Va con onda, hummmmm, jajajja.
Creo que después de varios meses de chatear, la mayoría de la especie macho, me ha llevado hasta esa edad: ¿Porqué el hombre sigue tan alzado en el chat? ; ¿Porqué pasa sus horas removiendo el néctar de su miembro, en todas direcciones?, “Otros lo sabrán, y lo olvidaran...”, yo no.
La pregunta obligada se torna insoportable, en todos los horarios, de todos los días: “¿ Querés tener sexo?”; o en su defecto: “ ¿ Te gustaría conocerme más”; ¿ Dónde?, en el baño de la casa; ¿ Y qué?, su péndulo móvil que no conozco, ni me interesa conocer. ¿ Que pasa muchachos, ya no pueden manejar la testosterona?; ¿ Tan difícil es conseguir una mujer?, ¿ o simplemente el vicio, les gano de “mano”?. Sinceramente es lamentable, además de degradante, tener que soportar tanta conversación carente de profundidad, ( obvio que solo conocen, una sola clase de ella). Algunos empiezan tanteando el ambiente, para llegar al abanico onanista de su felicidad; otros, marcan la tendencia en las primeras frases: “¿Sos fogosa?”, ¡Dios!, y una trata de desvirtuar el tema diciendo; “depende”;” con amor”; “es algo íntimo”, como si les fuera a contar mi relación sexual de anoche; y mucho menos, si es que no lo soy. Uno tras otro, con la herramienta al hombro, sale a esculpir su deseo; ¿no se dan cuenta de todo lo que pierden?; es como una oferta gigante que les cuelga del cuello: “ Gran remate gran, pené a domicilio; ¡ llame ya !”.
Si una tuviera que elegir un hombre, sin duda que apostaría al inteligente; simpático; seductor; el que con palabras agradables y honestas, nos elevara del mundo a su lado; pero no, se empeñan en masturbar la mente de los otros, con el kamasutra, como libro de cabecera. Entonces sería de buen tino, que entraran a un canal porno, aunque veo que no les va; ya que la gracia está en convencer a las víctimas, de realizar todos sus gustos, a imagen y semejanza; por eso no cuajan en ningún canal; el primero, los satura a ellos; pero el otro, a nosotras. Se hace difícil entonces, obtener una solución plausible. He tratado de explicarles mi posición desde un principio; aunque creyeron que los quería excitar, de alguna forma diferente; expresé también mis frases más profundas, para motivar su pensamiento; gran error, me tildaron de frígida; así que solo me quedó una manera de responderles; ayudarlos a llegar a la madre que los parió, lo más rápido posible; eso sí, siempre con respeto por la sexualidad.
Ana.
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