TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Lista de Foros / General :: Anuncios / TRAJES DE PINOCHET - [F:12:9390]


colometa,11.08.2007
A 1400€ el traje, eso expuesto en una tienda de Santiago de Chile.
Que verguenza!!!!
Una tienda así no hay cojones a ponerla en España, ni en nombre de Franco ni de ningún dictador.
Amos, que no duraba el escaparate ni cinco minutos.

Hay que tener cojones a bajarse las bragas de esa manera.

Cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
 
Rene_Parra,11.08.2007
es cierto cada pueblo tiene el gobierno que se merece, pero creo que nadie merece que sus derechos humanos sean pisoteados, que se hagan actos de terrorismo en nombre de un ideal, pero al final de cuentas que vendan trajes de manera privada de Pinochet me da lo mismo, gracias a Dios es sólo ropa y como tenemos el gobierno que merecemos tenemos la libertad para vender o para comprarlo... uno es libre de elegir
 
cochalluyo,15.08.2007
Yaaaaaaaaa si si los compro todos y el dinero pa donde va????pa las arcas gubernamentales o para el cofre de la familia real???????seguro que varios cuenteros juntamos la plata y los compramos todos y hacemos una fogata enmedio de la playa e invocamos a los espiritus para mandarlos con una patada en la r........directo al infierno!!!!
 
colometa,15.08.2007
eso estaria bien
quemarlos y ojalá con él dentro
sisiisisisi
 
Agave-Azul,15.08.2007
pero si pinochet está muerto y fue cremado, que mas quemado que eso?, los recuerdos no los podemos quemar, las heridas tampoco
 
el_rey,15.08.2007
jajajajaja; el gobierno que merecen... ¿Han escuchado hablar de esa dictadura que se esconde bajo otra, haciéndose llamar "democracia"? Patanes!!! Nadie es libre de nada; sólo que los chilenos gilitos aún no nos damos cuenta que los "demócratas" llevan 17 años vendiendo un discurso lastimero pa que lloren con ellos mientras llenan sus bolsillos con nuestro dinero.

... soy chileno; ¿y?
 
colometa,16.08.2007
Y como buen chileno no luchas ni eres cívico ni solidario.

Como buen chileno no reciclas y consientes que en el super te den 80.000 bolsas para llevar 4 cosas, todo y sabiendo lo mucho que contaminan el planeta.
Como buen chileno derrochas el agua, algo que se está agotando en el planeta TIERRA.

Lo bueno del caso es que cuando lo decía me contestaban:
Acá hay mucha agua, o sea, es como decir:
A mi que coño me importa lo que pase en Etiopia!

Si, así sois, como buenos chilenos, SOLIDARIOS!!!

Como buen chileno que eres, en el metro de Santiago no dejan bajar a la gente antes de subir, ni respetan la cola en el mercado, y como buen chileno estás con la mierda hasta el cuello trabajando 10 o 12 horas diarias por 200 lukas y soy muy generosa respecto al sueldo pues las mujeres se ven mucho más marginadas, haciendo de nana en familias que no son la suya, o limpiando la mucha mierda que hay en las residenciales y sacando su porquería por 90 lukas al mes, ojo! trabajan de lunes a sábado, mucho más de 40 horas (y no quitan las telarañas ni los pelos de la bañera, yo me alojé en varias de ellas a lo largo de más de 2.000 km, así que no me digan lo de siempre, no generalices)
Por cierto, vine de Chile con los pies llenos de hongos, cosa que jamás me sucedió en España con todos los años que he sido campista.

y no hablemos de los camareros que tienen que poner en las mesas "su propina es mi sueldo"
que verguenza!
verguenza me daría a mi que alguien de mi misma profesión se viera en ese trago.

Como buen chileno no hay delegados sindicales porque los despiden y los compañeros no dan la cara por ellos.
Como buen chileno no luchas para que las mujeres no tengan que firmar vejatorios contratos de trabajo donde si quedan preñadas tienen el despido sin compensación ni finiquito.

Como buen chileno te pusiste de parte de Gran Bretaña en la guerra de las Malvinas.

Como buen chileno puteas hasta donde puedes a los compañeros bolivianos y peruanos que tratan de trabajar en tu pais, aparte de robar el agua a Bolivia.

Como buen chileno vives en un pais donde el Fondo de Salud (FONASA) sólo comtempla 51 enfermedades y aún así tienes que pagar 3 o 4 lukas por la visita (además de los medicamentos, vamos, en mi vida habia visto que las farmacias pusieran los medicamentos "en oferta"

-Compre este, es más barato!!!

Cuando eso lo receta el médico y peor aún, VENDEN PASTILLAS SUELTAS POR LA CALLE Y EN EL AUTOBUS!!!!

Asi que cuando una pobre mujer sin medios, porque trabaja por una miseria y ha de dar porotos a su familia, tiene picores vaginales, los va repartiendo por todos los wc que encuentra hasta que ahorra la plata para ir al médico, eso y que al marido le "embargan" entre un 8 y un 10% de su nómina obligatoriamente.

Como buen chileno consientes que el padre de una de mis mejores amigas que lleva trabajando en CODELCO, la mayor mina de cobre del mundo, más de 30 años, se esté muriendo de leucemia porque FONASA no cubre su tratamiento que cuesta 100 millones de pesos.

Como buen chileno si en un momento te da un dolor de barriga y no tienes plata en el bolsillo, el hospital no te atiende (y no puedes negar todo eso que digo pues lo viví cuando estuve allí

Como buen chileno, al padre de una amiga mia, cámara de televisión durante toda la vida, le atropella una micro mientras está trabajando y le despiden sin un puto peso.

Como buen chileno consientes que la gente viva y duerma en la calle, en esquinas como Diagonal Paraguay/Portugal (he vivido justo ahí y hasta he tomado copas con ellos, que pagaba yo, obviamente)

Como buen chileno eres hipócrita, pues siempre se webea a la hora de comprometerse y de dar una respuesta.
Como buen chileno, justo por eso, la mayoría de paises europeos no tienen tratos comerciales contigo.
(Vease incluso en el arte amatorio, se tienen que pasar meses "andando" lo que quiere decir que uno nunca está seguro de si tiene pareja o no, y luego viene el "pololeo" donde se supone que la cosa es más seria, pero aún así agarran con cualquier compañero/a de la U solo porque "tuvimos que dormir juntos por no pagar el colectivo" o porque iba "curao"
Esa es toda la excusa.

Como buen chileno te ajustas a que al trabajador se le impida abrir una cuenta bancaria, excepto que deje 425.000 pesos en depósito y cobrándole por las transacciones anuales, excepto tres al año, por lo que la gente no tiene cuentas bancarias, tiene que pedir permiso laboral (con lo que los sueldos bajan) para hacer cola a la hora de pagar el recibo de luz, de agua, de gas, de teléfono...
Lo he visto, colas que doblaban la calle, además con el riesgo que conlleva, pues todos los delincuentes saben que es "final de mes", que has cobrado y que te pueden atracar. Pero tú no luchas contra ello, ¿por qué crees que el gobierno no facilita la abertura de cuentas en el banco cuando con ello cobra impuestos?
Porque lava así el dinero negro y mientras eso se consienta el pueblo se va a la mierda.

Cuando lo propuse, la respuesta de los chilenos fue:
-Acá en Chile es así.

Pues que siga siendo.

como buen chileno no luchas, no peleas y te bajas los calzones para que te den por el culo.

Como buen chileno dejaste que se derramara en vano la sangre de muchos Grandes, como Salvador Allende y Víctor Jara.

Como buen chileno en Europa es posible que llenemos nuestros bolsillos con vuestro dinero, ignoro si es verdad, pero si lo fuera,
como buen chileno es porque te dejas y te lo mereces.

Asi que, como buen chileno, tienes que tragar la mierda que tu mismo cagas y webeas.

ACÁ EN CHILE, ES ASÍ.
 
el_rey,16.08.2007
¿Y qué mierda vienes a escribir salamerías?

¿Sabes sobre qué opinas, o tu opinión tiene base en un periódico extranjero?

... La sangre del gran Salvador Allende, quien hundía al país en una miseria absoluta...

¡¡Para comentar hay que informarse más allá de leer un pasquín en el quiosco de la esquina!!
 
colometa,16.08.2007
oh bueno, pido perdón, no sabía que hablaba con un fascista de mierda que reniega de Allende, visteh?
su sangre vertida en vano!
que mierda de fachas!
 
el_rey,16.08.2007
perdón, sra. ni en este país ni en cualquiera la gente me insulta gratis. No le he agredido, así que por favor guardemos la compostura (si acaso existe).

Renegar de Allende... no recuerdo haberlo hecho; sólo hice referencia a hechos comprobables y aludidos hasta por la concertación.

Pido y exijo respeto!!!
 
colomba_blue,16.08.2007
Y tú colometa, de dónde eres que te sientes con el derecho de hablar de todos los chilenos como si nos conocieras?
 
mandrugo,16.08.2007
Un chileno, el nieto del General Prat, asesinado por orden del dictador, escupió sobre el féretro del asesino de su abuelo, mientras otros chilenos compran los calzoncillos del tirano.
 
el_rey,16.08.2007
colometanselo hasta que nos pida perdón a los chilenos
 
Agave-Azul,16.08.2007
Colmeta es de España
 
---wow,17.08.2007
Colometa dice la verdad, acaso la verdad deja de ser verdad según cual el pais de quien la expone ?
 
barrasin,17.08.2007
Pero no generalicen con los españoles. Esta es la opinión de ella, exclusivamente.
Coincido que es una sanda de estupideces.
 
colomba_blue,17.08.2007
Generalizar sería caer en el mismo error de rosita, la de los hongos en los pies.
 
---wow,17.08.2007
Rosita es la de los hongos en los pies? Pues tu, colomba_blue, con el veneno que destilas en ese cometario, tienes los hongos en el ojo del culo.
 
---wow,17.08.2007
bcolomba_blue,16.08.2007 /b
iY tú colometa, de dónde eres que te sientes con el derecho de hablar de todos los chilenos como si nos conocieras?
/i

Es que para conocer a las personas, hay que ser de su pais?

 
patriciowk,21.08.2007
el castigo a los chilenos porque no mataran a pinochet fue tenerlo de dictador eso dice mi abuelo anarquista
 
Excento-de-culpa,21.08.2007
El castigo para patricio será escribir mil vecé.

Abuela abuela abuela.

¿Tu abuelo es anarquista patricio?
 
patriciowk,21.08.2007
castigo aceptado

abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula
 
patriciowk,21.08.2007
esta bien o escribo 1000000 veces?
 
Excento-de-culpa,21.08.2007
10000000000000000 veces.
 
patriciowk,21.08.2007
OK

abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abula abu
 
patriciowk,21.08.2007
perdon que no hice el ejercicio completo pero podria retardar un poco la carga de la pagina
 



Para escribir comentarios debes ingresar al sitio: Ingresar


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]