llevaban detenido al investigador que resultó ser un sicario pagado por el esposo de la mujer para que la matara y la llevara lo más lejos posible.
Con el hombre viajando en un patrullero hacia la capital, los amigos se reunieron para comentar el suceso.
___No sabes cuánto me alegro que se haya descubierto el asesinato de esa pobre mujer y todo gracias a ti, le decía el comisario a su amigo.
___No, no, yo sólo até cabos sueltos, si el marido no había estado, si un desconocido estaba en el pueblo tratando de meterse en algo que no le incumbía y descartando, por el ADN de las sábanas que fuera el esposo, lo demás fue gracias a la tecnología y un poco de suerte.
En estos momentos deben estar acusando al esposo ya que el sicario cantó como un canario, de investigador no tenía nada…
Y te cuento algo?, en los diarios dicen que gracias al cierto político…. Jajaja
___Ahora quiero saber ¿qué es lo que haces en este pueblito, he notado algo pero….
___Sabes que a ti no puedo ocultarte nada, le pedí a tu hermana que se case conmigo y ¿sabes qué? Me aceptó!!! Nos vamos a casar aunque no des tu consentimiento jajaja
Y así culmina la historia de un pueblito como tantos en un país como tantos.
Omenia.




Texto agregado el 26-07-2018, y leído por 91 visitantes. (13 votos)


Lectores Opinan
29-07-2018 El pueblito resultó un protagonista más, sumado a los demás personajes el relato se convirtió en detectivesco e interesante. vaya_vaya_las_palabras
27-07-2018 Me gustó la narrativa, tercera persona, dando voz a los personajes y se lee de un tirón, no decaé el interés. Abrazos y rosas sendero
26-07-2018 Lindo tu cuento, Omenia. Con ese sabor de pueblo y del buen hacer de un detective. Estupendo! Como dice Vicente, hay mucho parecido en todos los pueblos, hasta los enamoramientos. Bechis, amada amiga. SOFIAMA
26-07-2018 — Y entre misterio, investigación, sicario y rio revuelto ganancia del político: algunos votos y la hermana del comisario, en este pueblo muy parecido al mío en tiempos de niñez, incluso el comisario era muy parecido. vicenterreramarquez
 
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