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Inicio / Lista de Foros / General :: Anuncios / Gran Tributo a Pinoshiet - [F:12:11420]


meaney,18.01.2010
Sí amigo, el pueblo chileno ya mostró su amor a la grandeza de este gran señor, le han injuriado diciéndole asesino, como si no en realidad era un gran cazador. No es lo mismo. Le han dicho dictador, confundiendo esto con un hombre de convicciones. Tan fuertes eran sus convicciones que había quienes lo confundían con dictador. Le han dicho marrano, cuando en realidad lo que pasaba no era que oliera feo sino que sudaba mucho por tanto trabajar y meterse a las mazmorras en pro de la patria. Le han dicho mentiroso cuando en realidad era como un buen padre que oculta la tormenta para hacerse caso de ella y que nadie se preocupe. Le dijeron ladrón confundiendo su capacidad de ahorro.

Pero el pueblo de Chile no es tonto y hoy lo reivindica a uno de los cuidadores de sus ahorros. A una de sus personitas de confianza para que todos puedan de nuevo alabarlo.

Pero el tributo del pueblo de Chile puede no ser suficiente, así que ven aquí, y engrandece al amigo del progreso, la libertad y la igualdad.

Arriba Pinocho!!!!!

 
Bacha,18.01.2010
zzzZZZzzzzZZZ


 
meaney,18.01.2010
ya bacha es muy temprano para fumar, zzzzzzzz ya vite essa nuuuube, zzzzzzz queeee inteeeeensso zzzzzzzzzzzzz
 
colomba_blue,18.01.2010
ASI ME TORTURÓ MANUEL CONTRERAS EL JEFE DE LA DINA DE PINOCHET EN TEJAS VERDES, SAN ANTONIO - CHILE

DECLARACIÓN DE LUZ DE LAS NIEVES AYRESS MORENO

En Nueva York, estado de Nueva York, Estados Unidos de América a ____ días del mes de agosto del año dos mil, ANTE MI, Alvaro Zuñiga, Cónsul General de Chile en esta ciudad, comparece Doña Luz de las

Nieves Ayress Moreno (nacida en Chile con el nombre Luz de las Nieves Ayress Moreno, cuidadana chilena, de profesión tutora, domiciliada en Nueva York, Nueva York, EEUU, pasaporte No. 6.347.871-7) mayor de edad, quien demostró su identidad con su pasaporte, y expone:



1. Hago esta declaración para ser presentada como evidencia en los casos pendientes contra el General Augusto Pinochet y sus subordinados en Chile. Esta declaración la hago bajo juramento y en pleno conocimiento del delito de perjurio.

2. Los hechos son los siguientes: Nací en Santiago, Chile el 5 de octubre de 1948. Yo ingresé al Ejercito de Liberación Nacional de Bolivia, un brazo del Partido Socialista en Chile, en el año 1968, y, en 1973, seguía siendo militante y activista del ELN, trabajando con mujeres y niños en las poblaciones. También era estudiante de arte y periodismo en la Universidad de Chile. Posterior al año 1973, milité en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile (MIR).

3. A pocas semanas después del golpe de estado, yo estaba en la casa de la madre de una amiga mía que estaba presa, cuando, a alrededor de las 10 de la noche, llegó un grupo de oficiales de carabineros y me arrestaron. Me esposaron y me llevaron primero a la Escuela de Suboficiales de Carabineros, y, después de dos o tres días, al Estadio Nacional. (En el Estadio los carabineros me contarían que la madre de mi amiga me había nombrado con la esperanza de salvar a su propia hija.) En la Escuela de Suboficiales, me golpearon y me dieron cachetazos. También me tocaban el cuerpo, amenazándome con avances sexuales, y me insultaban. A los presos nos tenían en unas celdas que quedaban en la parte de atrás de la Escuela, en las caballerizas.

4. Después los carabineros me llevaron al Estadio Nacional, donde estuve presa alrededor de dos semanas, siempre a cargo de carabineros y no de los militares. Me tenían en una de las torres del Estadio, sola. Yo veía abajo a los otros presos, pero ellos no me veían a mí. A menudo me interrogaban, a golpes y puñetazos, siempre encapuchada. También me insultaban; mis interrogadores tenían acentos brasileros. Eventualmente un oficial me llevó a mi casa y me dejó en libertad.

5. Me detuvieron nuevamente a mediados de enero del 1974. Yo estaba en la fábrica de mi padre, que manufacturaba artefactos de laboratorios en San Miguel, cuando llegaron muchos hombres armados, algunos con uniformes y otros no. Entre ellos estaba "El Comandante Alberto el Esteban", un hombre que había infiltrado a varios grupos y movimientos de izquierda. Yo nunca confié en él, pero un compañero del Partido Comunista le había dado mi nombre de guerra y nos habíamos visto, así que él fue el que me identificó cuando me arrestaron. (Después salió en los medios de comunicación que había un "Plan Leopardo," una supuesta acción que pretendía hacer un atentado contra las torres de alta tensión que estaban en la población Violeta Parra. Todo esto del plan fue inventado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) para justificar el asesinato de todo el grupo de Legua. Yo caí a raíz de el supuesto "Plan Leopardo".)

6. De la fábrica me llevaron a la casa de mis padres, también en San Miguel, y ahí tomaron preso también a mi padre, Carlos Ayress y mi hermano Carlos ''Tato'' Ayress, y otros amigos que estaban en la casa. Yo me enteré cuando estaba en la calle Londres que ellos también estaban detenidos.

7. De nuestra casa me llevaron al centro de torturas en la calle Londres, donde permanecí alrededor de dos semanas en una celda, sola e incomunicada. Aquí fui torturada brutalmente. Los métodos de tortura incluían golpes, y choques eléctricos a todas las partes más sensibles del cuerpo, como los senos, los ojos, el ano, la vagina, la nariz, los oídos, y los dedos. También usaban un método de tortura que se llamaba "Pavo de Arara", en el cual me amarraban los pies y los brazos, me colgaban cabeza abajo, y me aplicaban choque eléctrico al ano. Otro método de tortura que usaban es "el teléfono," en el cual me golpeaban con fuerza los dos oídos simultáneamente. Me torturaban desnuda y encapuchada. Fui torturada en la presencia de mi padre y hermano, y una vez me forzaron a intentar el acto sexual con mi padre y hermano. Me forzaban a presenciar las torturas de mi padre, de mi hermano, y de otros conocidos que estaban presos. Varias veces en el baño de Londres me violaron.

8. En una ocasión me subieron a un camión, de noche. Yo estaba encapuchada, y no podía ver. Me dijeron que me iban a matar, y yo perdí la conciencia. Luego me acuerdo de que alguien me empujó, y yo me caí del camión. Al borde del camino escuchaba como pasaban los autos. No sé si estaban intentando matarme; no estoy segura que pasó después.

9. Aunque no supe quienes eran mis torturadores en el centro de la calle Londres, me acuerdo que tenían acentos extranjeros, argentinos y paraguayos. Ellos me convencieron que estábamos en Buenos Aires. Una vez durante las torturas me vino un choque al corazón, o algún tipo de ataque de corazón, y los torturadores se asustaron. Escuché una voz chilena que dijo dónde tenían que ir a buscar medicina, en la calle Arturo Prat, y así es como supe que estaba en Santiago. De ahí en adelante me torturaban hombres con acentos chilenos. M. D., quien después supe que había dado mi nombre bajo tortura, también estuvo en Londres durante este tiempo.

10. En febrero, probablemente a principios de febrero, me trasladaron a Tejas Verdes, y estaba nuevamente incomunicada, en una celda que estaba en un grupo de cabañas que se habían construido bajo el Presidente Allende como un lugar de veraneo para los trabajadores. El centro de torturas quedaba al otro lado de un puente, en el subterráneo de un edificio, donde habían celdas de cementos. Como siempre estaba encapuchada cuando me llevaban, no sé bien como era ese edificio.

11. Tejas Verdes era el lugar donde entrenaban a los militares para ser torturadores, y ahí sufrí torturas brutales. Me forzaban a hacer actos sexuales con un perro que había sido entrenado para participar en torturas. Colocaban ratas adentro de mi vagina, y luego me daban choques con electricidad. Al recibir el choque, las ratas se desesperaban y hundían sus garros en la carne de mi vagina. Se orinaban y defecaban en mi cuerpo, introduciéndome el virus toxo plasmosis. Los torturadores me violaron en muchas oportunidades, y me tocaban sexualmente, insultándome, y forzándome a tener sexo oral con ellos. Me cortaban con cuchillos; una vez me cortaron las primeras capas del vientre con un cuchillo, y perdí mucha sangre. También me cortaron las orejas. Aún tengo las cicatrices. Otro método de tortura era que amarraban mis brazos y pies, yo estando tendida sobre una mesa, y luego me estiraban los brazos y las piernas hasta que perdían la circulación. Muchas veces me torturaban sin interrogarme. Yo no sabía por qué me seguían torturando.

12. Una vez fui torturada directamente por Manuel Contreras, a quien lo pude divisar porque la venda que cubría mis ojos estaba floja. Después lo reconocí en fotos. El me torturó con otra mujer, una alemana que estaba presa y quien a veces la torturaban conmigo porque pensaban que nos parecíamos y que quizás éramos hermanas.

Ella era la ex-mujer de Bautista van Schown. Contreras daba órdenes y supervisaba, pero también participaba directamente en las torturas. En esta sesión, él me golpeó, me dio cachetazos, y me insultó.

13. En Tejas Verdes yo me puse muy débil y enferma; mi vagina y útero estaban infectados y muy dañados por la tortura. Un sargento me traía paños y vinagre para que me tratara de curar. Una vez me dijeron que yo había tratado de suicidarme, y me mostraron un cordel colgado del techo de mi celda, pero yo no tengo recuerdo de haberlo puesto ahí, y pienso que quizá ellos lo pusieron. A través de un pequeño hoyo en mi celda yo podía ver a quienes pasaban; a veces veía a mi hermano y mi padre. A mi solo me veían los otros presos cuando los guardias me llevaban al baño. A M D. también la habían trasladado a Tejas Verdes, pero no estaba incomunicada.

Ella es testigo de que yo estaba en Tejas Verdes, y probablemente vio en la condición débil en que me encontraba. Yo también fui testigo de cómo torturaban a una mujer embarazada, que se llamaba Ana María.

Un doctor la supervisaba, y les decía a los torturadores cuándo podían seguir.

14. En marzo de 1974 fui trasladada a la Cárcel de Mujeres en la calle Vicuña Mackenna, en Santiago, que estaba bajo la administración de una orden de monjas carceleras. Aquí yo estuve en libre plática, y me quedé en un patio con las otras presas políticas; a las presas políticas nos tenían apartados.

15. En abril me di cuenta que estaba embarazada, y esto lo confirmó el Dr. Mery, un doctor militar que ejercía en la Universidad Católica, y quien me dijo que yo debiera estar orgullosa de tener un "hijo de la patria". Mi embarazo causó gran controversia. A estas alturas mi caso era internacionalmente conocido, debido a los esfuerzos de mi madre y familia de denunciar lo que me estaba pasando, y también a que una mujer que estuvo presa conmigo en la cárcel de mujeres de Vicuña Mackenna había logrado sacar al extranjero una declaración mía. Fuí entrevistada por la Cruz Roja Internacional, la Comisión Kennedy, Amnistía Internacional, la Comisión Internacional de Derecho Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, por el Obispo Aristía de Santiago, un Dr. Phillippe, y por el Cardenal Raul Silva Henríquez, quien venía a ver a su sobrina, que también estaba presa. Un grupo de esposas de militares vino a visitarme, y me prometieron la libertad si yo no hacía mas declaraciones sobre mi embarazo y mi tortura, y me amenazaron con quitarme mi hijo una vez que naciera.

16. Las monjas ofrecían ayudarme a pedir permiso para un aborto. Yo no era religiosa, pero por estar en una cárcel cuidada por religiosas, tenía que elevar una solicitud al cardenal, y del cardenal al Papa. En Chile el aborto es penado por la ley de cinco años y un día. Yo estaba muy mal físicamente, y si me hacía un aborto clandestino en la prisión me podía morir, y por tal motivo decidí tener el hijo. Después de haber sobrevivido meses de tortura y detención, no les iba a dar el gusto a los militares de morirme. Sin embargo, en abril o mayo, comencé a tener mucho dolor en el vientre, y a perder coágulos de sangre. Aborté en forma espontánea. No recibí atención médica durante el embarazo ni la pérdida.

17. Yo nunca tuve un proceso legal. El General Bonilla, quien se interesó en mi caso, mandó un oficial a entrevistarme a la cárcel acerca de mi embarazo y del abuso sexual y otras torturas que había sufrido. En esta entrevista, el oficial me dijo que en un momento hubieron tres distintos procesos en contra mí, pero que los procesos eran tan contradictorios uno con el otro, que las cortes militares se declararon incompetentes en mi caso. Después hubo una orden de trasladarme al campo de concentración Pisagua, con pena de fusilamiento, pero el General Bonilla la bloqueó; él no estaba de acuerdo con el trato de los prisioneros y las prisioneras. Sin embargo, fuí condenada a estar presa "en virtud del estado de sitio."

18. Dos presas, M .D. y María Emilia Tijaux, estaban conmigo en la cárcel de mujeres, y son testigos del estado débil en que me encontraba. Eventualmente mi caso se puso demasiado complicado debido a toda la controversia que estaba causando, y, como no tenía condena oficial de la corte, en marzo del 1975 me trasladaron a Tres Alamos.

19. En Tres Alamos, donde permanecí hasta diciembre del 1976, fui sometida nuevamente a violaciones, amenazas, insultos, y otras torturas sicológicas. El Comandante Pacheco, quien estaba a cargo de Tres Alamos, me abusaba constantemente, sometiéndome a acosos sexuales durante casi dos años. Le gustaba pasearse por el campo de concentración conmigo a su lado. Yo estaba muy débil, y me desmayaba con frecuencia. Me quedaba en una celda con ocho otras compañeras. Otra presa, Marcia Scantlebury, también fue muy abusada por el Comandante Pacheco.

20. En la primavera, no me acuerdo en qué mes, nos trasladaron a las prisioneras de Tres Alamos por un mes a Pirque, en la cordillera, porque venía a Chile un grupo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y querían evitar una visita a Tres Alamos. Fue para dar una buena imagen ante la delegación de la ONU. Yo estaba muy deprimida, y me sentía ansiosa. Comía y lloraba mucho. La belleza del lugar de alguna manera me quebró sicológicamente.

21. Después de un mes nos llevaron de vuelta a Tres Alamos. Seguimos organizándonos para hacer trabajos de artesanía para vender afuera. Nacieron tres guaguas, y las cuidábamos entre todas. Mi madre y mis tías me visitaban en Tres Alamos. En esta época mi madre estaba haciendo las gestiones para que yo pudiera salir a Alemania.

22. En diciembre, salí expulsada de Chile por la dictadura con 17 compañeros y compañeras. La dictadura publicó un decreto especial para expulsarnos, dejándonos sin derecho de regreso. En esta lista estaban Gladys Díaz, Víctor Toro, Luis Corbalán, y 15 compañeros más. Muchas organizaciones internacionales, como la Cruz Roja, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, y "CIME", ALTO COMISIONADO DE LA N.U. y la solidaridad de los pueblos del mundo, ayudaron a sacarme. En Berlín tenía conocidos, y me quedé con Nuria Nuñez, y también con Gilde Botay. En este tiempo me dedicaba a denunciar públicamente lo que estaba pasando en Chile, y viajé mucho.

23. En octubre o noviembre del 1977, me fui a vivir a Cuba, y ahí recibí atención médica en el Calixto García, un hospital de La Habana. Me trataron por un virus toxo plasmosis, con el cual había sido infectado por las ratas, y que ataca la córnea del ojo. No podía tener hijos, y me reconstruyeron la vagina y todo mi cuerpo para poder engendrar. También me trataron por infecciones vaginales, por decalcificación, y por sordura, causada por la tortura "el teléfono." Me operaron las pies, que me habían golpeado mucho, y me arreglaron las cicatrices que tenía en el vientre y en las orejas. No me acuerdo de todos los tratamientos que recibí. El hospital tomó interés en el caso de mi familia, y nos entrevistaron a mí, a mi padre y a mi hermano, y nos dieron terapia psicológica. Cuba era la única parte del mundo donde nos podíamos operar ya que el costo era muy alto y ahí todo fue gratis.

24. He tenido muchas secuelas físicas y sicológicas debido a la tortura que sufrí en Chile. Tengo dolor permanente en el cuello, las manos, las rodillas y los pies. Tengo marcas y cicatrices en todo mi cuerpo. Cuando veo una rata, tengo un reflejo de dolor en mi vagina. También tengo un estado de ansiedad constante, y he tenido pesadillas y depresión. He superado algunas de las secuelas sicológicas, por ejemplo, el miedo al encierro que me surgió a causa de las violaciones que sufrí en el baño del centro de torturas de la calle Londres. Pero sigo siendo muy sensible emocionalmente. Mi familia fue destruida, dividida y toda mi vida cambió después del golpe militar.

25. Estoy dispuesta a viajar a Chile para atestiguar sobre mi caso, y los casos de mi hermano y mi padre.



ANTE MI QUE DOY FE:

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Luz de las Nieves Ayress Moreno
 
madrobyo,18.01.2010


¿Ganó Piñeira?
¡vaya!
 
wara,18.01.2010
Pinocho,Pinocho,,,ay de ese pobre muñeco de madera que no tenía corazón...
 
Grunwald,18.01.2010
 
Grunwald,18.01.2010
plop!
 
Vogelfrei,18.01.2010
El asesino que los juntaba en el estadio nacional para su hora final.-
 
Grunwald,18.01.2010
Sí...pero me gustaría hacer una pequeña aclaración:

1: Meaney es mexicáno, no está al tanto de la contingencia nacional, aunque vivimos en un mundo globalizado las noticias demoran en llegar, aunque más que las noticias, lo que demora en cambiar es la impresión de los países en el extránjero. Chile gozó hasta hace poco y desde los 90' de ser un país serio y próspero. Desde hace algunos años cuando la seriedad estaba dando lugar a la corrupción y la prosperidad a los números negativos y desempleo esa impresión se ha debilitado un poco.

2. Ciertamente hay muchos simpatizantes de la UDI y de RN que son nostálgicos de la dictadura, pero sin perjuicio de esto, no hay que engañarse con el cuco: esto no será una dictadura, algo parecido se dijo en este país, desde el otro bando, cuando salió electo Lagos. "Un socialista al poder, otro Allende, habrá que ser pronto colas y la cesantía llegará". ¿Pasó algo así? No.

3. Los del video son los mismos tontos del pasado, parafraseando a Meo: son los de la generación de la transición, los del "sí". Espero que muy pronto la etiqueta del "sí" y del "no" quede atrás, cuando ya sea redundante preguntárselo a alguna persona e inequívocamente seamos la mayoría del "no".
 
Grunwald,18.01.2010
*Habrá que hacer pronto colas
 
xwoman,18.01.2010
1. yo sí estoy al tanto.
2. lero lero!
 
lovecraft,18.01.2010
Viaje 2 horas para ir a votar y no sirvio de nada!
 
meaney,19.01.2010
claro que se de pinoshiet, asi le puse a una cucaracha del vecino que nos visitaba los domingos

meaney, restaurantero
 
kharey,20.01.2010
LÁZARO

“Volver en un diecisiete,
después de dormir por años…”

No estaba muerto
y remodelaron sus cenizas despreciables.
Su regreso triunfal tan esperado
en el cuerpo camuflado de un sosias
entre huestes por todos conocidas
los patrones afilando sus cuchillos
y las pirañas hambrientas al acecho.

Convencidas las ovejas ignorantes
es negra la noche nuevamente
luchas y tormentas se avecinan
persecuciones, dolor y muerte,
los derechos conculcados por los suelos
y gordas las panzas capitanas.

Goza el caimán del norte
preparando las ávidas faltriqueras
las riquezas por cuatro chauchas
y el control de la última esquina.
El socio primero ya espera.
 
pirin,23.01.2010
vayas que fuerte, lo de luz a pesar que durante la lucha contra la dictadura, me toco conocer muchos casos similares y de haber perdido compañeros, no deja de sorprenderme y de dolerme, por eso me considero un afortunado, tuve la suerte de no caer nunca,por eso me considero un sobriviviente,
 
meaney,24.01.2010
pero no fuera para bono y entonces si estarian formados para participar verdad, pero a penas se trata de un procer y todo se va a la mierda
 



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