Datos biográficos:
Comencé a publicar desde enero/08 en fgcumba.blogspot.com. Escribo por necesidad, porque no tengo alternativa para lograr el equilibrio y la paz de espíritu. Estoy publicando porque sé que hay otros que les pasa lo mismo.
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Acerlerar, ineraccion y perdón

Aclaración: el poema surge por los errores del título.

El hacer y el desespero era.
La acción de penetrar
y el perdón
se abrazan sin el garrote
en la mirada.
Hay dejo de nostalgia
en la palabra
acorralada por el viento.
Y una prisa degollada
por el silencio.
Hay una espera
en el anochecer
prendido en fuego.
Y un adiós entre las piernas
incinerado por el verso.
Hay otro yo
emergiendo de las cenizas
arrojadas al vertedero.
Y un corazón derritiendo la armadura
tras el largo desvelo.
Hay huecos abarrotandose
del agua en otros huesos.
Y un devenir acuñando la frase:
voy al encuentro, voy al encuentro.



Entre el ocaso y la resurrección

La comprimida carne habitada
por un fantasma hermano
trae a la memoria
una vieja camisa de fuerza
puesta en la temprana niñez.
Las huellas imborrables
promueven la mudez
y remontan la memoria
a los primeros pasos dados
por tierra firme.
Las imágenes de la tirana
orbitan la sesera
recrudecen el miedo al desangre
arrojan al vacío las manos
y perpetúan la soledad.

Pero el olvido pierde hegemonía
con el verso sudoroso
de quien te habita.
Ese gigante endemoniado
va desdoblando
el mapa corroído por el tiempo
y gesta en su decir
el afán por descifrar y redirigir
sus líneas arcaicas.

Renace y mira a los lados el ente
embrutecido y sediento
que obliga al junte de los cuerpos.
Y el invidente atado al cerebro
remueve su costra milenaria y rocosa.
Y avanza surcando ese mar
bañado por la sangre
de los invadidos
y abraza tu cuerpo sitiado
por los soldados del averno.

La pasión dirigida
bombea el chakra pineal
sin crear el vacío
en ese otro punto energético
en la base de la espina.
Y sin ataduras ni sueños
prendados al amor eterno
e impuesto por avatares falsos
se enlazan los cuerpos sin forma
por mandato extraterrenal.


La ultima vocal

La primera
de la palabra corazón
el que nunca se entrega.
De lejos he de amarte.
Nunca tan cerca
como para volver
a desangrar mi piel.
He de escudriñarte
sin palabras delatoras
y con tijeras de acero
en la mano izquierda
listas para cortar
el cordón umbilical formándose.
Llevo una barra de hielo
en los bolsillos.
Mi sangre permanece
a temperatura ambiente
aunque la palabra despierte un volcán dormido.
Nadie me ha recorrido por dentro.
Hay un vacío inédito
en mis huesos
y una alcancía sin hueco
en mi pecho.
Me niego a ser nuevamente
el verdugo y el mártir.