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Inicio / Lista de Foros / General :: Ensayos y Comentarios / Muammar al-Gaddafi - [F:4:11899]


ergozsoft,27.02.2011
Kadafi, el inefable imitador del ilustre argentino Alberto Olmedo, afirma hoy Al Qaeda es el culpable de todos sus males. La paradoja es que EEUU lo niega y acusa al "hèroe libio" de ser el malo de la pelìcula.

Varios pancartistas de este sitio guardan silencio...

Seguramente esperan deficiones de sus lìderes mentales para que sus notas no desafinen en la opereta que preparan Chavez, Fidel, Kristina y otros iluminados.

ergo ¿pensaràn algun dia por si mismos?
 
madrobyo,27.02.2011
¿Quién es Libia?
 
hippie80,27.02.2011

Don ergo, no joda con los grandes lideres americanos, estadistas famosos que la historia americana recordara con frases de oro... grandes libertadores del nuevo continente, en especial el presidente Hugo Chavez y Cristina la gran lider del cono sur.-

 
madrobyo,28.02.2011
Hugo Chaves y Criztina suena a novela mejicana con guión colombiano, dirigida por bolivianos y con actores peruanos. Tienen torcido el cerebro.
 
meaney,28.02.2011
e intendentes guatemaltecos, no lo olvides.
 
colomba_blue,28.02.2011
Y decoradores chilenos, por el mal gusto de la mise en scène.
 
madrobyo,28.02.2011
no olvidar, narradores y traductores mejicanos.
 
negroviejo,28.02.2011
Obsevación. Argentina tiene un gobierno peronista y el peronismo con Cristina o sin Cristina nunca, fue, ni es, un partido de izquierda. Ejemplo: si en la próximas elecciones, Cristina se presenta como candidata por un verdadero coalición de izquierda como el Partido Obrero o el MAS y Ergo lo hace por el peronismo, gana Ergo.

Por otra parte los izquierdistas argentinos que hablan hasta por los codos de Fidel y Chávez, jamás irían a vivir a Cuba o Venezuela, en cambio lo harían gustosos a Francia, Italia, España, Suecia o cualquier otro país capitalista. Esta es la verdad argentina.

Con respecto a Kadafi, murió hace años, y fue reemplazado por Olmedo que fingió su muerte. El líder revolucionario que ahora trata de destronarlo es, ni más ni menos, el Facha Martel.
 
ergozsoft,28.02.2011
El Negroviejo se la sabe lunga, màs por viejo que por negro.

ergo, un zurdo derechoso
 
guy,28.02.2011
«Jamás puede ser oprimido injustamente un hombre que se halla a la cabeza de una ciudad por la ciudad misma que gobierna» PLATÓN, Gorgias (519c).

Dos mil cuatrocientos años al pedo.

Atte. Jipi80.-
 
negroviejo,01.03.2011
Bueno, por eso mismo el grito que se escucha entre los partidarios del lÍder, es:

¡KADAFI, PLATÓN, UN SOLO CORAZÓN!
 
guy,01.03.2011
No. Platón lo habría mandado a matar al tarado ese. Creo que no leyó bien.
 
hippie80,01.03.2011

El Eje del Mal no debe apoderarse del Mundo.-
 
meaney,01.03.2011
pseeeee
 
meaney,01.03.2011
no, digo nooooo, no debe apoderarse del mundo.- .- .- .-
 
hippie80,01.03.2011

Don ergo no ha pensado bien, qué sería de America sin sus grandes líderes... Cristina, Lula, Chavez, Evo Morales, Correa... el continente caería en manos y dominio del eje del mal para su destrucción absoluta y definitiva.-

 
mcrist,01.03.2011
Ohhh, volvimos a los delirios?... quien lo informa?
 
Aristidemo,01.03.2011
bMessi, el ídolo de los libios/b

iBengasi.- Messi dice que lo que pasa en Libia ahora es una verdadera carnicería”, reza la pancarta que enseña Mohamed, un adolescente de 13 años, en el centro de Bengasi (este), en una particular forma de utilizar a su ídolo futbolístico para apoyar la rebelión contra Gadafi.

“Lionel Messi es el mejor jugador del mundo y me pareció bien mostrar lo que piensa sobre lo que está pasando en nuestro país”, explica Mohamed, que tiene las mejillas pintadas con la vieja bandera libia (roja, negra y verde) previa a la revolución de Muamar Gadafi.

Mohamed participa habitualmente junto con su familia en las protestas frente al gran tribunal de Bengasi, segunda ciudad libia, mil km al este de Trípoli, y en manos de la oposición desde hace más de una semana/i

[...]

iComo dato curioso cabe señalar que el estadio del Al Ahly de la segunda ciudad libia lleva el nombre del presidente venezolano Hugo Chávez/i. jojojo


http://www.mileni...


Se me hubiera oucrrido decir que la opinión de un pinche futbolista, en estos casos, es tan útil como la opinión de mi suegra en cualquier caso, pero como veo que los arJentinos creen que todo tiene que ver, de alguna forma, con ellos... pues acá está.
 
ergozsoft,01.03.2011
Resulta risueño que justamente EEUU se rasgue las vestiduras por las masacres que lleva a cabo Kadafy en su alocado intento por continuar en el poder. Justamente EEUU...

ergo, cosas vederes Sancho

 
Al_Acecho,01.03.2011
Resulta risueño que justamente ergoszoft se rasgue las vestiduras por las EEUU cuando fue el imperio yanqui el que avaló las masacres que llevó a cabo la dictadura argentina de Videla y compañía, en su alocado intento por continuar en el
poder. Justamente ergoszoft...

Cosas veredes. Sancho. Veredes, dije...
 
Al_Acecho,01.03.2011
Cómo? No sabían los nuevos en la página que ergoszoft añora a la dictadura? Claro.
 
ergozsoft,01.03.2011
Ninguna sorpresa. Conozco bastante de fanàticos pancartistas que recitan sus slogans desde el anonimato. Hasta me atreverìa a apostar que simpatiza con "La Càmpora"

ergo, que los he padecido
 
el_tabano,01.03.2011
Aunque de costado, relacionar Videla y el proceso argentino con Gaddafi me parece demasiado. Sin desvalorizar las persecuciones y las desapariciones en esos siete años del proceso argentino. Y agregando que Gaddafi fue apoyado hasta no hace mucho por organismos internacionales y la dictadura argentina nunca fue reconocida. El petróleo lo es todo.

 
Al_Acecho,01.03.2011
Una dictadura es una dictadura, esté donde esté. Y los yanquis son los yanquis, estén donde estén. Pero al bueno de ergoszoft le sirven los yanquis cuando matan y desaparecen por razones "ideológicas", pero es uno más de lote que arranca de intifada a apedrearlos cuando el barco se hunde. Mal amigo.
 
el_tabano,01.03.2011
¿Será así, que los yanquis intervienen por cuestiones ideológicas? Después del fin de la guerra fría, yo creo que sólo hay cuestiones de recursos para la supervivencia, como petróleo y agua. Una cosa es el discurso público y otra los convenios a los que no le escapan ni Cuba, ni Venezuela, ni China.
 
ergozsoft,01.03.2011
Afortunadamente, existe en latinoamèrica un sentimiento de animosidad para con EEUU, razòn por la cual no vale la pena que comente mi posiciòn al respecto. Sin embargo, conviene conocer y adoptar una virtud del enemigo comùn tal cual es que respetan, fronteras adentro, ciertas reglas de juego democràtico. No se le ocurrirìa al gobernante yanqui modificar su constituciòn para eternizarse en el poder como pretenden Kristina, Chaves, etc

ergo, chupate esa mandarina
 
Aristidemo,01.03.2011
pffff

juajua

http://www.scribd... cognicion-social


luego me cuentan, opinólogos.

 
Al_Acecho,01.03.2011

Los intereses materiales son hijos de los intereses sociales. Para mantener el status quo, los yanquis intervienen directa o "solapadamente", con convenios o financiando cipayos donde se les parezca. El petróleo es necesario para mantener tranquilos a los obesitos de yanquilandia, esto es, que el orden social impuesto por el poder de la clase dominante no se les vaya al carajo. Son macanas que respetan el juego democrático. Una prueba son las elecciones que llevaron a Bush junior al segundo período.

Chupáte esa media, ergo.
 
Al_Acecho,01.03.2011
Si querés hablamos de los presidentes asesinados...
 
trochemoche,01.03.2011
Hola-No sé si Gaddafi fue bueno o malo para su pueblo.
De lo que estoy convencido (miren que inteligente que soy) es de que aqui se juega la posesión del petróleo.
Si no entran a sangre y fuego en Libia es porque aprendieron con Kuwait e Irak. Invadieron exitosamente pero todavía está apagando los pozos de petroleo que dejó incendiándose Saddam.
Por eso eligieron la receta del derrocamiento por "vía revuelta popular".Los pozo estarán en servicio rápidamente.Abrazos cálidos ,fraternos y todo eso.
 
negroviejo,01.03.2011
La pregunta que debemos hacernos es que significa la palabra, izquierda, en el mundo de hoy. En el segundo tercio del siglo XX tenía un significado claro, apoyar las políticas sustentadas por la URSS en contra de imperialismo norteamericano y sus socios europeos (OTAN). Esta disyuntiva se daba en todos los países del mundo con el apoyo tácito o explícito de las dos grandes potencias, que en algunos casos como Corea o Vietnam se convirtieron en guerras declaradas. Para quienes simpatizaban con aquella izquierda, la palabra que servía de norte y objetivo era REVOLUCION, con la consecuente estatización de la propiedad privada, reforma agraria etc. etc.
Hoy, ante la evidencia del fracaso soviético que dejó una Rusia desvalorizada, una China que ha logrado un crecimiento desmedido pero que lo único que conserva de la vieja ideología es el autoritarismo porque en todo lo demás es absolutamente capitalista, al punto que importantes capitales internacionales están radicados allá y que hay tantos millonarios chinos como norteamericanos, una Cuba que persiste en su modelo soportando un bloqueo que la ha convertido en un país en ruinas, la palabra Revolución, es impensable. Menos en un país como Argentina donde no tiene ningún sustento popular. Los partidos de izquierda unidos, en cualquier elección, no obtienen ni el 5% de los sufragios.
Entonces, el viejo izquierdismo ha sido reemplazado por otra corriente política, que no es por cierto muy nueva pero que ha tomado auge en la última década, el Progresismo. Y esta tendencia está presente también en todos los países del mundo, incluído EEUU donde se la conoce como liberalismo y en Europa como Democracia Social. Ahora bien, ser progresista no significa querer cambiar el capitalismo por el viejo comunismo, sino, limpiarlo, humanizarlo crear las bases para una justa distribución de la riqueza terminando con la explotación del hombre por el hombre pero sembrando la cultura del trabajo en un clima de respeto por el medio ambiente y los derechos humanos. Y bien aplicada, funciona, así lo demuestran los países escandinavos que aun monàrquicos y capitalistas han eliminado la miseria y provisto de todos los derechos a sus habitantes. Lo que es seguro que mal aplicada surte un efecto contrario. Las regalías, la permisisvidad, la demagogia, el sembrar la idea que el Estado debe ser proveedor de felicidad, solo conducen al naufragio.
 
hippie80,01.03.2011

Sorprendente lo que dice negroviejo... "limpiar, humanizar el capitalismo". Eso es imposible pues el
capitalismo está inspirado en pensamientos satánicos que procuran la destrucción del Hombre y del planeta.

Quizás el capitalismo sea el Anti-Cristo anunciado en las Escrituras y por tal motivo, el ser demoniaco que evita el surgimiento de la humanidad.-

 
ergozsoft,01.03.2011
1) Cuando se terminan los argumentos lògicos y racionales siempre queda recurrir a la supercherìa.

2) EEUU es un enemigo poderoso, debièramos estudiarlo concienzudamente si queremos tener alguna posibilidad de èxito en un eventual enfrentamiento, mientras tanto resistir como se pueda. Tomemos por ejemplo el nivel de conocimiento que alcanzan los niñitos yanquis en la escuela primaria y comparemos con los nuestros. A poco de transitar esos caminos estoy seguro que encontraremos coincidencias en què debièramos invertir màs y mejor en educaciòn. Uno de los pilares del imperio es su desarrollo tecnològico, èste le permite pisotear a los paises dèbiles. De poco valen razones y pancartas frente a un portaviones nuclear apoyado por redes satelitales. El cambio es posible, pero no se consigue con grititos histèricos sino con trabajo, tiempo y esfuerzo. Prefiero imaginar ese cambio en paz, pero...

ergo, hay que prepararse para la guerra
 
ergozsoft,01.03.2011
3) Chè Negroviejo, respecto de lo que significa la izquierda, prefiero remontarme a su gènesis: Un izquierdista se opone al orden social constituido. De acuerdo con esto, en la cuba de Fidel, el oficialismo es la derecha.

ergo, paradòjico
 
negroviejo,02.03.2011
Ergo

En realidad la izquierda admite variables, una de ellas es el anarquismo, término que ya reviste carácter de arcaísmo.

"Doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder"

El comunismo propugna un orden social constituido desde el Estado.

Pero en realidad lo que yo trato de expresar es que toda persona bien nacida desea lo mejor para la humanidad, salvo aquellos que priorizan los intereses sectoriales por encima de cualquier otra cosa y que son los que hay que combatir y coincido en que éstos pertenecen al sistema capitalista. El hippie 80 se juega la vida a que no es posible cambiar al capitalismo, pero la historia demuestra que no es asi.
El capitalismo de la primera revolución industrial no era igual al imperante a principios de siglo XX y éste tampoco es igual al de nuestros días. Cincuenta años atrás un negro en EEUU cobraba la mitad del salario de un blanco, viajaba en los asientos de atrás de los ómnibus y no tenía acceso a la educación universitaria. Hoy el presidente es negro. Pero la cuestión de fondo es, si terminás con el capitalismo por que sistema lo reemplazás y no me digas que por el comunismo porque ya no camina ni en China.

Por eso, insisto. el camino lo marca la democracia social, a la sueca, que con toda la pompa de la monarquía es un país industrial de la puta madre pero que le saca a los ricos la mitad de sus ganancias para que su proletariado tenga acceso a la educación de primer nivel, la salud, la vivienda digna e inclusive el esparcimiento.

Pero como bien decís vos, para llegar a eso primero hay que educar. Sin educación y con un revólver en la mano saltaremos de la sartén para caer en el fuego.
 
hippie80,02.03.2011

Así es negrito, no creo la derecha sea mejor en la actualidad, dudo algún iluso crea. Su esencia es la
destrucción y el dominio de los pueblos y sus habitantes, la sobre-explotación del planeta y su colapso. Recuerde que Francia y su gobierno terrorista hundió el barco de Green Peace para así poder continuar con la destrucción de los océanos.
Los gobiernos europeos que señala y cuyo éxito social constituyen admiración del orbe, han logrado aquello justamente por oponerse al capital y sustentar que el ser humano y su entorno es más gravitante.-

 
ergozsoft,02.03.2011
Hilando fino, debièramos hacer una diferencia entre capital y acumulaciòn de capitales. Es la excesiva acumulaciòn lo que convierte al capital en un temible factor de poder. Si reconocemos esta realidad podrìa la sociedad organizada tomar ciertas medidas que permitan corregir el problema en forma gradual, no en el lapso de una vida humana sino pensando en un par de generaciones. Limitar la herencia y crear un sistema de impuestos racional, creo yo, es el mejor camino porque implica evoluciòn en vez de revoluciòn.

ergo, caminando despacio se llega lejos
 
negroviejo,02.03.2011
Ese es el camino. un socialismo en el marco de la democracia y el estado de derecho con respeto por la propiedad y la iniciativa privada, sancionando severamente la corrupción y priorizando una justicia social que garantice el acceso a una vida digna para todos. Parece una utopía, pero lo es menos que un comunismo coreano, vietnamita o camboyano, sistemas que pueden ser implementados en sociedades orientales pero inviables en nuestro medio.
 
hippie80,02.03.2011

El socialismo notable y exitoso es el que construye el presidente Hugo Chavez en Venezuela y ha logrado integrar a varios países socios de ideologías similares.
Principales aliados de Venezuela y su proceso ejemplar encontramos a Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil entre otros.-

 
ergozsoft,02.03.2011
Don Jipie ¿què fumàs?

ergo, Brasil y Venezuela no se mezclan
 
meaney,02.03.2011
no sabia que los paises tenian ideologias, yo pense que quienes las tenian eran las personas, supongo que era porque no habia entendido que el pais x tiene la ideologia de su presidente o dictador

tampoco sabia que la dictadora de argentina tenia la misma ideologia que el dictador de venezuela

por favor jipi siganos aclarando las cosas
 
trochemoche,03.03.2011
Sr Meaney :Si no es abusar.¿Podría Ud.definir por que la Presidenta de la Argentina es una dictadora-?
Ganó mediante elecciones libres.
En el país existe la división de poderes (ejecutivo-judicial-legislativo)
En el poder legislativo no tiene mayoria.
La Corte Suprema no es adicta .
No hay presos políticos.
No se ejerce represión armada a las manifestaciones de protesta.
No ha intentado asumir el poder absoluto.
Existe libertad de prensa.
La Oposición se expresa libremente

Acláreme su concepto porque me desorientó.


 
hippie80,03.03.2011

Bueno sr. meanye, ya ha sido aclarado respecto a Cristina, la gran demócrata americana, defensora de la paz americana (citó a reunión urgente de UNASUR cuando se instalaron en colombia las bombas apuntando a los países americanos), eso le demuestra a ud. que es una líder indiscutible, enemiga declarada del eje del mal y su frase célebre en el mundo cuando Honduras derrocó al presidente legalmente elegido por un anciano decrépito : "Es el regreso a la Barbarie".-

Solo una estadista de altura como la Gran Cristina puede entregar al mundo frases de tal sabiduría política.-
 
ergozsoft,03.03.2011
Ademàs, Kristina hizo su fortuna trabajando.

ergo, juàaaaaaaaaaa
 
meaney,03.03.2011
el eje del mal, ejejejejeje
 
negroviejo,03.03.2011
Hablando de Khadafi

http://www.lanaci... utm_source=newsletter&utm_medium=titulares&utm_campaign=NLTitu
 
trochemoche,04.03.2011
No hubo un aporte constructivo frente a mi pregunta.
Los sarcasmos e ironías entendibles sólo para un reducido grupo de participantes de este foro,solo aumentó mi percepción de una patética languidez
participativa.

 
ergozsoft,04.03.2011
Tiene ostè razòn trochemoche, los kirchner no son como Kadafy.

ergo, serà porque no los dejan
 
negroviejo,04.03.2011
Es verdad trochemoche, nadie está comparando a Khadafi con los K. En realidad en tren de comparar al libanés habría que pensar en el camboyano Pol Pot o, más acertadamente, en el recordado personaje de Olmedo.
 
guy,04.03.2011
No se ponga nervioso, trochemoche. Meaney es mejicano y, sarcasmo o chiste al margen, habría que ver qué dicen allá de nuestro gobierno.
Yo encuentro en el show mediático puntos en comunes con los milicos. Si alguien vio ese programa de tarados, 6 7 8, es notorio cómo censuran a cualquier boludo por minucias a la manera de los milicos (lo que hicieron verbigracia con un comentario de De la Puente no tiene desperdicio); hasta sacaron de contexto una frase del pobre puto de Balbín estos caraduras para usarla como muletilla de una más de sus pelotudeces. Se jactan de dar fútbol para todos (como los milicos en el mundial ese de mierda) porque, según afirmaron, el negocio del fútbol iba a dar ganancias al país y demás pendejadas. Ahá, pero lo único que hacen es pasar propaganda de ellos mismos al pedo a la manera de Pavlov con sus tristes perritos, y entonces ¿de dónde van a sacar la guita para pagar las transmisiones? Pf, del ANSES, del PAMI y de los impuestos, digamos. ¿Por qué, ya que estamos, no hacen lo mismo con la Quilmes o con el Termidor? Ah, y dicen que dan netbooks a los estudiantes. Muy bien, habrá más población en Facebook y en una de esas le saturamos el Messenger mierdero al forro de Bill Gates.
Pero a mí no me termina de cerrar el discurso de la educación. Digo, todos estos tipos están muy bien educados. Ellos, los empresarios, los capitalistas, los curas, los militares, los abogados y contadores truchos y demás hacedores de países juran el título en la universidad. Un momento. ¿De qué educación hablamos? ¿De no robar? ¡Pero si es lo más fácil de aprender! Allá arriba Negroviejo dice que hay un país raro donde cobran impuestos para financiar la educación del proletariado. Ahá, pero entonces ¿cómo mierda sigue habiendo proletariado si la educación es útil? O bien, les gusta ser proletariado, cosa que acá es de lo más fácil y no hace falta estudiar pelotudeces; nomás alcanza con un laburito pedorro o, si se es muy exigente, con un rancho en una villa y cuatro hijos.
Además parece, cosa que yo no sabía, que para ser periodista hay que recibir educación (al menos en este ispa). ¡Menos mal que estudian estos profesionales de la saliva! ¡Y todos comen! Porque acá hay dos clases de periodistas: los que escriben pelotudeces y los que dicen pelotudeces (y encima les pagan. Yo quiero ser periodista). Ahora que los niños pobres tienen netbooks yo me los imagino en un barrio humilde en, no sé, Salta, Formosa, Chaco mirando por youtube al gordo pedorro de Lanata diciendo que trabaja para ellos, a las puteadas, fumando como desaforado y afirmando que son todos unos hijos de puta, mientras los tractores les hacen mierda el paisaje a estos pobres pibes porque el país parece que ha vuelto a ser el granero del mundo.
La educación no sirve ara un reverendísimo carajo si no se respeta la cultura. Fíjense que a los indios de acá y a los negros del África les jodieron la cultura pero los educaron (a los corchazos, pero los educaron). Doy fe de esto porque el otro día vi a un negro que hablaba francés entre esos labios azules. Ahora cuando van a joderles el hábitat en vez de empezar a los tiros se van a llorar a la iglesia o a ver el fútbol. ¿Y qué es la cultura? No sé. Digamos que podría ser la manera de vida con la que una población se adapta a sí misma y a su ambiente. La cultura no es festejar navidad precisamente, ni festejar el día de la madre; esto se los puedo asegurar. Pero ahora cagamos porque parece que estamos globalizados y entonces hay que adaptarse. Ahá, ahí está Kadafi y su mugroso pueblo pariendo cubanos por el ojete. En fin. Se me está cayendo el pelo, che.
 
meaney,04.03.2011
la democracia es graciosa. Siempre tienes libertad de lo que quieras hacer. Su juego es que nunca se te ocurra hacer lo que esta fuera del plan. como el famoso juego de futbol en que si vas ganando el dueño de la pelota te la quita. estados unidos se supone que es la democracia más acabada del mundo, y que pasaría si todos votaran por un comunista que buscara eliminar la propiedad privada no de todos, pongamos que solo del chese manhatan. moriría de inmediato. es claro que argentina, mejico, y hasta centroamerica no son países que vivan bajo dictaduras. pero cuba y venezuela también se definen como democracias porque preguntan a su gente que hacer. que no obedezcan el mandato es otra cosa. pero preguntan. osea, la democracia no creo que deba definirse por los metodos si no por los resultados. no es democrata el que hace elecciones sino el que las respeta. y sabemos que nadie las respetaría en condiciones extremas. en españa que pasaría si ganaran republicanos antimonarcas? pues lo matan. la muerte acaba con cualqueir problema. la democracia es una caso particular de la dictadura, digamos que es una dictadura en armonía.
 
Egon,04.03.2011
Uy, si hasta a veces parece que pueden hablar en serio.

Bueno, en cualquier caso, cualquier régimen, por muy dictatorial que sea nunca va a decir abiertamente "Nosotros gobernamos para cuatro!!". Siempre dirán que son democráticos y gobiernan para el pueblo y bla, bla, bla. Lo decían hasta los Borbones no lo va a decir cualquier aprendiz de autócrata.

Está bien lo de respetar las culturas, el día en que un zulú consiga que mi coche no consuma gasolina y vaya con oraciones chamánicas, además de respetar a los zulús compraré sus productos y tendrán más poder.

En veinte años EEUU y el resto de potencias atómicas, se quedarán aisladas políticamente en un mundo totalmente controlado por los chinos y ya no habrá más discusiones sobre la pureza democrática yanqui.

En España los republicanos acuden a comidas festejadas por el Rey y a nadie se le caen los anillos. Qué pasa si ganan los verdes en Alemania? Que acaban con el ejército? Como mucho le disminuirán la partida presupuestaria.

Gadafi es otro chifladete más, otrora aliado de Occidente que ahora resulta antipático por lo que hay que liquidarle, como Sadam o el mismo Mubarak si hubiera opuesto resistencia. Lo jodido será lo que venga porque teniendo en cuenta la dependencia energética europea o acabamos trabajando para pagar el gas y el petróleo a los mafiosos rusos o para pagárselo a las florecientes democracias teocráticas islámicas y en cualquier caso, se iría extinguiendo poquito a poco con todo lo que implica.
 
hippie80,04.03.2011

Cuba y Venezuela, señor meaney son países democráticos, como igualmente argentina, brasil, bolivia, ecuador y otros grandes de américa.
No dependen del eje del mal y son gobernados por grandes estadistas, quizás los más famosos y queridos sean Cristina, Chavez y Lula sin importar el orden, principalmente, ellos salvaron a América de la amenaza del eje del mal. Proyecto diabólico realizado por la marioneta de cartón llamado uribe (el enemigo No. 1 de américa).
Cristina y Lula son verdaderos próceres americanos, libertadores y demócratas que nos han liberado de la dominación extranjera.-

 
Egon,04.03.2011
Eso es cierto, siempre es preferible un dominador nacional a un dominador extranjero. Es fácil imaginar la cara de tontos que se les tuvo que quedar a los liberales españoles del siglo XIX cuando después de echar a Pepe Bonaparte al grito de tirano, llegó el rey y los fusiló a todos por ser una panda de locas.

¿Pero Lula sigue gobernando? ¿No habían elegido ya a su marioneta? Y lo que es más importante, ¿qué hago respondiendo a hippie?
 
hippie80,04.03.2011

Pues verá ud egon, afirmativamente Lula continúa gobernando, pues es más que un gobernante es en esencia, un ideólogo, un filósofo de la política al igual que Cristina. Se hablaba de Premio Nobel de la Paz para Lula, pero quizás ha sido saboteado por marionetas de cartón, lo cual no es de importancia, no afecta la figura alta del destacado estadista.
Recuerde usted cuando lula le dijo a piñera (otra triste figura política y dócil cachorro del eje del mal) que no jodiera bolas.-
Lamentablemente egon, ud ya no tiene la asesoría del doctor mandrugo.-




 
elochi,04.03.2011
Da lo mismo quién esta en el poder. En la cima hay un tesoro todos espetan palabras, tramas, mentiras, planes, bribonadas, para llegar y coger lo que brilla. En el camino quedan como siempre los ignorantes, los dormidos, los borregos, fanáticos, los sanos de corazón, los sin palabras.
Todos observan los acontecimientos, nada hacen, se dedican a opinar, sus egos se tensan en discusiones sin dirección y cada cual espeta su mirada al vacío. Ahora la pregunta es: ¿Que hacer para que el hombre deje de aplastar, matar?
Los sucesos ocurren pero a quién le ocurre, a mí, a los demás, en este momento lo que pasa a mi alrededor, ¿que implicancia soy en eso?, ¿puedo intervenir para lograr paz?, ¿puedo dar paz?
En la medida que pueda aportar como ser pensante, como individualidad a mantener el equilibrio dentro de los extremos, bien, ¿tengo entonces influencia para cambiar los hechos? ¿O nada puedo hacer? ¿O nada saco con expresar puntos de vistas que lleven a fricciones entre mis iguales?
Lo que importa es construir a la armonía en mi mundo y si puedo expandir el equilibrio más allá de mi circunferencia, mejor para la paz interna de la humanidad.
 
edu485,04.03.2011
Tomando un poquito de acá,otro poquito de allá,he sacado conclusiones que me ubican mejor.
Debo reconocer que esta vez no hubo tanto sarcasmo e ironías (salvo el de gorra que parece incurable).
No dejaré de agradecer vuestro constructivo aporte.

 
trochemoche,04.03.2011
Meaney: Interpreto lo que expresa en "la democracia es graciosa" .En ese concepto más general extraigo lo que podría ser la respuesta a lo que pregunté oportunamente.
Lo saludo afectuosamente
 
ergozsoft,05.03.2011
La democracia se caracteriza por albergar dos grupos en permanente pugna: Los que calladamente estàn metiendo la mano en la lata y los que gritan porque no pueden hacerlo.

ergo, con rigor cientìfico
 
negroviejo,05.03.2011
Yo me cansé de discutir con otros y conmigo mismo acerca de política internacional. Cuando se trata de hablar, sobretodo si tenemos alguno vinos o cervezas encima. es notable las ideas que llegamos a elucubrar. Un buen ejercicio que finalmente puse en práctica para esclarecerme un poco y determinar que es lo que en realidad pienso, más allá de la oratoria y la dialéctica, fué pararme frente a un espejo y hacerme la siguiente pregunta. Si, hipotéticamente, me viera oblifgado a abandonar mi país pero un poder superior me diera la alternativa de elegir un país del mundo para vivir el resto de mi vida ¿cual elegiría? Contesten esa pregunta y sabrán quienes son políticamente, en realidad.
 
Al_Acecho,05.03.2011
Guy, vos hablás así porque te dejó el lagarto. De puro despecho.
 
hippie80,05.03.2011

El mejor ejercicio de la democracia en esencia lo hallamos en la última elección donde el presidente Hugo Chavez obtuvo triunfo demoledor.
Luego de saber los resultados Chavez acoto:

"Es hora de bailar joropo" expresión de alegría popular por el triunfo electoral.-

 
meaney,05.03.2011
yo escogería inglaterra o irlanda, sin dudarlo y sin necesidad de pararme frente al espejo. el resto del mundo es todo igual.
 
meaney,05.03.2011
entonces ya puedo saber quien soy? soy tory o liberal?
 
guy,05.03.2011
Mh, sí. Supongo que, de plantearme las cosas como Negroviejo (o en pedo en un bar o de vacaciones en la playa), elegiría el mismo país que él. Pero no creo que los ideales se resuman a eso (bueh, esto lo dijo meaney).

Y vos hablás de despecho porque sos uruguayo. Agarrá una motosierra y andá a laburar a Fray Bentos, aprovechá ahora que existen en el mapa.
 
el_tabano,05.03.2011
En América Brasil está bien para vivir hoy, pero el problema con los países americanos es que no hay continuidad, las condiciones suelen ser cambiantes y lo que hoy anda bien, diez años después está mal.

No elegiría un país europeo para vivir. Poca tierra, pocos recursos propios, población vieja, un continente agotado y dependiente. Elegiría alguno del Commonwealth, que tienen buen standard de vida y donde todavía hay cosas por hacer. Nueva Zelanda estaría bien.

La gente decide su residencia por las condiciones económicas y sociales, no por las ideológicas. Ya sabemos que el mundo está lleno de comunistas teóricos que nunca vivieron como comunistas.


 
negroviejo,05.03.2011
Ese es el punto, el_tábano y lo que me ha desalentado. Guy dice arriba que no cree que las ideas se resuman a elegir un país para vivir, tal vez tenga razón, pero es un buen indicador. La cosa tiene cierto paralelismo con el tipo que predica sobre una vida en santidad y cuando oscurece se va para el lado de las putas. No se como será en otros países de Latinoamérica, pero aquí en Argentina he conocido pocos, pero muy pocos, obreros comunistas en cambió traté con legiones de seudo izquierdistas que veranenaban en el Caribe, lucían ropas y autos de primera, mandaban sus hijos a colegios privados y vivían inmersos en el consumismo. Amén de que no habían visto un obrero de cerca en su puta vida.
 
ergozsoft,05.03.2011
Si tuviera que cambiar de pais, elijo Chile. Todo el mundo paga impuestos, los carabineros son cultos y atentos, en los restaurants te atienden mejor que en argentina y las chilenas

ahhhh, las chilenas...

ergo, me gustan las chilenas
 
trochemoche,05.03.2011
Negroviejo: Tenés razón en lo que describís en la última parte.Yo también he conocido pseudos de todo tipo y pelaje.Sinceramente creo que exageraste un poco cuando hablás de "legiones".
Entre lo que he conocido están también muchísimos que por vivir con coherencia política han pagado las facturas que en estos casos suele pasar "el sistema". Vos hablaste de comunistas,Yo en la lista agregaría a peronistas,socialistas,etc,etc,etc.
De tener que elegir,aunque el espejo me mire fijo y me grite ¡Pelotudo!,elijo Argentina.Aqui estan enterrados mis abuelos,mis viejos y siento que irme por mejoras económicas solamente sería estar traicionando los sueños que me transfirieron.
 
MeNtE_rAnChErA,06.03.2011
La democracia sólo es posible en tiempos de abundancia. Alguien lo dijo o lo escribió, yo qué sé.

El Magreb está cambiando, eso es muy claro. No se podían quedar atrasados con todo mundo cambiando a su alrededor. Poco a poco, entre guerras y conquistas de históricas proporciones, van liberándose de yugos antiguos y tomando nuevos. Túnez, Egipto, Libia, hasta Marruecos está ya con ondas de manifestaciones en todo el país. En Tánger queman los ayuntamientos, hay cansancio en la juventud. Cada vez se ven menos personas vestidas con chilabas, las manifestaciones están llenas de jóvenes vestidos como cualquier otra persona, usan tenis nike piratas, camisetas adidas, pantalones de mezclilla levi´s hechizos. Las mujeres, muchas ya sin pañuelos en la cabeza, sin burkas, gritando por revolución. Los mayores en chilaba contemplan el cambio, que ya los ha pasado.

Con Europa al lado, estas personas parecen tener claro que tipo de vida tienen, los marroquíes huyen a España, los que viven en su país hablan árabe, español, frances, italiano y hasta catalán, lo que se precise.

Como lo que dice el negro de mirarse al espejo. Pero tienen un problema: el petróleo. Oro negro y ya está EEUU con dos mil o más militares en la frontera "con fines humanitarios" esperándo que la catástrofe se desate, que la ONU escuche los ruegos de la misión libia e "invadan" el país.

La gente quiere cambio, el gobierno el petróleo. En España se bajó el límite de velocidad a 110 kpm. ¿La razón? el conflicto libio. La inestabilidad del petróleo.

Gadafi tiene los días contados. Entrarán al país, cambia el gobierno, tendrán un yugo nuevo, alguien les robará el petróleo y la gente perderá de nuevo. Pero al menos habrá un cambio.

Que Bashar al Assad los bendiga.
 
ergozsoft,06.03.2011
Si tenemos internet, nada nos falta.

ergo, Gral Don Josè de San Marbit
 
guy,07.03.2011
Acá una poesía que explica el asunto.

hormigas sin yo
 
negroviejo,07.03.2011
Hablando de hormigas...

ENCUENTRO CASUAL CON LA HORMIGUITA VIAJERA



 
Aristidemo,07.03.2011
Pf. Y luego se burlan de nito69.



 
madrobyo,07.03.2011
¿cómo solicito borrado de foro, usuario y país?

gracias
 
escofina,07.03.2011
Relacionado con las hormiguitas de negroviejo y guy.
La cigarra se divirtió todo el verano,mientras la hormiga trabajaba y ahorraba.
Cuando llegó el invierno,la cigarra no tenía nada,pero la hormiga se quejaba de dolores en el pecho.La vida es dura para los insectos.Y no creáis que los ratones se lo pasan muy bien tampoco.
W.Allen-La cigarra y la hormiga.

No tiene nada que ver con Khadaffi,pero si con las hormiguitasy los ratones.
 
negroviejo,07.03.2011
La cigarra, por lo menos, vivió un verano...
 
Aristidemo,07.03.2011
Claro, negroviejo, la cigarra vivió un verano, claro, gande pensamiento ese, eh, grande grande. Ya entendimos. Usted ya vivió varios veranos ¿no cree? Ya es hora de desalojar.
 
meaney,07.03.2011
me gustan esos cuentos de "habia una hormiguittititita que vio a un elefantototote y le dijo oye elefantote porquesote tienesote esa trompototototota y entonces el elefantotototote le dijito no hotmiguitititia, es que aspiro en las nochecitas el zoologiquito.... uuuuuioooote esote esta muy feote, ... etc.

como si no fuera lo suficiente menso el idioma español todavìa lo acerenteamos con diminutivos. a ver, formados vayan leyendo un ensayo que les proporcionara el sr aristegui sobre infancia y cuentos infantiles, de donde se desprenderà que los niños no son tarados
 
Aristidemo,07.03.2011
Ajá ajá. Pero los adultos sí, por eso el cuento negroviejesco es pa rucs y jubilados.
 
negroviejo,07.03.2011
Che aristidemo, a vos quien te dio pasto? A viejo llegamos todos. En cambio intelectualoide pedante y pelotudo, se nace sin remedio.
 
Aristidemo,07.03.2011
¿Eso lo dijo la hormiguita o la cigarra?
 
meaney,07.03.2011
a aristeguitititito no le dan pastito se lo fuma solito por eso no llegara a viejotototote
 
Aristidemo,07.03.2011
Luwego de leer esto ya no sé qué pensar. http://es.wikiped...

Viven bien, dentro de lo posible.
 
madrobyo,07.03.2011
Son unos insensibles... el cuento de la hormiguita es lo más lindo que he leído en mi vida...
 
Aristidemo,07.03.2011
Ajá, es belllllllísimo:

LA RANITA Y SU AMIGA LA HORMIGUITA
 
espiral,07.03.2011
Ya jodieron el foro. :/
 
-St_Clipper,07.03.2011
plop!
 
hippie80,08.03.2011

El eje del mal y sus cachorros ya anuncian su deseo de destruir y apoderarse de aquellos territorios.

Negrito satánico dice que es con fines humanitarios...

Como dicen las Sagradas Escrituras... EL Anti-Cristo os engañará.-

.
 
Egon,08.03.2011
Si en Libia no vivían nada mal. Mi padre que estuvo allí un par de años me comentaba que su frase era:
"Alá nos dio gas y petróleo para que los blancos trabajaran por nosotros"

En cuanto a los fines humanitarios es curioso, si en Ruanda hay un genocidio se dice que es una vergüenza que Estados Unidos no intervenga, si interviene al final es un vergüenza. Todo depende de si hay intereses en la zona según la siguiente fórmula:
Intervención+Intereses=Eje del mal
Intervención+Zona de sin recursos=A quién le importa.
 
colomba_blue,08.03.2011
iComo dicen las Sagradas Escrituras... EL Anti-Cristo os engañará.-/i

Mitch, el anti cristo es español?
 
negroviejo,08.03.2011
Ergo, la próxima vez que abras un foro cerrá la puerta y fumigá, así no entran las moscas. La frase más feliz de Khadafi la pronunció la semana pasada: El que no me quiera merece morir.

Aristidemo en cambio fue más cauto, solo dijo: el que no entienda que soy la vedette rutilante y emplumada de la página no merece participar de un foro.

Madrobyo no exageres, hay algunos cuentos de Cortázar y Borges que están a la altura del de la hormiguita.
 
meaney,08.03.2011
oiga no negro, a mi no me dicen mosca, digame mosquita
 
walas,08.03.2011
Respecto al post de egon, me recuerda una pintada en la pared de la universidad cuando la guerra de los Balcanes en la extinta Yugoslavia:

'A Bosnia no hi ha petroli' que en valenciano significa 'En Bosnia no hay petróleo'. Que gran verdad era esa... Cuando lo de Kuwait, EEUU perdió el culo para intervenir, pasándose a al ONU por los mismísimos. Pero cuando no hay intereses, nada...
 
Aristidemo,08.03.2011
¡Dios! ¡Me he ruborizado!
¿Tanto le dolió que mi emplumada opinión acerca de su cuentito?
Lo bueno de las vedettes es que no somos tan sensibles como las divas.
Besos al foro. ¡Sigan conquistando al mundo, chicos!
 
hippie80,08.03.2011

Ud. lo ha dicho sabiamente egon, ha sido digno discípulo de Orlando y del doctor Mandrugo.

Donde haya intereses más petroleo.. allí estará el eje del mal junto a sus cachorros intentando la destrucción absoluta y apoderandose de las economías foráneas.

Buena reflexión.-

 
meaney,08.03.2011
pseeee-.-.-.-
 
meaney,08.03.2011
por cierto donde estará el doctor Mandrugo?
 
negroviejo,08.03.2011
Yo también ya dejo este foro. Mis disculpas, aristidemo, si lo molesté con alguna chanza.
 
Egon,09.03.2011
Que yo no he acusado a EEUU de intervenir por intereses, a mi lo que me llama la atención es que cuando hay petróleo se les reprocha la intervención y si no lo hay se le reprocha que no intervenga.

Cuando la OTAN bombardeó Montenegro como no había petróleo, todo el mundo supuso que estaría justificado, pero no lo veo claro.

Por qué seguiré confundiendo estos foros con un lugar donde hablar seriamente?
 
walas,09.03.2011
Ah, perdón, pues yo sí que acuso a EEUU de intervenir por intereses. Lo que se le reprocha (o al menos yo le reprocho) a EEUU es que intervenga al margen de la ONU cuando le da la gana, y luego tenga poder de veto sobre decisiones que no le convienen.
 
Aristidemo,09.03.2011
Negro, no hay problema, toda esta página es una broma y así hay que tomarla. Salut, mister.
 
Egon,09.03.2011
"Je accuse"

Pues sí. El problema será aquello de "de esos polvos estos lodos". A ver ahora con qué cara impide la ONU a China que intervenga militarmente en sus fronteras según sus intereses cuando EEUU puede hacerlo. Nada, papel mojado.
 
meaney,09.03.2011
ah sí, se llaman imperios, como españa del siglo 16, inglaterra del 17, francia del 19. Alguna otra duda?
 
Vogelfrei,09.03.2011
Los yanquis quieren el petroleo de Libia, y como Gaddafi no les permite, quieren derrocarlo.

Lo de los "rebeldes" son falsedades convenidas para el imperio.

Se repite lo de Irak.-
 
ergozsoft,09.03.2011
Espero corrijan mis guarismos ya que apelo a la memoria:

En la ONU votaron 192 paises cuando se tratò el tema de sancionar a Kadafy, solo tres paises votaron por no hacerlo: Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Chavez elevò la deuda externa de Venezuela de 60 a 120 (miles de millones de dòlares), con màs 18 que le debe a las empresas estatizadas. Modificò las reglas democràticas para poder ser re-electo indefinidamente.

Fidel està en el poder hace 5 dècadas.

Kadafy està en el poder hace 4 dècadas.

ergo, el viento los amontona.
 
gringopresa,09.03.2011
y Nicaragua?, pobrecito... no se sabe ni quien es su presi. Aunque dá la idea que es una marioneta de los tiranos-asesinos de Cuba y Vergazuela.
 
hippie80,10.03.2011

Cristina debe permanecer en el poder 5 o más décadas para perpetuar la democracia americana.

La onu está gobernada por el eje del mal.-

El pueblo es quien determina que Hugo Chavez triunfe en las consecutivas elecciones democráticas y el mismo estadista ya no tiene rival político, la democracia lo ha nombrado inamovible.

 
Egon,10.03.2011
Ahora parecerá que Gandalfin es un adalid de las libertades en oposición al imperialismo yanki, creo que esto comenzó porque su propio pueblo intentaba derrocarlo. El problema es la estupidez militante. Si el pueblo derroca a Mubarak y no interviene EEUU es algo legítimo (nadie sospecha que lo haya hecho ni tan siquiera subrepticiamente porque desaparece su principal aliado en Oriente Medio) pero si el pueblo derroca a Gadafi se trata de una estrategia yanki. Después nos encontramos con el cinismo militante que se limita a acodarse en la barra del bar, apurar el vaso y comentar tras soltar un escupitajo, "si ya lo sabía yo".
 
walas,10.03.2011
amén
 
mcrist,21.03.2011
"Cristina debe permanecer en el poder 5 o más décadas para
perpetuar la democracia americana."

La boca se te haga un lado y te quede la sonrisa hippie...
Menos mal que maldición de burro no llega!!
Sra./Sr... No ha pensado en dedicarse a otra cosa juaaaaaaaaaaaaa, por ejemplo irse vivir con Chávez, Castro o Gadafi... en Brasil no creo que lo/la acepten, vio?
A muchos nos tiene aburridos de tanta burrada.

 
aserp,21.03.2011
Ojala se repita lo de Irak, y
algun día podamos ver a todos estos dictadores colgando de la horca.
¿Que pena que "fideito" no se pueda probar el cuello ajustable, pues la parca lo mira con cariño?
Cuba Libre.
 
madrobyo,21.03.2011
Sí, ojalá los gringos invadan arjentina. ¿de eso iba este foro?
 
Egon,21.03.2011
Desde España muestro mi absoluta repulsa a cualquier intento de invasión de Argentina, acabaríamos trabajando para vosotros.
 
madrobyo,21.03.2011
Muestro mi repulsa por españa y arjentina.-
 
nefftali,21.03.2011

¿hay algún/a arjentino/a en la página?

 
madrobyo,21.03.2011
sólo uno:

nenedelpitulin
 
Egon,21.03.2011
Uy, esto me resulta divertido, entonces ¿en realidad Argentina es un clon de Mejjjjjjjjjjjjico?
Pues me parecían muy reales por la tele.
 
hippie80,21.03.2011

el presidente uruguayo, José Mujica, consideró que los ataques de EE.UU, Francia y Reino Unido contra Libia son "lamentables" porque "salvar vidas a bombazos es un contrasentido inexplicable".

El mandatario, quien ya criticó en ocasiones anteriores la intervención armada extranjera en el país africano, consideró que con los bombardeos "es mucho peor el remedio que la enfermedad" y que además implican "un retroceso en el orden internacional vigente".

El Plenario Nacional del Frente Amplio, máximo órgano rector del partido de gobierno en Uruguay, emitió una declaración de rechazo a la resolución de Naciones Unidas que permitió la intervención en Libia.

 
madrobyo,21.03.2011
Yo pensé que el presidente de uruguay era al_cecho.
 
Egon,21.03.2011
Que el presidente de Uruguay considere a Libia un país africano ya demuestra la poca sensibilidad que tiene sobre la materia. Dile africano a un magrebí que verás que risas se echa.
 
mcrist,21.03.2011
Clon de "mejico", tu madrina, con todo respeto Egon.
Eh?
 
mcrist,21.03.2011
gadafi tambien, Ego, dice que es el jefe de todas las tribus africanas, lo puiede ver en sus discursos en la tele.
 
mcrist,21.03.2011
Me encanta cuando nos critican... es dejar ver como nos observan.
Vea que es lindo nuestro pais paisano!!
tenemos de todo y pa todos, algo poco comun.
 
Egon,21.03.2011
Eso demuestra lo desvinculado que está de la realidad
No en serio, en Libia no he estado, pero recuerdo que hablabas con egipcios y marroquís y trasladaban África a donde comenzaban los negros. Algo parecido a lo que hacemos en España situando la frontera de África en los Pirineos, en el Ebro o en el Estrecho dependiendo del interlocutor.
 
colomba_blue,21.03.2011
O los argentinos, que creen que europa empieza en buenos aires...
 
gringopresa,21.03.2011
Mujica tupamaro-Tirabombas, ahora que no es El quien las tira, se da cuenta de que matan gente. Solo falta que alguno del Erp, Montoneros y MTP adhiera la idea.
 
ergozsoft,22.03.2011
Condeno enfàticamente la falta de respeto por la vida humana.

salvo que se trate de pedòfilos, negros, judìos, violadores, asesinos, yanquis, obesos, ingleses, dèbiles mentales, homosexuales, discapacitados, los muy altos, los demasiado petisos, los que la tienen mas larga que la mìa y otros casos por el estilo.

ergo, honrosas excepciones
 
pelotudo,24.03.2011

Jean Paul Sartre 1
La Náusea
JEAN-PAUL SARTRE
LA NÁUSEA
9a. EDICIÓN



2
Jean Paul Sartre
La Náusea
HOJA SIN FECHA
Lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente. Llevar un diario para
comprenderlos. No dejar escapar los matices, los hechos menudos, aunque parezcan
fruslerías, y sobre todo clasificarlos. Es preciso decir cómo veo esta mesa, la calle, la
gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que ha cambiado. Es preciso
determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio.
Por ejemplo, ésta es una caja de cartón que contiene la botella de tinta. Habría que
tratar de decir cómo la veía antes y cómo la
1
ahora. ¡Bueno! Es un paralelepípedo
rectángulo; se recorta sobre... es estúpido, no hay nada que decir. Pienso qué éste
es el peligro de llevar un diario: se exagera todo, uno está al acecho, forzando
continuamente la verdad. Por otra parte, es cierto que de un momento a otro —y
precisamente a propósito de esta caja o de otro objeto cualquiera—, puedo recuperar
la impresión de ante ayer. Debo estar siempre preparado, o se me escurrirá una vez
más entre los dedos. No
2
nada, sino anotar con cuidado y prolijo detalle todo lo
que se produce.
Naturalmente, ya no puedo escribir nada claro sobre las cuestiones del miércoles y
de anteayer; estoy demasiado lejos; lo único que puedo decir es que en ninguno de
los dos casos hubo nada de lo que de ordinario se llama un acontecimiento. El
sábado los chicos jugaban a las tagüitas y yo quise tirar, como ellos, un guijarro al
1
Espacio en blanco.



Jean Paul Sartre 3
La Náusea
agua. En ese momento me detuve, dejé caer el guijarro y me fui. Debí de parecer
chiflado, probablemente, pues los chicos se rieron a mis espaldas.
Esto en cuanto a lo exterior. Lo que sucedió en mí no ha dejado huellas. Había
algo que vi y que me disgustó, pero ya no sé si miraba el mar o la piedrecita. La
piedra era chata, seca de un lado, húmeda y fangosa del otro. Yo la tenía por los
bordes, con los dedos muy separados para no ensuciarme.
Anteayer fue mucho más complicado. Y hubo además esa serie de coincidencias y
de quid pro quo que no me explico. Pero no me entretendré poniendo todo esto por
escrito. En fin; lo cierto es que tuve miedo o algo por el estilo. Si por lo menos supiera
de qué tuve miedo, ya sería un gran paso.
Lo curioso es que no estoy nada dispuesto a creerme loco; hasta veo con
evidencia que no lo estoy: todos los cambios conciernen a los objetos. Por lo menos
quisiera estar seguro de esto.
Las diez y media
3
Acaso después de todo, fue una ligera crisis de locura. Ya no quedan rastros. Hoy
los extraños sentimientos de la otra semana me parecen muy ridículos: ya no me
convencen. Esta noche estoy muy a mis anchas, burguesamente, en el mundo. Éste
es mi cuarto, orientado hacia el noreste. Abajo la calle des Mutilés y el depósito de la
nueva estación. Desde mi ventana veo, en la esquina del bulevar Victor-Noir, la luz
roja y blanca del Rendez-vous des Cheminots. Acaba de llegar el tren de París. La
gente sale de la antigua estación y se desparrama por las calles. Oigo pasos y voces.
Muchas personas esperan el último tranvía. Han de formar un grupito triste alrededor
del pico de gas, justo debajo de mi ventana. Bueno, todavía tienen que esperar unos
minutos: el tranvía no pasará antes de las diez y cuarenta y cinco. Con tal de que esta
2
Hay una palabra tachada (quizá “forzar” o “forjar”); otra, agregada encima, es ilegible.
3
De la noche, evidentemente. El párrafo que sigue es posterior a los anteriores. Nos inclinamos a



4
Jean Paul Sartre
La Náusea
noche no lleguen viajantes de comercio; tengo tantas ganas de dormir y tanto sueño
atrasado. Una buena noche, una sola, barrerá con todas estas historias.
Las once menos cuarto; no hay nada que temer, ya estarían aquí. A menos que
sea el día del señor de Rouen. Viene todas las semanas; le reservan el cuarto Nº 2
del primero, el que tiene bidé. Todavía puede llegar; muchas veces toma un bock en
el Rendez-vous des Cheminots antes de acostarse. Por otra parte, no hace
demasiado ruido. Es muy bajito, y muy limpio, con bigote negro, encerado, y peluca.
Aquí está.
Bueno; era tan tranquilizador oírlo subir la escalera, que el corazón me dio un
saltito: ¿qué puede temerse de un mundo tan regular? Creo que estoy curado.
Y ahí viene el tranvía 7 “Mataderos-Grandes Diques”. Llega con gran ruido de
hierro viejo. Arranca. Ahora se hunde, cargado de valijas y niños dormidos, en
dirección a los grandes diques, a las fábricas, al este negro. Es el penúltimo tranvía; el
último pasará dentro de una hora.
Voy a acostarme. Estoy curado, renuncio a escribir mis impresiones día por día,
como las niñas, en un lindo cuaderno nuevo.
En un solo caso podría ser interesante llevar un diario: si
4
creer que, a más tardar, fué escrito al día siguiente.
4
El texto de la hoja sin fecha se detiene aquí.



Jean Paul Sartre 5
La Náusea
DIARIO
Lunes 29 de enero de 1932.
Algo me ha sucedido, no puedo seguir dudándolo. Vino como una enfermedad, no
como una certeza ordinaria, o una evidencia. Se instaló solapadamente poco a poco;
yo me sentí algo raro, algo molesto, nada más. Una vez en su sitio, aquello no se
movió, permaneció tranquilo, y pude persuadirme de que no tenía nada, de que era
una falsa alarma. Y ahora crece.
No creo que el oficio de historiador predisponga al análisis psicológico. En nuestro
trabajo sólo tenemos que habérnoslas con sentimientos a los cuales se aplican
nombres genéricos, como Ambición, Interés. Sin embargo, si tuviera una sombra de
conocimiento de mí mismo, ahora debería utilizarlo.
Por ejemplo, en mis manos hay algo nuevo, cierta manera de tomar la pipa o el
tenedor. O es el tenedor el que ahora tiene cierta manera de hacerse tomar; no sé.
Hace un instante, cuando iba a entrar en mi cuarto, me detuve en seco al sentir en la
mano un objeto frío que retenía mi atención con una especie de personalidad. Abrí la
mano, miré: era simplemente el picaporte. Esta mañana en la biblioteca, cuando el
Autodidacto vino a darme los buenos días, tardé diez segundos en reconocerlo. Veía
5
un rostro desconocido, apenas un rostro. Y además su mano era como un grueso
gusano blanco en la mía. La solté en seguida y el brazo cayó blandamente.
5
Origier P…, de quien se hablará a menudo en este diario. Trabajaba en los tribunales. Roquentin
lo había conocido en 1930 en la Biblioteca de Bouville.



6
Jean Paul Sartre
La Náusea
También en la calle hay una cantidad de ruidos turbios que se arrastran.
Por lo tanto se ha producido un cambio durante estas últimas semanas. ¿Pero
dónde? Es un cambio abstracto que no se apoya en nada. ¿Soy yo quien ha
cambiado? Si no soy yo, entonces es este cuarto, esta ciudad, esta naturaleza; hay
que elegir.
Creo que soy yo quien ha cambiado; es la solución más simple. También la más
desagradable. Pero debo
reconocer que
estoy sujeto a estas súbitas
transformaciones. Lo que pasa es que rara vez pienso; entonces sin darme cuenta, se
acumula en mí una multitud de pequeñas metamorfosis, y un buen día se produce
una verdadera revolución. Es lo que ha dado a mi vida este aspecto desconcertante,
incoherente. Cuando salí de Francia, por ejemplo, muchos dijeron que había partido
por capricho. Y cuando regresé bruscamente después de seis años de viaje, todavía
se hubiera podido hablar muy bien de capricho. Aún me veo en la oficina de aquel
funcionario francés que renunció el año pasado a consecuencia del asunto Pétrou.
Marcel se dirigía a Bengala con una misión arqueológica. Yo siempre había deseado
ir a Bengala y Marcel me apremiaba para que me uniera a él. Ahora me pregunto por
qué. Pienso que no estaba seguro del Portal y contaba conmigo para no perderlo de
vista. Yo no tenía ningún motivo para negarme. Y aunque en aquella época hubiese
presentido la pequeña tramoya contra Portal, era una razón más para aceptar con
entusiasmo. Bueno, pues estaba paralizado y no podía decir una palabra. Miraba fijo
una pequeña estatuita kmer, sobre una carpeta verde, al lado de un aparato
telefónico. Me sentía lleno de linfa o leche tibia. Mercier me decía, con cierta irritación
velada por una paciencia angélica:
—Claro, yo necesito estar seguro oficialmente. Sé que acabará usted por decir que
sí; sería preferible aceptar en seguida.
Marcel tiene una barba de un negro rojizo, muy perfumada. A cada movimiento de
su cabeza, yo respiraba una bocanada de perfume. Y de pronto me desperté de un
sueño de seis años.



Jean Paul Sartre 7
La Náusea
La estatua me pareció desagradable y estúpida, y sentí que me aburría
profundamente. No lograba comprender por qué estaba yo en Indochina. ¿Qué hacía
allí? ¿Por qué hablaba con esa gente? ¿Por qué iba vestido de una manera tan rara?
Mi pasión estaba muerta. Me había arrebatado y arrastrado: en la actualidad me
sentía vacío. Pero esto no era lo peor; delante de mí, plantada con una especie de
indolencia, había una idea voluminosa e insípida. No sé muy bien qué era, pero no
podía mirarla, tanto me repugnaba. Todo esto se confundía para mí con el perfume de
la barba de Mercier.
Me sacudí, exasperado y colérico contra él; respondí secamente:
—Se lo agradezco, pero creo que be viajado bastante; ahora tengo que volver a
Francia.
A los dos días tomaba el barco para Marsella.
Si no me equivoco, si todos los signos que se acumulan son precursores de una
nueva conmoción en mi vida, bueno, tengo miedo. No es que mi vida sea rica, ni
densa, ni preciosa.
Pero tengo miedo de lo que va a nacer, de lo que va a apoderarse de mí, ¿y
arrastrarme a dónde? ¿Será necesario una vez más que me vaya, que deje todo lo
proyectado, mis investigaciones, mi libro? ¿Me despertaré dentro de algunos meses,
dentro de algunos años, roto, decepcionado, en medio de nuevas ruinas? Quisiera ver
claro en mí antes de que sea demasiado tarde.
Martes 30 de enero.
Nada nuevo.
He trabajado de nueve a una en la biblioteca. Dejé listo el capítulo XII y todo lo
concerniente a la estadía de Rollebon en Rusia, hasta la muerte de Pablo I. Es trabajo
terminado; queda así hasta pasarlo en limpio.
Es la una y media. Estoy en el café Mably, como un sandwich, todo es casi normal.



8
Jean Paul Sartre
La Náusea
Además, en los cafés todo es siempre normal, y especialmente en el café Mably,
gracias al encargado, M. Fasquelle, que ostenta en su cara un aire canallesco muy
positivo y tranquilizador. Pronto será la hora de la siesta y tiene los ojos rosados, pero
su porte sigue siendo vivo y decidido. Se pasea entre las mesas y se acerca
confidencialmente a los parroquianos:
—¿Está bien así, señor?
Sonrío al verlo tan vivaz; a las horas en que su establecimiento se vacía, también
su cabeza se vacía. De dos a cuatro el café queda desierto; entonces M. Fasquelle da
unos pasos con aire estúpido, los mozos apagan las luces y él se desliza en la
inconsciencia; cuando este hombre está solo, se duerme.
Todavía hay unos veinte clientes, célibes, modestos ingenieros, empleados.
Almuerzan rápidamente en pensiones de familia que ellos llaman ranchos, y como
necesitan un poco de lujo, vienen aquí, después de la comida, toman un café y juegan
al poker de ases; hacen un poco de ruido, un ruido inconsistente que no me molesta.
También ellos necesitan ser muchos para existir.
Yo vivo solo, completamente solo. Nunca hablo con nadie; no recibo nada, no doy
nada. El Autodidacto no cuenta. Está Françoise, la patrona del Rendez-vous des
Cheminots. ¿Pero acaso le hablo? A veces, después de la cena, cuando me sirve un
bock, le pregunto:
—¿Tiene usted tiempo esta noche?
Nunca dice que no, y la sigo a una de las grandes habitaciones del primer piso,
que alquila por hora o por día. No le pago; hacemos el amor de igual a igual. A ella le
gusta (necesita un hombre diariamente, y tiene muchos otros, además de mí, y yo
me purgo así de ciertas melancolías cuya causa conozco demasiado bien. Pero
cambiamos apenas unas palabras. ¿A santo de qué? Cada uno para sí; por lo demás,
a sus ojos continúo siendo ante todo un cliente del café. Me dice, quitándose el
vestido:
—Dígame, ¿conoce usted el aperitivo Bricot? Porque dos clientes lo han pedido



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La Náusea
esta semana. La chica no sabía, vino a avisarme. Eran viajeros; lo habrán bebido en
París. Pero no me gusta comprar sin saber. Si no le molesta, me dejaré las medias.
En otra época —aun mucho después de que me dejó— pensaba en Anny. Ahora
ya no pienso en nadie; ni siquiera me cuido de buscar palabras. La cosa se desliza en
mí más o menos rápido; no fijo nada, la dejo correr. La mayor parte del tiempo, al no
unirse a palabras, mis pensamientos quedan en nieblas. Dibujan formas vagas y
agradables, se disipan; enseguida los olvido.
Esos jóvenes me maravillan; mientras beben el café cuentan historias claras y
verosímiles. Si se les pregunta qué han hecho ayer, no se turban: os enteran en dos
palabras. En su lugar, yo farfullaría. Es cierto que desde hace mucho nadie se ocupa
de cómo empleo el tiempo. El que vive solo ni siquiera sabe qué es contar; lo
verosímil desaparece al mismo tiempo que los amigos. También deja correr los
acontecimientos; ve surgir bruscamente gentes que hablan y se van; se sumerge en
historias sin pies ni cabeza; sería un execrable testigo. Pero, en compensación, no
pasa por alto todo lo inverosímil, todo lo que nadie creería en los cafés. Por ejemplo,
el sábado, a eso de las cuatro de la tarde, en el caminito de tablas del depósito de la
estación, una mujercita de celeste corría hacia atrás, riendo, agitando un pañuelo. Al
mismo tiempo, un negro con impermeable crema, zapatos amarillos y sombrero
verde, doblaba la esquina y silbaba. La mujer tropezó con él, siempre retrocediendo,
bajo una linterna suspendida en la empalizada, que se enciende a la noche. Había,
pues, allí, al mismo tiempo, el cerco que huele a madera mojada, la linterna, la
mujercita rubia en los brazos del negro, bajo un cielo de fuego. De haber sido cuatro o
cinco, supongo que hubiéramos notado el choque, todos aquellos colores tiernos, el
hermoso abrigo azul que parecía un edredón, el impermeable claro, los vidrios rojos
de la linterna; nos hubiéramos reído de la estupefacción que manifestaban esos dos
rostros de niños.
Es raro que un hombre solo tenga ganas de reír; el conjunto se animó para mí de
un sentido muy fuerte y hasta hosco, pero puro. Después se dislocó; sólo quedó la



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La Náusea
linterna, la empalizada, el cielo; todavía era bastante bello. Una hora después la
linterna estaba encendida, soplaba el viento, el cielo en negro; ya no restaba
absolutamente nada.
Todo esto no es muy nuevo; nunca he negado estas emociones inofensivas; al
contrario. Para sentirlas basta estar un poquitito solo, justo lo necesario para
desembarazarse de la verosimilitud en el momento oportuno. Pero me quedaba cerca
de las gentes, en la superficie de la soledad, decidido a refugiarme, en caso de
alarma, en medio de ellas; en el fondo era hasta entonces un aficionado.
Ahora, en todas partes hay cosas como este vaso de cerveza, aquí, sobre la mesa.
Cuando lo veo me dan ganas de decir: pido, no juego más. Comprendo muy bien que
he ido demasiado lejos. Supongo que uno no puede prever los inconvenientes de la
soledad. Esto no quiere decir que mire debajo de la cama antes de acostarme, ni que
tema ver abrirse bruscamente la puerta de mi cuarto en mitad de la noche. Pero de
todos modos, estoy inquieto; hace una media hora que evito mirar este vaso de
cerveza. Miro encima, debajo, a derecha, a izquierda; pero a él no quiero verlo. Y sé
muy bien que todos los célibes que me rodean no pueden ayudarme en nada; es
demasiado tarde, ya no puedo refugiarme entre ellos. Vendrían a palmearme el
hombro, me dirían: “Bueno, ¿qué tiene este vaso de cerveza? Es como los otros. Es
biselado, con un asa, lleva un escudito con una pala y sobre el escudo una
inscripción: Spatenbräu. Sé todo esto, pero sé que hay otra cosa. Casi nada. Pero ya
no puedo explicar lo que veo. A nadie. Ahora me deslizo despacito al fondo del agua,
hacia el miedo.
Estoy solo en medio de estas voces alegres y razonables. Todos esos tipos se
pasan el tiempo explicándose, reconociendo con felicidad que comparten las mismas
opiniones. Qué importancia conceden, Dios mío, al hecho de pensar todos juntos las
mismas cosas. Basta ver la cara que ponen cuando pasa entre ellos uno de esos
hombres con ojos de pescado que parecen mirar hacia adentro, y con los cuales
nunca pueden ponerse de acuerdo. Cuando yo tenía ocho años y jugaba en el



Jean Paul Sartre 11
La Náusea
Luxemburgo, había uno que iba a sentarse en una silla junto a la verja que costea la
calle Auguste Comte. No hablaba, pero de vez en cuando extendía la pierna y se
miraba el pie con aire espantado. En ese pie llevaba un botín, en el otro una pantufla.
El guardián dijo a mi tía que era un antiguo celador. Lo habían jubilado porque fue a
clase a leer las notas trimestrales con frac de académico. Le teníamos un miedo
horrible porque sabíamos que estaba solo. Un día sonrió a Robert tendiéndole los
brazos desde lejos; Robert estuvo a punto de desvanecerse. No era el aire miserable
de aquel tipo lo que nos daba miedo, ni el tumor que tenía en el pescuezo y que el
borde del cuello postizo rozaba; sentíamos que elaboraba en su cabeza
pensamientos de cangrejo o langosta. Y nos aterrorizaba que pudieran concebirse
pensamientos de langosta sobre la silla, sobre nuestros aros, sobre los arbustos.
¿Es eso lo que me espera? Por primera vez me hastía estar solo. Quisiera hablar a
alguien de lo que me pasa, antes de que sea demasiado tarde, antes de inspirar
miedo a los chiquillos. Quisiera que Anny estuviese aquí.
Es curioso: acabo de llenar diez páginas y no he dicho la verdad, por lo menos no
toda la verdad. Cuando escribí, debajo de la fecha: “Nada nuevo”, tenía la conciencia
intranquila por esto: en realidad una pequeña historia, que no es ni vergonzosa ni
extraordinaria, se negaba a salir. “Nada nuevo”. Me admira cómo se puede mentir
poniendo a la razón de parte de uno. Evidentemente, no se produjo nada nuevo, si se
quiere: esta mañana, a las ocho y cuarto, cuando salí del hotel Printania para ir a la
biblioteca, quise levantar un papel que había en el suelo y no pude. Esto es todo, y ni
siquiera es un acontecimiento. Sí, pero para decir toda la verdad, me impresionó
profundamente: pensé que ya no era libre. En la biblioteca traté de librarme de esta
idea, sin conseguirlo. Quise huirle en el café Mably. Esperaba que se disiparía con las
luces. Pero se quedó allí, en mi interior, pesada y dolorosa. Ella me dictó las páginas
anteriores.



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La Náusea
¿Por qué no la mencioné? Ha de ser por orgullo y también un poco por torpeza. No
tengo costumbre de contarme lo que me sucede, por eso me resulta difícil encontrar
la sucesión de los acontecimientos, no distingo lo que es importante. Pero ahora se
acabó; he releído lo escrito en el café Mably y me ha dado vergüenza; no quiero
secretos, ni estados de alma, ni cosas indecibles; no soy ni virgen ni sacerdote para
jugar a la vida interior.
No hay gran cosa que decir: no pude levantar el papel, eso es todo.
Me gusta mucho recoger las castañas, los trapos viejos, sobre todo los papeles.
Me resulta agradable cogerlos, cerrar mi mano sobre ellos; por poco me los llevaría a
la boca como los niños. Anny montaba en cólera cuando me veía levantar por una
punta papeles pesados y untuosos, pero probablemente sucios de excrementos. En
verano o a comienzos del otoño se encuentran en los jardines pedazos de periódicos
que el sol ha cocinado, secos y quebradizos como hojas muertas, tan amarillos que
se dirían pasados por ácido pícrico. En invierno hay montones de papeles aplastados,
sucios; vuelven a la tierra. Otros nuevos, y hasta lustrosos, blancos, palpitantes, se
posan como cisnes, pero la tierra ya los deshace por debajo. Se retuercen, escapan al
fango, para ir á aplastarse un poco más lejos, definitivamente. Es lindo recoger todo
eso. A veces los palpo simplemente, mirándolos de muy cerca; otras los rompo para
oír su larga crepitación, o bien, si están muy húmedos, les prendo fuego con no poco
trabajo; después me limpio las palmas de las manos embarradas en una pared o en el
tronco de un árbol.
Pues bien, hoy estaba mirando las botas leonadas de un oficial de caballería que
salía del cuartel. Al seguirlas con la mirada, vi un papel junto a un charco. Creí que el
oficial iba a hundir con el tacón el papel en el barro; pero no: de un tranco pasó por
encima del papel y del charco. Me acerqué: era una hoja rayada, sin duda de un
cuaderno de escuela. La lluvia la había empapado y retorcido; estaba llena de
granitos e hinchazones como una mano quemada. La línea roja del margen,
desteñida, había dejado una sombra color de rosa; la tinta estaba corrida en algunos



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La Náusea
lugares. La parte inferior de la hoja desaparecía bajo una costra de barro. Me incliné;
ya me regocijaba pensando en tocar la pasta tierna y fresca que formaría entre mis
dedos bolitas grises... No pude.
Me quedé agachado un segundo; leí: “Dictado: El búho blanco”, después me
incorporé con las manos vacías. Ya no soy libre, ya no puedo hacer lo que quiero.
Los objetos no deberían tocar, puesto que no viven. Uno los usa, los pone en su
sitio, vive entre ellos; son útiles, nada más. Y a mí me tocan; es insoportable. Tengo
miedo de entrar en contacto con ellos como si fueran animales vivos.
Ahora veo; recuerdo mejor lo que sentí el otro día, a la orilla del mar, cuando tenía
el guijarro. Era una especie de repugnancia dulzona. ¡Qué desagradable era! Y
procedía del guijarro, estoy seguro; pasaba del guijarro a mis manos. Sí, es eso, es
eso; una especie de náusea en las manos.
Jueves por la mañana, en la biblioteca.
Hace un rato, al bajar la escalera del hotel, oí a Lucie que por centésima vez se
quejaba a la patrona mientras enceraba los peldaños. La patrona hablaba con
esfuerzo, usando frases cortas porque aún no se había puesto la dentadura postiza;
estaba casi desnuda, con una bata rosada y babuchas. Lucie sucia, como de
costumbre; de vez en cuando dejaba de frotar y se erguía sobre las rodillas para mirar
a la patrona. Hablaba sin interrupción, con aire razonable.
—Preferiría mil veces que la corriera —decía—; a mí me daría lo mismo puesto
que no le haría daño.
Hablaba de su marido: al frisar los cuarenta años esta negrita consiguió, con sus
economías, un joven maravilloso, ajustador en las fábricas Lecointe. Es desgraciada
en el matrimonio. Su marido no le pega, no la engaña; bebe, vuelve borracho todas
las noches. Anda de mal en peor; en tres meses lo he visto ponerse amarillo y
consumido. Lucie piensa que es la bebida. Yo creo más bien que está tuberculoso.



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—Hay que tomarlo con calma —decía Lucie.
Esto la corroe, estoy seguro, pero lenta, pacientemente; ella lo toma con calma, no
es capaz de consolarse ni de abandonarse a su mal. Piensa en él un poquitito, muy
poquitito, de vez en cuando. Sobre todo cuando está acompañada, porque la
consuelan, y también porque le alivia Un poco poder hablar del asunto en tono
pausado, como si diera consejos. Cuando está sola en las habitaciones oigo cómo
canturrea para no pensar. Pero vive todo el día taciturna; en seguida se cansa y se
enfada:
—Es aquí—dice, tocándose la garganta—, no pasa.
Parece como una avara. También ha de ser avara con sus placeres. Me pregunto
si a veces no desea verse libre de ese dolor monótono, de ese masculleo que vuelve
no bien deja de cantar; me pregunto si no desea sufrir un buen golpe, hundirse en la
desesperación. Pero de todos modos, sería imposible: está atada
Jueves por la tarde.
“M. de Rollebon era muy feo. La reina María Antonieta lo llamaba por lo general su
“querida mona”. Sin embargo, tenía todas las mujeres de la corte, no porque hiciera
bufonadas, como Voisenan, el macaco, sino por un magnetismo que impulsaba a sus
bellas conquistas a los peores excesos de la pasión. Rollebon intriga, desempeña un
papel bastante turbio en el asunto del collar y desaparece en 1790, después de
mantener relaciones continuas con Mirabeau-Tonneau y Nerciat. Aparece en Rusia,
donde asesina en cierto modo a Pablo I, y desde allí viaja a los países más lejanos, a
las Indias, a China, al Turquestán. Trafica, maquina, espía. En 1813 vuelve a París.
En 1816 ha alcanzado todo su poder: es el único confidente de la duquesa de
Angulema. Esta vieja caprichosa, obstinada en horribles recuerdos de infancia, se
apacigua y sonríe cuando lo ve. Gracias a ella Rollebon hace y deshace en la corte.
En marzo de 1820 casa con Mlle. de Roquelaure, muy bella, de dieciocho años. M. de



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La Náusea
Rollebon tiene setenta; ha llegado a la cumbre de, los honores, al apogeo de su vida.
Siete meses más tarde, acusado de traición, es apresado y arrojado a un calabozo
donde muere después de cinco años de cautiverio, sin habérsele instruido proceso.”
He releído con melancolía esta nota de Germain Berger . A través de estas
6
escasas líneas conocí a M. de Rollebon. ¡Qué seductor me pareció, y cómo me gustó
en seguida por estas pocas palabras! Por él, por este buen hombre estoy aquí.
Cuando regresé de viaje, hubiera podido igualmente radicarme en París o Marsella.
Pero la mayoría de los documentos que conciernen a las largas estadas del marqués
en Francia, figuran en la biblioteca municipal de Bouville. Rollebon era castellano de
Marommes. Antes de la guerra aún quedaba en este
villorrio uno de sus
descendientes, un arquitecto llamado Rollebon-Campouyré, quien, a su muerte, en
1912, hizo un importante legado a la biblioteca de Bouville: cartas del marqués, un
fragmento de diario, papeles de todas clases. Aún no lo hurgué todo.
Me alegra haber encontrado estas notas. Hace diez años que no las releo. Me
parece que mi letra ha cambiado; antes escribía más prieto. ¡Cómo me gustaba M. de
Rollebon aquel año! Recuerdo una noche, un martes a la noche; había trabajado todo
el día en la Mazarine; acababa de adivinar, por su correspondencia de 1789-1790, su
manera magistral de envolver a Nerciat. Estaba oscuro; yo descendía por la avenida
del Maine y en la esquina de la calle de la Gaîté compré castañas. ¡Qué feliz era! Me
reía solo pensando en la cara de Nerciat cuando regresó de Alemania. El rostro del
marqués es como esta tinta; ha palidecido mucho desde que me ocupo de él.
Ante todo, a partir de 1801 no comprendo nada más de su conducta. No es que
escaseen documentos: cartas, trozos de memorias, informes secretos, archivos de
policía. Al contrario, casi tengo demasiados. Lo que falta en todos esos testimonios es
firmeza, consistencia. No se contradicen, no, pero tampoco concuerdan; no parecen
concernir a la misma persona. Y, sin embargo, los otros historiadores trabajan sobre
6
Germain Berger
, Mirabeau-Tonneau y sus amigos, pág. 406, nota 2. Champion 1906 (Nota del
editor).



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La Náusea
noticias del mismo tipo. ¿Cómo hacen? ¿Soy más escrupuloso o menos inteligente?
Además, planteado de esta manera, el asunto me deja completamente frió. En el
fondo, ¿qué busco? No sé. Durante mucho tiempo el hombre, Rollebon, me interesó
más que el libro por escribir. Pero ahora el hombre... el hombre comienza a aburrirme.
Me apego al libro, siento una necesidad cada vez más fuerte de escribirlo —a medida
que envejezco, se diría—.
Evidentemente, puede admitirse que Rollebon tomó parte activa en el asesinato de
Pablo I; que aceptó en seguida una misión de alto espionaje en Oriente por cuenta del
zar, y traicionó constantemente a Alejandro en provecho de Napoleón. Al mismo
tiempo pudo mantener una activa correspondencia con el conde de Artois, enviándole
informes de poca importancia para convencerlo de su fidelidad; nada de todo esto es
inverosímil; en la misma época Foucbé representaba una comedia mucho más
compleja y peligrosa. Acaso también el marqués hiciera por su cuenta tráfico de
fusiles con los principados asiáticos.
Bueno, sí, pudo hacer todo esto, pero no está probado; comienzo a creer que
nunca se puede probar nada. Estas son hipótesis juiciosas que explican los hechos;
pero veo tan bien que proceden de mí, que son simplemente una manera de unificar
mis conocimientos. Ni una chispa viene del lado de Rollebon. Lentos, perezosos,
fastidiados, los hechos se acomodan en rigor al orden que yo quiero darles; pero éste
sigue siendo exterior a ellos. Tengo la impresión de hacer un trabajo puramente
imaginativo. Además estoy seguro de que los personajes de una novela parecerían
más verdaderos; en todo caso, serían más agradables.
Viernes.
Las tres. Las tres, siempre es demasiado tarde o demasiado temprano para lo que
uno quiere hacer. Momento absurdo de la tarde. Hoy es intolerable.
Un sol frío blanquea el polvo de los vidrios. Cielo pálido, borroneado de blanco. El



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La Náusea
agua de las alcantarillas estaba helada esta mañana.
Digiero con pesadez, cerca del calorífero; sé de antemano que es un día perdido.
No haré nada bueno, salvo, quizá, cuando haya caído la noche. Es por el sol; dora
vagamente sucias brumas blancas, suspendidas en el aire sobre el depósito; se
escurre en mi cuarto, muy rubio, muy pálido; pone sobre mi mesa cuatro reflejos
desteñidos y falsos.
Mi pipa está embadurnada con un barniz dorado que primero atrae la mirada por
su aparente alegría; uno la mira, el barniz se derrite, sólo queda una gran huella
descolorida sobre un pedazo de madera. Y todo es así, todo, hasta mis manos.
Cuando hay este sol, lo mejor sería ir a acostarse. Sólo que dormí como una bestia
anoche y no tengo sueño.
Me gustaba tanto el cielo de ayer, un cielo estrecho, negro de lluvia, que se
apretaba contra los vidrios como un rostro ridículo y conmovedor. Este sol no es
ridículo, al contrario. Sobre todas las cosas que me gustan, sobre la herrumbre del
depósito, sobre las tablas podridas de la empalizada, cae una luz avara y razonable,
semejante a la mirada que, después de una noche insomne, echamos a las
decisiones tomadas con entusiasmo la víspera, a las páginas escritas sin tachaduras,
de un tirón. Los cuatro cafés del bulevar Victor-Noir, que resplandecen de noche,
juntos, y que son mucho más que cafés —acuarios, navíos, estrellas o grandes ojos
blancos—, han perdido su gracia ambigua.
Día perfecto para volver sobre uno mismo: las frías claridades que el sol proyecta,
como un juicio sin indulgencia, sobre las criaturas, entran en mí por los ojos; me
ilumina por dentro una luz empobrecedora. Me bastarían quince minutos, estoy
seguro, para llegar al supremo hastío de mí mismo. Muchas gracias, no hay interés.
Tampoco releeré lo que escribí ayer sobre la estada de Rollebon en San Petersburgo.
Me quedo sentado, con los brazos colgando, o bien trazo algunas palabras, sin
ánimo; bostezo, espero que caiga la noche. Cuando esté oscuro, los objetos y yo
saldremos del limbo.



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La Náusea
¿Participó o no Rollebon en el asesinato de Pablo I? Ésta es la pregunta del día;
he llegado hasta aquí y no puedo continuar sin decidirlo.
Según Tcherkoff, estaba pagado por el conde de Pablen. La mayoría de los
conjurados, dice Tcherkoff, se hubieran contentado con deponer al zar y encerrarlo
(dicen que Alejandro era, en efecto, partidario de esta solución). Pero parece que
Pahlen quiso concluir con Pablo I. Rollebon habría sido el encargado de inducir
individualmente a los conjurados al asesinato.
“Hizo una visita a cada uno de ellos y mimó la escena que se produciría con una
soltura incomparable. Así inculcó o desarrolló en ellos la locura del crimen.”
Pero desconfío de Tcherkoff. No es un testigo razonable; es un mago sádico y
medio loco; todo lo vuelve demoníaco. No veo para nada a M. de Rollebon en este
papel melodramático. ¿Habrá mimado la escena del asesinato? ¡Vamos, hombre! Es
frío; de ordinario no arrebata a nadie; no muestra: insinúa, y su método, pálido y sin
colores, sólo puede dar resultado con hombres de su especie, intrigantes accesibles a
las razones, políticos.
“Adhémar de Rollebon” escribe Mme. de Charrières, “no accionaba al hablar, no
hacía gestos, no cambiaba de entonación. Mantenía los ojos semicerrados, y apenas
si sorprendía uno entre sus pestañas, el borde de las pupilas grises. Hace pocos años
me atrevo a confesar que me aburría más allá de lo posible. Hablaba un poco como
escribía el padre Mably.”
Y este hombre, con su talento de mimo... Pero entonces, ¿cómo seducía a las
mujeres? Y además, hay esta curiosa historia que cuenta Segur, y que me parece
cierta:
“En 1787, en una posada cerca de Moulins, moría un viejo amigo de Diderot,
formado por los filósofos. Los sacerdotes de los alrededores estaban extenuados: lo
habían intentado todo en vano; el buen hombre no quería últimos sacramentos, era
panteísta. M. de Rollebon, que pasaba por allí y no creía en nada, apostó al cura de
Moulins que le bastarían dos horas para convertir al enfermo. El cura aceptó la



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La Náusea
apuesta, y perdió: la tarea empezó a las tres de la mañana, el enfermo se confesó a
las cinco y murió a las siete. —¿Es usted tan hábil en el arte de la disputa? —
preguntó el cura—. ¡Aventaja a los nuestros! —No he disputado —respondió M. de
Rollebon—. Le he hecho temer el infierno.”
Ahora bien, ¿participó efectivamente en el asesinato? Aquella noche, a eso de las
ocho, un oficial amigo suyo lo acompañó hasta la puerta. Si volvió a salir, ¿cómo pudo
cruzar San Petersburgo sin molestias? Pablo, medio loco, había dado orden de
detener, después de las nueve de la noche, a todos los transeúntes, salvo las
parteras y los médicos. ¿Hay que creer la absurda leyenda según la cual Rollebon
tuvo que disfrazarse de partera para llegar al palacio? Después de todo, era muy
capaz. En fin, no estaba en su casa la noche del asesinato; esto parece probado.
Alejandro debía de tener fuertes sospechas, pues uno de los primeros actos de su
reinado fue alejar al marqués con el vago pretexto de una misión en Extremo Oriente.
M. de Rollebon me harta. Me levanto. Me muevo en esta luz pálida; la veo cambiar
sobre mis manos y sobre las mangas de mi chaqueta; no puedo decir hasta qué punto
me disgusta. Bostezo. Enciendo la lámpara sobre la mesa; quizá su claridad pueda
combatir la del día. Pero no: la lámpara forma alrededor de su pie un charco
lastimoso. Apago; me levanto. En la pared hay un agujero blanco, el espejo. Es una
trampa. Sé que voy a dejarme atrapar. Ya está. La cosa gris acaba de aparecer en el
espejo. Me acerco y la miro; ya no puedo irme.
Es el reflejo de mi rostro. A menudo en estos días perdidos, me quedo
contemplándolo. No comprendo nada en este rostro. Los de los otros tienen un
sentido. El mío, no. Ni siquiera puedo decidir si es lindo o feo. Pienso que es feo,
porque me lo han dicho. Pero no me sorprende. En el fondo, a mí mismo me choca
que puedan atribuirle cualidades de ese tipo, como si llamaran lindo o feo a un
montón de tierra o a un bloque de piedra.
Sin embargo hay algo agradable a la vista, encima de las regiones blandas de las
mejillas, sobre la frente: la hermosa llamarada roja que me dora el cráneo, mi pelo. Es



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La Náusea
agradable de mirar. Por lo menos es un color definido: estoy contento de ser pelirrojo.
Ahí, en el espejo, se hace ver, resplandece. Tengo suerte: si mi frente llevara una de
esas cabelleras que no llegan a decidirse entre el castaño y el rubio, mi cara se
perdería en el vacío, me daría vértigo.
Mi mirada desciende lenta, hastiada, por la frente, por las mejillas; no encuentra
nada firme, se hunde. Evidentemente, hay una nariz, ojos, boca, pero todo eso no
tiene sentido, ni siquiera expresión humana. Sin embargo Anny y Vélines opinaban
que tenía una expresión vivaz; es posible que esté demasiado acostumbrado a mi
cara. Cuando era chico, mi tía Bigeois me decía: “Si te miras largo rato en el espejo,
verás un mono”. Debí de mirarme más todavía: lo que veo está muy por debajo del
mono, en los lindes del mundo vegetal, al nivel de los pólipos. Vive, no digo que no;
pero no es la vida en que pensaba Anny; veo ligeros estremecimientos, veo una carne
insulsa que se expande y palpita con abandono. Sobre todo los ojos, de tan cerca,
son horribles. Algo vidrioso, blando, ciego, bordeado de rojo; como escamas de
pescado.
Me apoyo con todo mi peso en el borde de loza, acerco mi cara al espejo hasta
tocarlo. Los ojos, la nariz y la boca desaparecen, ya no queda nada humano. Arrugas
morenas a cada lado del abultamiento febril de los labios, grietas, toperas. Un sedoso
vello blanco corre por los grandes declives de las mejillas; dos pelos salen por los
agujeros de la nariz; es un mapa geológico en relieve. Y a pesar de todo, este mundo
lunar me resulta familiar. No puede decir que reconozco sus detalles. Pero el conjunto
me da una impresión de algo ya visto que me embota: me deslizo dulcemente hacia el
sueño.
Quisiera recobrarme: una sensación viva y decidida me libertaría. Aplico mi mano
derecha contra la mejilla, tiro de la piel; me hago una mueca. Toda una mitad del
rostro cede, la mitad izquierda de la boca se tuerce y se hincha descubriendo un
diente, la órbita se abre sobre un globo blanco, sobre una carne rosada y
sanguinolenta. No es lo que yo buscaba; nada fuerte, nada nuevo; ¡es algo suave,



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La Náusea
esfumado, ya visto! Me duermo con los ojos abiertos, el rostro crece, crece en el
espejo, es un inmenso halo pálido que se desliza en la luz ...
Lo que me despierta bruscamente es que pierdo el equilibrio. Me encuentro a
horcajadas sobre una silla, aturdido todavía. ¿A los otros hombres les cuesta tanto
trabajo juzgar sus rostros? Me parece que veo el mío como siento mi cuerpo,
mediante una sensación sorda y orgánica. Pero ¿y los demás? ¿Rollebon, por
ejemplo? ¿También se dormía mirando en los espejos lo que Mme. de Genlis llama
“su carita arrugada, limpia y definida, picada de viruelas, donde había una malicia
singular que saltaba a los ojos, por esfuerzos que hiciera para disimularla”? “Cuidaba
mucho” dice Mme. de Genlis, “de su peinado, y nunca lo vi sin peluca. Pero sus
mejillas eran de un azul tirando a negro porque tenía la barba espesa y quería
afeitarse solo, cosa que hacía muy mal. Acostumbraba embadurnarse con albayalde,
a la manera de Grimm. M. de Dangeville decía que con todo ese blanco y azul,
semejaba un queso Roquefort.”
Me parece que debía de ser muy agradable. Pero después de todo, no fue así
como lo vio Mme. de Charrières. Creo que lo encontraba más bien apagado. Tal vez
sea imposible comprender el propio rostro. ¿O acaso es porque soy un hombre solo?
Los que viven en sociedad han aprendido a mirarse en los espejos, tal como los ven
sus amigos. Yo no tengo amigos; ¿por eso es mi carne tan desnuda? Sí, es como la
naturaleza sin los hombres.
Ya no tengo ganas de trabajar; lo único que me resta es aguardar la noche.
Las cinco y media.
¡La cosa anda mal, muy mal! Otra vez la suciedad, la Náusea. Y una novedad: me
dio en un café. Los cafés eran hasta ahora mi único refugio porque están llenos de
gente y bien iluminados; ni siquiera me quedará este recurso; cuando me vea
acosado en mi cuarto, no sabré adónde ir.



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Jean Paul Sartre
La Náusea
Iba a hacer el amor, pero apenas empujé la puerta, Madeleine, la sirvienta, me
gritó:
—La patrona no está; salió por unas diligencias.
Sentí una viva decepción en el sexo, un largo cosquilleo desagradable. Al mismo
tiempo, sentía que la camisa me rozaba la punta de los pechos, y la impresión de que
un lento torbellino encendido me rodeaba, me llevaba, un torbellino de bruma, de
luces, en el humo, en los espejos, en las banquetas que brillaban en el fondo, y no
veía por qué estaba allí, ni por qué pasaba eso. Me había detenido en la puerta, no
sabía si entrar, y entonces se produjo un remolino, pasó una sombra por el techo y
me sentí empujado hacia adelante. Flotaba, me aturdían las brumas luminosas que
me penetraban por todas partes a la vez. Madeleine vino flotando a quitarme el
sobretodo, y observé que se había estirado el pelo y llevaba pendientes: no la
reconocí. Yo miraba sus grandes mejillas, que corrían interminables hacia las orejas.
En el hueco de las mejillas, bajo los pómulos, había dos manchas color de rosa, bien
aisladas, que parecían aburrirse en esa carne pobre. Las mejillas corrían, corrían
hacia las orejas, y Madeleine sonreía:
—¿Qué toma usted, señor Antoine?
Entonces me dio la Náusea: me dejé caer en el asiento, ni siquiera sabía dónde
estaba; veía girar lentamente los colores a mi alrededor; tenía ganas de vomitar. Y
desde entonces la Náusea no me ha abandonado, me posee.
He pagado. Madeleine se llevó el platillo. Mi vaso aplasta contra el mármol un
charco de cerveza amarilla donde flota una burbuja. La banqueta se hunde en el sitio
donde estoy sentado, y para no resbalarme debo apoyar fuertemente las suelas
contra el piso; hace frío. A la derecha, algunos juegan a las cartas sobre un tapete de
lana. No los vi al entrar; sentí simplemente que había un paquete tibio, mitad sobre la
banqueta, mitad sobre la mesa del fondo, con pares de brazos que se agitaban.
Después Madeleine les llevó naipes, el tapete y fichas en una escudilla. Son tres o
cinco, no sé, me falta ánimo para mirarlos. Tengo un resorte roto: puedo mover los



Jean Paul Sartre 23
La Náusea
ojos, pero no la cabeza. La cabeza es blanda, elástica; parece puesta justo sobre el
cuello; si la muevo se me caerá. A pesar de todo, oigo un aliento corto, y de vez en
cuando veo, con el rabillo del ojo, como un relámpago, una cosa colorada, cubierta de
pelos blancos. Es una mano.
Cuando la patrona hace diligencias, su primo la reemplaza en el mostrador. Se
llama Adolphe. Al sentarme, comencé a mirarlo, y seguí haciéndolo porque no podía
volver la cabeza. Está en mangas de camisa, con tirantes malva; se arremangó hasta
arriba del codo. Los tirantes apenas se ven sobre la camisa azul; están borrados,
hundidos en el azul, pero es una falsa humildad; en realidad no permiten el olvido, me
irritan con su terquedad de carneros como si, dirigiéndose al violeta, se hubieran
detenido en el camino sin abandonar sus pretensiones. Dan ganas de decirles:
“Vamos, vuélvanse violeta, y no se hable más” Pero no, permanecen en suspenso,
obstinados en su esfuerzo inconcluso. A veces el azul que los rodea se desliza sobre
ellos y los cubre del todo; me estoy un instante sin verlos. Pero es una ola; pronto el
azul palidece por partes y veo reaparecer islotes de un malva vacilante, que se
agrandan, se juntan y reconstruyen los tirantes. El primo Adolphe no tiene ojos; sus
párpados hinchados y recogidos se abren apenas un poco sobre el blanco. Sonríe
con aire dormido; de vez en cuando resopla, gañe y se debate débilmente, como un
perro soñando.
Su camisa de algodón azul se destaca gozosamente sobre una pared chocolate.
También eso da la Náusea. O más bien es la Náusea. La Náusea no está en mí; la
siento allí, en la pared, en los tirantes, en todas partes a mi alrededor. Es una sola
cosa con el café, soy yo quien está en ella.
A mi derecha el paquete tibio se pone a zumbar, agita sus pares de brazos.
—Toma, ahí tienes tu triunfo.
—¿Qué triunfo?
Gran espinazo negro curvado sobre el juego:
—¡Ja, ja, ja!



24
Jean Paul Sartre
La Náusea
—¿Qué? Ahí está el triunfo, acaba de jugarlo.
—No sé, no he visto ...
—Sí, ahora acabo de jugar triunfo.
—Ah, bueno, entonces, triunfo de corazones—. Canturrea: —Triunfo de corazones,
triunfo de corazones, triun-fo-de-co-ra-zo-nes—. Hablando: —¿Qué pasa, señor?
¿Qué pasa, señor? ¡Alzo!
De nuevo el silencio en la faringe —el gusto a azúcar en el aire—. Los olores. Los
tirantes.
El primo se levanta, da unos pasos, pone las manos detrás de la espalda, sonríe,
alza la cabeza y se echa hacia atrás, sobre las puntas de los talones. En esa posición
se duerme. Está allí, oscilante, y sigue sonriendo; le tiemblan las mejillas. Se va a
caer. Se inclina hacia atrás, se inclina, se inclina dando la cara al techo, y en el
momento de caer, se agarra diestramente del borde del mostrador y restablece el
equilibrio. Después de lo cual vuelve a empezar. Ya estoy harto; llamo a la sirvienta:
—Madeleine, ponga algo en el fonógrafo, sea buena. Eso que me gusta, ¿sabe?:
Some of these days.
—Sí, pero tal vez moleste a los señores; no les agrada la música cuando están
jugando. Ah, voy a preguntarles.
Hago un gran esfuerzo y vuelvo la cabeza. Son cuatro. Ella se inclina sobre un
viejo color púrpura que lleva en la punta de la nariz lentes de aro negro. El viejo oculta
el juego contra el pecho y me echa una mirada desde abajo.
—Cómo no, señor.
Sonrisas. Tiene los dientes podridos. No es él el dueño de la mano roja, sino su
vecino, un tipo de bigotes negros. El tipo de los bigotes posee una nariz de agujeros
inmensos, que podrían bombear aire para toda una familia, y que le comen la mitad
de la cara, pero sin embargo, respira por la boca jadeando un poco. También está con
ellos un muchacho de cabeza perruna. No distingo al cuarto jugador.
Las cartas caen sobre el tapete de lana, girando. Luego manos de dedos



Jean Paul Sartre 25
La Náusea
enjoyados las recogen, raspando el tapete con las uñas. Las manos ponen manchas
blancas en el tapete, parecen infladas y polvorientas. Siguen cayendo otras cartas, las
manos van y vienen. Qué ocupación absurda: no parece un juego, ni un rito, ni una
costumbre. Creo que lo hacen para llenar el tiempo, simplemente. Pero el tiempo es
demasiado ancho, no se deja llenar. Todo lo que uno sumerge en él se ablanda y se
estira. Por ejemplo, ese ademán de la mano roja que recoge las cartas tropezando, es
flojo. Habría que descoserlo y cortar por dentro.
Madeleine mueve la manivela del fonógrafo. Con tal de que no se haya
equivocado, con tal de que no haya puesto, como el otro día, el aria de Caballería
Rusticana. Pero no, está bien, lo reconozco desde los primeros compases. Es un viejo
rag-time con estribillo cantado. Lo oí en 1917 a soldados americanos en las calles de
La Rochelle. Ha de ser anterior a la guerra. Pero el registro es mucho más reciente.
Con todo, es el disco más viejo de la colección, un disco Pathé para púa de zafiro.
En seguida vendrá el estribillo: es lo que más me gusta, sobre todo la manera
abrupta de arrojarse hacia adelante, como un acantilado contra el mar. Por el
momento, toca el jazz; no hay melodía, sólo notas, una miríada de breves sacudidas.
No conocen reposo; un orden inflexible las genera y destruye; sin dejarles nunca
tiempo para recobrarse, para existir por sí. Corren, se apiñan, me dan al pasar un
golpe seco y se aniquilan. Me gustaría retenerlas, pero sé que si llegara a detener
una, sólo quedaría entre mis dedos un sonido canallesco y languideciente. Tengo que
aceptar su muerte; hasta debo querer esta muerte; conozco pocas impresiones más
ásperas o más fuertes.
Comienzo a calentarme, a sentirme feliz. Todavía no es nada extraordinario, es
una pequeña dicha de Náusea: se despliega en el fondo del charco viscoso, en el
fondo de nuestro tiempo —el tiempo de los tirantes malva y de las banquetas
desfondadas—; está hecha de instantes amplios y blandos, que se agrandan por los
bordes como una mancha de aceite. Apenas nacida, es vieja; me parece que la
conozco desde hace veinte años.



26
Jean Paul Sartre
La Náusea
Hay otra dicha: afuera está esa banda de acero, la estrecha duración de la música,
que atraviesa nuestro tiempo de lado a lado, y lo rechaza y lo desgarra con sus
pumitas secas; hay otro tiempo.
—El señor Randu juega corazón; tú echas el as.
La voz se desliza y desaparece. Nada hace mella en la cinta de acero: ni la puerta
que se abre, ni la bocanada de aire frío que se cuela sobre mis rodillas, ni la llegada
del veterinario con su nieta: la música horada esas formas vagas y las traspasa. No
bien se sienta, la niña queda suspensa; permanece rígida, con los ojos muy abiertos;
escucha frotando la mesa con el puño.
Unos segundos más y cantará la negra. Parece inevitable, tan fuerte es la
necesidad de esta música; nada puede interrumpirla, nada que venga del tiempo
donde está varado el mundo; cesará sola, por orden. Esta hermosa voz me gusta
sobre todo, no por su amplitud ni su tristeza, sino porque es el acontecimiento que
tantas notas han preparado desde lejos, muriendo para que ella nazca. Y sin
embargo, estoy inquieto; bastaría tan poco para que el disco se detuviera: un resorte
roto, un capricho del primo Adolphe. Qué extraño, qué conmovedor que esta duración
sea tan frágil. Nada puede interrumpirla y todo puede quebrantarla.
El último acorde se ha aniquilado. En el breve silencio que sigue, siento
fuertemente que ya está, que algo ha sucedido.
Silencio.
Some of these days
You’ll miss me honey.
Lo que acaba de suceder es que la Náusea ha desaparecido. Cuando la voz se
elevó en el silencio, sentí que mi cuerpo se endurecía; y la Náusea se desvaneció. De
golpe; era casi penoso ponerse así de duro, de rutilante. Al mismo tiempo la duración
de la música se dilataba, se hinchaba como una bomba. Llenaba la sala con su



Jean Paul Sartre 27
La Náusea
transparencia metálica, aplastando contra las paredes nuestro tiempo miserable.
Estoy en la Náusea. En los espejos ruedan globos de fuego; anillos de humo los
circundan, y giran, velando y descubriendo la dura sonrisa de la luz. Mi vaso de
cerveza se ha empequeñecido, se
aplasta sobre la mesa; parece denso,
indispensable. Quiero tomarlo y sopesarlo, extiendo la mano... ¡Dios mío! Esto es,
sobre todo, lo que ha cambiado: mis ademanes. Este movimiento de mi brazo se ha
desarrollado como un tema majestuoso, se ha deslizado a lo largo del canto de la
negra; me pareció que yo bailaba.
El rostro de Adolphe está ahí, apoyado contra la pared chocolate; parece muy
próximo. En el momento en que mi mano se cerraba, vi su cabeza; tenía la evidencia,
la necesidad de una conclusión. Oprimo mis dedos contra el vidrio, miro a Adolphe:
soy feliz.
—¡Ahí está!
Una voz se lanza sobre un fondo de rumores. Es que habla mi vecino, el viejo. Sus
mejillas ponen una mancha violeta sobre el cuero pardo de la banqueta. Una carta
restalla contra la mesa. Malilla de oros.
Pero el muchacho de cabeza perruna sonríe. El jugador coloradote, curvado sobre
la mesa, lo acecha de soslayo, pronto a asaltar.
—¡Y ahí tiene!
La mano del muchacho sale de la sombra, planea un instante, blanca, indolente;
luego cae de improviso como un milano y aprieta un naipe contra el tapete. El gordo
colorado salta por el aire:
—¡Mierda! Éste alza.
La silueta del rey de corazones aparece entre dedos crispados después alguien la
vuelve de narices y el juego continúa. Hermoso rey, venido de tan lejos, preparado
por tantas combinaciones, por tantos gestos desaparecidos. Ahora desaparece a su
vez, para que nazcan otras combinaciones y otros gestos, ataques, réplicas, vueltas
de la fortuna, multitud de pequeñas aventuras.



28
Jean Paul Sartre
La Náusea
Estoy emocionado, siento mi cuerpo como una máquina de precisión en reposo.
Yo he tenido verdaderas aventuras. No recuerdo ningún detalle, pero veo el
encadenamiento riguroso de las circunstancias. He cruzado mares, he dejado atrás
ciudades y be remontado ríos; me interné en las selvas buscando siempre nuevas
ciudades. He tenido mujeres, he peleado con individuos, y nunca pude volver atrás,
como no puede un disco girar al revés. ¿Y a dónde me llevaba todo aquello? A este
instante, a esta banqueta, a esta burbuja de claridad rumorosa de música.
And when you leave me
Sí, yo que tanto gusté de sentarme en Roma a orillas del Tíber; de bajar y
remontar cien veces las Ramblas de Barcelona, a la noche; yo que cerca de Angkor,
en el islote de Baray de Prah-Kan vi una baniana que anudaba sus raíces alrededor
de la capilla de los nagas, estoy aquí, vivo en el mismo instante que los jugadores de
malilla, escucho a una negra que canta mientras afuera vagabundea la noche débil.
El disco se ha detenido.
La noche entra dulzona, vacilante. Es invisible, pero está ahí, vela las lámparas; en
el aire se respira algo espeso: es ella. Hace frío. Uno de los jugadores empuja las
cartas en desorden hacia otro que las recoge. Un naipe ha quedado atrás. ¿No lo
ven? Es el nueve de corazones. Por fin alguien lo entrega al joven de cabeza perruna.
—¡Ah! Es el nueve de corazones.
Está bien. Voy a irme. El viejo violáceo se inclina sobre ana hoja chupando la
punta de un lápiz. Madeleine lo mira con ojos claros y vacíos. El muchacho da vueltas
entre sus dedos al nueve de corazones. ¡Dios mío ...!
Me levanto penosamente; en el espejo, sobre el cráneo del veterinario, veo
deslizarse un rostro inhumano.



Jean Paul Sartre 29
La Náusea
Dentro de un rato iré al cinematógrafo.
El aire me hace bien; no tiene el gusto a azúcar ni el olor vinoso del vermut. Pero
Dios mío, qué frío hace.
Son las siete y media, no tengo hambre y el cine no empieza hasta las nueve;
¿qué haré? Necesito caminar ligero para calentarme. Dudo; a mis espaldas, el
bulevar lleva al corazón de la ciudad, a los grandes aderezos de luces, de las calles
centrales, al palacio Paramount, al Imperial, a las grandes tiendas Jahan. No me
tienta nada: es la hora del aperitivo; por el momento ya he visto bastantes cosas
vivas, perros, hombres, todas las masas blandas que se mueven espontáneamente.
Doblo hacia la izquierda, voy a hundirme en aquel agujero, allá, al final de la hilera
de picos de gas; caminaré por el bulevar Noir hasta la avenida Galvani. Por el agujero
sopla un viento glacial: allí sólo hay piedras y tierra. Las piedras son algo duro, y que
no se mueve.
Hay una parte aburrida del camino: en la acera de la derecha, una masa gaseosa
con regueros de fuego hace un ruido de caracola: es la vieja estación. Su presencia
ha fecundado los cien primeros metros del bulevar Noir —desde el bulevar de la
Redoute hasta la calle Paradis—, ha engendrado unos diez reverberos, y cuatro cafés
juntos, el Rendez-vous des Cheminots y otros tres que languidecen todo el día, pero
se iluminan de noche y proyectan rectángulos luminosos en la calzada. Tomo tres
baños más de luz amarilla, veo salir de la tienda y mercería Rabache a una vieja que
se levanta la pañoleta sobre la cabeza y echa a correr; ahora se acabó. Estoy en el
borde de la acera de la calle Paradis, junto al último farol. La cinta de asfalto se
interrumpe en seco. Del otro lado de la calle están la oscuridad y el barro. Cruzo la
calle Paradis. Meto el pie derecho en un charco de agua, me empapo el calcetín; el
paseo comienza.
Esta región del bulevar Noir no está habitada. El clima es demasiado riguroso, el
suelo demasiado ingrato para que la vida se instale y desarrolle aquí. Los tres
aserraderos de los Hermanos Soleil (los Hermanos Soleil hicieron la bóveda



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Jean Paul Sartre
La Náusea
artesonada de la iglesia Sainte-Cécile-de-la-Mer, que costó cien mil francos) se abren
al oeste, con todas sus puertas y ventanas, sobre la dulce calle Jeanne-Berthe-
Coeuroy, llenándola de rumores. En el bulevar Victor-Noir presenta sus tres espaldas
unidas por una pared. Estos edificios bordean la acera izquierda durante
cuatrocientos metros: ni la ventana más pequeña, ni siquiera un tragaluz.
Esta vez metí los dos pies en el agua. Crucé la calzada; en la otra acera un solo
pico de gas como un faro en el confín de la tierra, ilumina un cerco hundido, arruinado
en parte.
Fragmentos de carteles se adhieren aún a las tablas. Un hermoso rostro lleno de
odio gesticula sobre un fondo verde, con un desgarrón en forma de estrella; debajo de
la nariz alguien ha dibujado un bigote retorcido. En otro girón todavía puede
descifrarse la palabra “depurador” en caracteres blancos de los que caen gotas rojas,
quizá gotas de sangre. Puede que el rostro y la palabra hayan formado parte del
mismo cartel. Ahora el cartel está roto, los lazos simples y deliberados que los unían
desaparecieron, pero se ha establecido espontáneamente otra unidad entre la boca
torcida, las gotas de sangre, las letras blancas, la desinencia “dor”; se diría que una
pasión criminal e infatigable trata de expresarse mediante estos signos misteriosos.
Entre las tablas pueden verse brillar las luces de la vía férrea. Un largo muro continúa
la empalizada. Un muro sin aberturas, sin puertas, sin ventanas, que se detiene
doscientos metros más lejos, contra una casa. He dejado atrás el campo de acción
del farol; entro en el agujero negro. Al ver mi sombra que se funde a mis pies en las
tinieblas, tengo la impresión de hundirme en un agua helada. Delante de mí, en el
fondo, a través de espesores de negro, distingo una palidez rosada: es la avenida
Galvani. Me vuelvo; detrás del reverbero, muy lejos, hay un atisbo de claridad: la
estación con los cuatro cafés. Detrás de mí, delante de mí, gentes que beben y
juegan a las cartas en las cervecerías. Aquí sólo hay negrura. El viento me trae con
intermitencias un campanilleo solitario que viene de lejos. Los ruidos domésticos, el
ronquido de los autos, los gritos, los ladridos, no se alejan de las calles iluminadas,



Jean Paul Sartre 31
La Náusea
permanecen en el calor. Pero ese campanilleo horada las tinieblas y llega hasta aquí:
es más duro, menos humano que los otros ruidos.
Me paro a escucharlo. Tengo frío, me duelen las orejas; han de estar rojas. Pero
yo no me siento; me ha ganado la pureza de lo que me rodea; nada vive; el viento
silba, líneas rígidas huyen en la noche. El bulevar Noir no tiene la facha indecente de
las calles burguesas, que hacen gracias a los transeúntes. Nadie se ha preocupado
de adornarlo; es exactamente un revés. El revés de la calle Jeanne-Berthe-Coeuroy,
de la avenida Galvani. En los alrededores de la estación, los Bouvilleses todavía lo
vigilan un poco; lo limpian de vez en cuando, por los viajeros. Pero en seguida lo
abandonan, y corre derecho, ciego, para chocar con la avenida Galvani. La ciudad lo
ha olvidado. A veces un camión grande, de color terroso, lo cruza a toda velocidad,
con ruido atronador. Ni siquiera hay asesinatos, por falta de asesinos y de víctimas. El
bulevar Noir es inhumano. Como un mineral. Como un triángulo. Es una suerte que
haya un bulevar así en Bouville. Por lo general sólo se los encuentra en las capitales,
en Berlín del lado de Neukölln o todavía hacia Friedrichshain, en Londres detrás de
Greenwich. Corredores rectos y sucios, en plena corriente de aire, con anchas aceras
sin árboles. Casi siempre están en los alrededores, en esos barrios extraños donde se
fabrican las ciudades, cerca de los depósitos de mercancías, de las estaciones
tranviarias, de los mataderos, de los gasómetros. Dos días después del chaparrón,
cuando toda la ciudad está mojada bajo el sol e irradia calor húmedo, aún siguen
fríos, aún conservan el barro y los charcos. Hasta tienen charcos que nunca se secan,
salvo un mes en el año, en agosto.
La Náusea se ha quedado allá, en la luz amarilla. Soy feliz, este frío es tan puro,
tan pura la noche; ¿no soy yo mismo una onda de aire helado? No tener ni sangre, ni
linfa, ni carne. Deslizarse por este largo canal hacia aquella palidez. Ser sólo frío.
Llega gente. Dos sombras. ¿Qué necesidad tenían de venir aquí?
Es una mujercita que tira a un hombre de la manga. Habla en voz rápida y
menuda. No comprendo lo que dice, por el viento.



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Jean Paul Sartre
La Náusea
—¿Quieres cerrar la boca, eh? —dice el hombre.
Ella signe hablando. Bruscamente, el hombre la rechaza. Se miran, vacilantes;
después él hunde las manos en los bolsillos y se va sin volverse.
El hombre ha desaparecido. Apenas tres metros me separan ahora de la mujer. De
pronto unos sonidos roncos y graves la desgarran, arrancan de ella y llenan toda la
calle con una violencia extraordinaria:
—Charles, por favor, ¿sabes lo que te he dicho? ¡Charles, ven, estoy harta, soy
muy desgraciada!
Paso tan cerca de ella que podría tocarla. Es... ¿pero cómo creer que esa carne
ardida, ese rostro resplandeciente de dolor...? Sin embargo, reconozco la pañoleta, el
abrigo y el gran antojo borra de vino que tiene en la mano derecha; es ella, Lucie, la
criada. No me atrevo a ofrecerle mi ayuda, pero conviene que pueda pedirla en caso
de necesidad; paso delante de ella lentamente, mirándola. Sus ojos se clavan en mí,
pero no demuestra verme; es como si sus padecimientos le hubieran hecho perder el
juicio. Doy unos pasos, me vuelvo...
Sí, es ella, Lucie. Pero transfigurada, fuera de sí, sufriendo con loca generosidad.
La envidio. Está allí, erguida, con los brazos separados, como si esperara los
estigmas; abre la boca, se ahoga. Tengo la impresión de que las paredes han crecido
a cada lado de la calle, de que se han acercado, de que ella está en el fondo de un
pozo. Espero unos instantes; temo que caiga rígida; es demasiado enclenque para
soportar este dolor insólito. Pero no se mueve; parece mineralizada, como todo lo que
la rodea. Por un momento me pregunto si no me habré equivocado, si no es su
verdadera naturaleza la que se me ha revelado de improviso...
Lucie lanza un leve gemido. Se lleva la mano a la garganta abriendo grandes ojos
asombrados. No, no hay en ella fuerzas para padecer tanto. Le vienen de afuera... de
este bulevar. Habría que tomarla por los hombros, llevarla a las luces, entre la gente,
a las calles dulces y rosadas; allá no se puede sufrir tanto; se ablandaría, recuperaría
su aire positivo y el nivel ordinario de sus padecimientos.



Jean Paul Sartre 33
La Náusea
Le vuelvo la espalda. Después de todo, tiene suerte. Yo estoy demasiado tranquilo
desde hace tres años. Ya no puedo recibir de estas soledades trágicas hada más que
un poco de pureza vacía. Me voy.
Jueves, once y media.
Trabajé dos horas en la sala de lectura. Bajé al patio de las Hipotecas para fumar
una pipa. Plaza pavimentada con ladrillos rosados. Los bouvilleses se enorgullecen
de ella porque data del siglo XVIII. A la entrada de la calle Chamade y de la calle
Suspédart, viejas cadenas impiden el acceso a los coches. Señoras de negro, que
sacan a pasear a sus perros, se deslizan bajo las arcadas, a lo largo de las paredes.
Rara vez se adelantan hasta la luz del día, pero echan juveniles miradas, de soslayo,
furtivas y satisfechas, a la estatua de Gustave Impétraz. No han de saber el nombre
de ese gigante de bronce, pero bien ven por su levita y su chistera, que perteneció al
gran mundo. Tiene el sombrero en la mano izquierda y apoya la derecha en una pila
de infolios; es en cierto modo como si el abuelo estuviera allí, sobre ese zócalo,
modelado en bronce. No necesitan mirarlo largo rato para comprender que pensaba
como ellas, exactamente como ellas sobre todos los asuntos. Ha puesto su autoridad
y la inmensa erudición extraída de los infolios que aplasta con su mano pesada, al
servicio de sus pequeñas ideas estrechas y sólidas. Las señoras de negro se sienten
aliviadas, pueden entregarse tranquilamente a las preocupaciones de la casa, a
pasear el perro; ya no tienen la responsabilidad de defender las santas ideas, las
buenas ideas de sus padres; un hombre de bronce se ha erigido en defensor de ellas.
La gran Enciclopedia dedica unas líneas a este personaje; las leí el año pasado.
Había apoyado el volumen en el alféizar de la ventana; a través del vidrio podía ver el
cráneo verde de Impétraz. Supe que floreció hacia 1890. Fue inspector de academia.
Pintaba exquisitas bagatelas y escribió tres libros: De la popularidad entre los
antiguos griegos (1887), La pedagogía de Rollin (1891) y un Testamento poético en



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Jean Paul Sartre
La Náusea
1899. Murió en 1902, en medio del pesar emocionado de sus subordinados y de la
gente de gusto.
Me he apoyado en la fachada de la biblioteca. Chupo la pipa que amenaza
apagarse. Veo a una vieja señora que sale temerosa de la galería con arcadas y mira
a Impétraz fina y obstinadamente. De pronto cobra ánimos, cruza el patio a toda la
velocidad de sus piernas y se detiene un momento delante de la estatua moviendo las
mandíbulas. Después huye, negra sobre el pavimento rosado, y desaparece en una
grieta de la pared.
Tal vez esta plaza era alegre hacia el 1800, con sus ladrillos rosa y sus casas. En
la actualidad hay en ella algo seco y maligno, una delicada pizca de horror. Procede
del monigote que está ahí arriba, sobre el zócalo. Al vaciar en bronce a ese
universitario, lo han convertido en un brujo.
Miro a Impétraz de frente. No tiene ojos, apenas nariz, una barba carcomida por
esa lepra extraña que cae a veces, como una epidemia, sobre todas las estatuas de
un barrio. Saluda; el chaleco luce una mancha ver
 
hippie80,27.03.2011

Gobierno terrorista francés desea expulsar de ONU a Alemania, debido a que este hermoso y pacifico país
no ha querido ser cómplice del eje del mal que en la actualidad agrede a Libia lanzando miles de bombas sobre su territorio asesinando a civiles inocentes.

Alemania quedará registrado en la historia como uno de los países ejemplares, cultores de la paz, humanista, próspero y respetuoso de la humanidad.

También se oponen a la destrucción de Libia, Rusia, y China...
No todos acompañan al Anti-Cristo.

pax.

 
El_Quinto_Jinete,28.03.2011
Me quedo con este participante y su definición :guy,04.03.2011
 
hippie80,16.09.2011

Ya es posible considerar Héroe Mundial a Gadafi, no ha sido derrotado por las fuerzas terroristas gobernadas por la ONU ni doblegado por los miles de bombardeos de la aviación del terror de la Otan.-




 
cafeina,16.09.2011
mi persona se pregunta si el tal Gaddafi del que hablan es el mismo dictador, torturador y explotador del así llamado país de Libia
en caso de serlo, mi persona se pregunta si acaso los que hablan bien de él, no serán los mismos que otrora también lo hicieren a propósito de Sadam Husseim (rip), igual de torturador, asesino, explotador y dictador

pd: estar en contra del imperialismo yanqui y otras formas de imperio, no implica caer en las anormalidades en que incurrieron estos dos salvajes

mi persona saluda, attentamente
 
Vogelfrei,16.09.2011
torturador, asesino,
explotador y dictador: Obama.-

 
cafeina,16.09.2011
seh, ese también, como Idi Amin, Pol Pot, Margaret Tatcher, Stalin, etc...
la lista incluye a casi todos, no sé si hay alguno que se salve
 
hippie80,16.09.2011

torturador, asesino,
explotador y dictador: Negro terrorista.-

 
Vogelfrei,16.09.2011
Un terrorista que tiene la apariencia de un mono.-
 
hippie80,16.09.2011

Mono terrorista.-

 
negroviejo,16.09.2011
En el fondo es bueno...
 
cafeina,16.09.2011
mi persona pregunta: ¿no deberíamos festejar que Gadafi ya no tiene más el poder?
festejemos, hasta que venga otro peor
 
Vogelfrei,16.09.2011
UNA cosa es que la prensa occidental lo haga aparecer como malo, y otra que realmente lo sea.-
 
cafeina,16.09.2011
vos dirías que es bueno, o que no es malo? (sin definir bueno o malo, aceptemos que lo bueno es bueno y ya)
 
Aristidemo,16.09.2011
cafeina,16.09.2011
mi persona pregunta: ¿no deberíamos festejar que Gadafi ya no tiene más el poder? festejemos, hasta que venga otro peor.

*****************************************

Yo creo que no tenemos nada que festejar pues quien ganaría no sería el ejemplo contrario de un sistema autoritario sino el peor de todos. Yo nunca me he sentido amenazado por Gadaffi o el pueblo libio, pero en cambio sé de la permanente intromisión de los intereses gringos en mi país (Me siento Mohamed Ali respondiéndote: "¡Ningún vietnamita me ha llamado nigger!"), además de saber que todos los miembros de la OTAN son la caterva de países que más han matado y explotado en la historia de la humanidad, y que no es verdad que lo suyo sea la causa democrática sino pura y clara rapiña. Ora sí que no mames, cabrón.
Libia fue, hasta hace unos meses, el país más estable de África. Y hace unso años se le había recibido a Gadaffi en la ONU con aplausos, por su repentina entrada al club de los buenos, todo gracias al petróleo que mana generosamente en su tierra, y hasta pidió perdón por un ataque terrorista que hizo caer a un avión británico en los 90's. Conmovedor.

Y ahora es el malo de nuevo. Con el loquito fascistoide de Sarkozy asumiendo el mando de las operaciones. Jua. La liberté, la igualité y la fraternité al ataque, once again.

No mames, repito.





 
Aristidemo,16.09.2011
OK OK, ese último "No mames, repito" está de más.
 
Aristidemo,16.09.2011
y un par de comas...

aunque la carita ahora sí quedó bien.
 
Vogelfrei,16.09.2011
hasta donde yo sè las cosas mejoraron mucho, para el pueblo libio, luego de la caìda de idris.-
 
negroviejo,17.09.2011
Es un buen muchacho, lo perdieron las malas compañías...
 
hippie80,17.09.2011

Libia ha dado al mundo un nuevo Che Guevara, un héroe que el terrorismo no ha podido asesinar.

Dijo el Gran Terrorista : "Puedo matar a cualquier hombre en cualquier sitio del planeta." Con Gadafi el negro se equivocó.

"Viva el Che" !!!

 
hippie80,21.10.2011

Es posible que Gadaffi haya sido asesinado por las hordas terroristas del eje del mal.
Los amantes de la libertad y la democracia habrán perdido entonces a un gran líder.-



 
negroviejo,21.10.2011
Las últimas noticias afirman que su muerte se debió a la infección de una uña encarnada. También sufría de pie plano irreversible.
 
hippie80,22.10.2011

Lamentablemente no es así negroviejo, el mundo libre ha observado cómo el terrorismo internacional puede destruir un país. La democracia mundial está de duelo, sin embargo en otros lugares se hace más poderosa la libertad y el anti-terrorismo... la muerte de Gadaffi asegurará el triunfo de Cristina con porcentajes sobresalientes.

Cristina representa en América, la Libertad y la democracia y es conocido su discurso contra la Europa terrorista, Chávez también ha aumentado su popularidad como otros presidentes amantes de la libertad.
El legado de Gadaffi es grande.-


 
Aristidemo,22.10.2011
Los aplausos a Gadaffi en la ONU en el 2009





 
Aristidemo,22.10.2011
Un comentario al zar:


lol!!!

O-Bomb-a and Bush have MURDERED OVER 2 MILLION people in wars based on COMPLETE LIES such as "weapons of mass destruction" and you insult this man who has been painted as evil by those same CRIMINALS!!!

The lies about him killing Lybians was just that: LIES!!!

How else do you explain the FACT that ENTIRE CITIES are still fighting for this man!?

watch the video LYBIA TRUTH and get a Clue

learn facts like this man providing FREE HEALTH CARE and EDUCATION to ALL the Lybians!
 
Aristidemo,22.10.2011
al zar y al azar
 
el-tabano,22.10.2011
http://es.wikiped...
 
el-tabano,22.10.2011
Corrijo,

http://es.wikiped...
 
colomba_blue,22.10.2011
Muerto Gadafi, comienza el despojo y la repartija.

Con su pan se lo coman.
 
hippie80,30.10.2011

Finalmente ha sido establecida la verdad: Gadafi ha sido asesinado por hordas terroristas en un ritual satánico.
Es sorprendente la similitud del asesinato de Gadafi con la muerte de Cristo.-


 



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