Escribo las cosas que siento y no logro entender,
me deshago mientras otros piensan que muero sin fé.
Camino por las calles a solas por no tener a nadie,
por no arremeter contra el mundo,
por no revelar mis temores.


Me escapo de la rutina de vivir cada dia,
me muero entre copas, cervezas y sonidos estridentes.
Mis instintos se limitan a sentir lo que otros ignoran
y me educan los pocos que saben que no entiendo nada.


Salto y me muevo como si celebrara mi soledad,
me acompañan las que nunca sabran que he llorado,
me celebran los chistes las mismas personas que ayer no reian,
y me comporto como titere que se mueve al ritmo de la noche.


Escapo de los bares y las discos
con una de las que nunca me vera llorar,
limitandome a seguir el juego del destino,
a no alterar lo que el deseo puede regalar,
pasion, noche de movimientos sensuales y carisias inmorales
donde no importa quien tu podras ser mañana.


Para al otro día amanecer solo,
con un recuerdo marchitado por la rezaca,
con el telefono de alguien que quizas nunca llamaras
y con las ganas ahogadas en un par de horas de dulce placer