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| Quilapan,08.01.2006
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Mucho se escribe sobre los requisitos que una obra literaria debe tener para ser considerada como tal, sea, una Obra de Arte. Pareciera que una de las primeras y más importantes cosas que un novicio escritor debería considerar es esforzarse por reunir en su escritura dichos requisitos, entre los cuales, por lo visto, figuran la lectura obligatoria de los clásicos y el manejo ojalá óptimo de tales o cuales técnicas literarias, por ejemplo que un cuento debe tender a la síntesis, que una poesía tiene que tener ritmo, respiración; y que una novela o relato debe cuidar que no se rompa la tensión, etc.
A la Crítica Literaria pareciera importarle que las nuevas expresiones no se salgan de lo establecido, para así poder controlar justamente la inevitable dinámica humana a que está sujeta la literatura, como toda expresión de Arte. Porque si así no lo hicieran, la facultad que tienen para establecer qué es lo Bueno y qué lo Malo se les escabulliría de las manos más rápidamente que como sucede en la actualidad. O sea, hoy por hoy es el escritor el que debe esforzarse por 'estar al nivel' de la literatura de calidad, vale decir en realidad, la literatura que goza de todos los privilegios.
Yo me quedo con que lo (único) importante es tener algo que decir, y me declaro del lado de quienes piensan que ya basta de ser complacientes al exquisito paladar de la crítica, basta ya de que sea uno el que se esfuerce: ya es hora que se valore lo que uno tiene que decir y cómo puede o quiere decirlo. Estoy convencido que hay por ahí muchas obras de Arte valiosísimas que han transgredido los gustos de la crítica. Y eso ya no puede ser.
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| Quilapan,08.01.2006
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| Y lo más importante, bcreo que es el lector el que debe esforzarse por asimilar lo que lee; incluso lo veo como una obligación/b, claro está, para esos lectores que no consideran que leer es un mero pasatiempo, sino que esperan y buscan algo que les llene el espíritu, aprendizajes, comprender al ser humano, etc. | | |
| Ninive,25.04.2006
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| Actualizado | | |
| guy,26.04.2006
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| Entonces que paguen los escritores, que los libros se regalen, que los escritores se conviertan en lectores y los lectores en escritores. Para mí hoy la lectura es un entretenimiento, si quiero aprender no leo, estudio, leer entonces me es secundario. Que me lea el que le dé la gana porque no quiere esforzarse sino entretenerse. | | |
| Cabezadeaborto,26.04.2006
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Yo al igual que guy no tengo mucho que decirle a la gente para hacerlos mejores personas. Mi intención es que se entretengan, que se emocionen y se conmuevan.
Si quieren ser las lumbreras culturales que despierten las conciencias del hombre común, adelante pero luego no se sorprendan si la gente no lee, a nadie le gusta los sermones, ni los iluminados. Quilipan no es ninguna obligación del lector, el lector es el amo y señor de lo que lee, se esfuerza si quiere, si no no lo hace ni tiene que hacerlo.
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| Gatoazul,26.04.2006
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Escribe como quieras Quilipan, si no le gusta a nadie, pues ni modo. Estoy deacuerdo con guy la lectura es entretenimiento y nos cuesta dinero. Yo leo por razones egoístas no para premiar el esfuerzo del escritor.
Como dice Cabeza de aborto, si a uno se le antoja algo difícil y denso esta bien si no, no es ninguna obligación. | | |
| margarita-zamudio,26.04.2006
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| A mí me parece bien lo que dijo un compañero del lector-escritor, pero añado: el lector no tiene por qué ser escritor, pero el escritor debe ser también lector. | | |
| Nuntucket,26.04.2006
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Los escritores son como los payasos del circo. Así me parece a mi. La filosofía a los filosofos. Los ensayos sociológicos a los sociólogos. Nosotros -simples payasos- sólo podemos emocionar a la gente. Provocarles alguna emoción. Pero -en ningún caso- llenarles el espíritu o hacerlos mejores personas. Por dios! ni siquiera puedo llenar mi propio espiritu. Suponiendo que lo tengo, claro.
Sobre esquivar las estructuras narrativas o líricas existentes me parece sano, necesario y hasta inevitable. Pero no por romperle las pelotas a los críticos. Innovar en la narrativa es hacer crecer el arte, es ampliar el abanico de posibilidades de los narradores, es ponerle alas a las palabras. bPara entretener al respetable público, no para joder críticos/b
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| Quilapan,27.04.2006
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¿Cómo podría esperar semejante esfuerzo por parte de ustedes si ni siquiera se esmeran en escribir bien mi nombre?
Ni modo, sigan alimentando vuestras almas hedonistas. | | |
| Gatoazul,27.04.2006
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Disculpa Quilapan, fue un descuido, leí tu nombre superficialmente.
Creo que si puedes esperar que un hedonista, como yo, se esfuerce. Y aunque no lo esperaras te podemos dar una sorpresa. Yo he leído cosas densas y difíciles, cuando he tenido ánimo porque nadie me obliga, pero no estoy deacuerdo con que debe ser una obligación. Hay cosas que te retan y hay retos que no valen la pena, cada quien.
Leer para mí no es prueba de rectitud moral. Ser hedonista es perseguir la felicidad, ¿qué tiene de malo eso? | | |
| Gatoazul,27.04.2006
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Rescato esto que había puesto en otro foro.
El autor, Daniel Pennac, los bautizó como Derechos del Lector en su libro Como una novela, donde invita al lector a encontrar el placer por la lectura, sin obligaciones ni directrices, sólo por el goce de leer.
DERECHOS DEL LECTOR
El Derecho a No Leer. Sin este derecho la lectura sería una trampa perversa.
El Derecho a Saltarse las Páginas. Por razones que sólo conciernen a nosotros y al libro que leemos.
El Derecho a No Terminar el Libro. Hay treinta y seis mil motivos para abandonar una lectura antes del final: la sensación de ya leída, una historia que no engancha, desaprobación por las tesis del autor...Inútil enumerar las 35.995 restantes, donde bien podía estar un posible dolor de muelas.
El Derecho a Releer. Por el placer de la repetición, la alegría de los reencuentros, la comprobación de la intimidad.
El Derecho a Leer Cualquier Cosa. Buscamos escritores, buscamos escrituras; se acabaron los meros compañeros de juego, reclamamos camaradas del alma.
El Derecho al Bovarismo (enfermedad de transmisión textual). La satisfacción exclusiva e inmediata de nuestras sensaciones: la imaginación brota, los nervios se agitan, el corazón se acelera, la adrenalina sube y el cerebro confunde, momentáneamente, lo cotidiano con lo ficticio.
El Derecho a Leer en Cualquier Lugar. Completad vosotros este punto.
El Derecho a Hojear. Autorización que nos concedemos para coger cualquier volumen de nuestra biblioteca, abrirlo por cualquier lugar y sumirnos en él un momento. Cuando no se dispone de tiempo ni de medios para ir a Venecia, ¿por qué negarse el derecho a pasar allí cinco minutos?
El Derecho a Leer en Voz Alta. Los libros se abren de par en par, y la multitud de los que se creían excluidos de la lectura se precipita detrás de él. (Suele pasar con la poesía cuando es cantada).
El Derecho a Callarnos. Nuestras razones para leer son tan extrañas como nuestras razones para vivir. Y nadie tiene poderes para pedirnos cuentas sobre esa intimidad.
Paz Quilapan. | | |
| petrodelhum,27.04.2006
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| Ya lo dije, tenemos que organizar la bFeria del Lector/b... pero no me dan bola... | | |
| mandrugo,01.06.2006
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Pienso que detrás de un grande libro hay un proceso de gestación muy prolongado y profundo; un período de madurez de muchos años, porque interpretan la evolución del tiempo, del espíritu del tiempo en que fueron concebidos.
Son artistas, escritores geniales y extraordinariamente sensibles y de enorme talento estético los que son capaces de asumir sobre sus espaldas esta misión de trascendencia del arte. Marcan sus obras un hito, un antes y un después, porque sólo ellos pudieron hacer vibrar las cuerdas del idioma con un registro nuevo e inédito, que el alma y el espiritu de algunos de sus contemporáneos escucharon, o bien debieron esperar oídos de futuros lejanos.
Pero siempre esas voces serán escuchadas y valoradas por la verdadera crítica, la otra no es interesante, por efímera y circunscrita a una época y a un lugar demasiado acotado y petrificado. | | |
| Gatoazul,02.06.2006
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| Bueno. | | |
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