Ya concluyendo la noche, el niño-a habia conversado lo suficiente con el anciano, el cual lo habia desafiado a vagar por la torre, llegar al ultimo piso y volver al primer piso sano y salvo. La Torre, estaba maldita, todos los espíritus del mundo llegaban ahí para ser juzgados, era el mismo purgatorio en la tierra, animales, personas, todas las almas de lo que uno se puede imaginar estaban ahí, malas y buenas almas por igual. El niño-a debería llegar al ultimo piso vivo y bajar vivo, lo habían seleccionado por ser el primero en todo, querían comprobar si él era el primero tambien en lograrlo. El niño-a algo fascinado dijo “lo lograre, yo hablo con espíritus y podré pasar fácilmente por los pisos”, el anciano a su vez le dijo “no te confíes hay espíritus que ni si quiera el mismo diablo los ha convencido y han quedado aquí para siempre y no piensan moverse de sus lugares”. Esto hizo que el niño-a se emocionara mas, incluso se entusiasmo tanto que se habia olvidado ya de que esa torre seria el lugar de su sepulcro. Se levanto de su silla y dijo “lograre subir y bajar esta antigua torre levantada, y el día que baje algo sucederá, lo presiento”, al oírlo con tanta gana, el anciano dijo; esa religiosa palabra que ya no se escuchaba hace mas de 37 años cuando las fuerzas oscuras que cayeron en la tierra, erradicaron todas las religiones del mundo; Amen y si mueres en el intento que en paz descanses. Sin esperar mas tiempo, el niño-a puso su pie izquierdo sobre el primer peldaño de la escalera, sintiendo que la gravedad aumentaba al doble, y su masa corporal quizá se triplicaba, cayo sobre los otros tres peldaños y vio como al anciano una gran sombra negra se lo llevaba, él creía que las fuerzas oscuras habían vuelto a aparecer, por el anciano al pronunciar Amen. Cerro sus ojos y cuando los abrió de nuevo miro hacia el segundo piso, oscuro pero algo iluminado por los primeros rayos de sol de la mañana, lo primero que vio después de eso, fue al alma del gato que habia matado el día anterior, lo más raro que encontró fue que el gato ahora estaba de su lado, él sería su compañero y vigía del viaje por “la antigua torre levantada”, el peligro comenzaba.