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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Talleres / EL CLUB DEL RETO PROSA - RETO Nº 39 - [F:9:3467]


EL_RETO_GANADORES,29.07.2005
Recuerdo las reglas básicas del Club del Reto.

1.- Respetar tema y número de palabras
2.- Los textos y las votaciones fuera de fecha no se consideran. La fecha que marca la página es la que se toma en cuenta. La página tiene la hora de Berlín.
3.- Se vota por un solo texto
4.- Se puede votar en prosa y en poesía aunque no se haya participado en uno de ellos.
5.- Quienes no han participado ni en prosa ni en poesía NO pueden votar
6.- Los votos no van acompañados de consideraciones críticas o amistosas.
7.- Cualquier inquietud o problema se atenderá en el libro de visitas de jorval
8.- Evitar los diálogos. Cualquier duda o consulta al LDV del RETO o de jorval
9.- El ganador es quien ha sacado el mayor número de votos y viceganador será quien lo sigue con 1 voto de diferencia.

bRETO 39

TEMA: En el texto debe aparecer la frase: “dijo: por favor ¿me ayuda? "
EXTENCIÓN: MÁXIMO 320 PALABRAS
DURACIÓN: 30 DE JULIO - 8 DE AGOSTO
VOTACIÓN: 9 Y 10 DE AGOSTO/b

 
EL_RETO_GANADORES,29.07.2005
Estimados amigos, en el Reto 38 participaron solamente 18 cuenteros, número pequeño para la cantidad de cuenteros que acceden al sitio diariamente y que participan activamente en los Foros y en la Mesa Redonda. Les propongo que para este Reto 39, cada uno incentive a otros cuenteros amigos a que participen, enviando sus textos. Saludos.
 
HoneyRocio,30.07.2005
Ría desbocada

¡Un infierno!, se escuchan gritos de espanto en el silencio de la noche, la ría desbocada miles de casas ha arrasado y a sus moradores, dormidos, sus vidas roba.
Luís asido a un árbol mira horrorizado, el agua lo cubre todo, pasan a su lado los cadáveres de los vecinos, los amigos, la familia.
Es como si Dios los ha olvidado.
-¿Dios, que pecado hemos cometido?- grita Luís con ojos desorbitados.
-Juannnnnnn, Abellllll- grita al ver a sus hermanos arrastrados por la furia del agua.
Sujetándose más al árbol, siente la fuerza del río, que ayer era un sustento y hoy es un asesino.
Oye los gritos desesperados impotente, furioso y aterrado. Sus lágrimas se unen al río.
De repente algo lo golpea, unas manos luchan por aferrarse a su cuerpo y una voz que como una plegaria repite: - Por favor ¿me ayuda?-
Era una joven, casi una niña. Mira sus ojos y en ellos ve el terror, la suplica y una esperanza. Se asía de aquellas manos y con la fuerza que da el horror compartido, pone toda su fe, su alma y atrae hacia el árbol a la joven y se abrazan a él como si fuesen una sola persona.
La oscuridad los envuelve, la humedad y el frío calan sus cuerpos, se van extinguiendo los gritos, el río lo cubre todo, la noche es más oscura, pero aun aquellos jóvenes se abrazan al árbol y rezan, en silencio, con terror en la mirada.
El tiempo parece eterno, sus cuerpos van cediendo al cansancio y Luís siente como un sueño extraño se apodera de su cuerpo. La joven lo mira aterrada y para romper el hechizo del abandono le repite: - Por favor ¿me ayuda?-
Luís la mira y ve un rayo de esperanza, se vislumbra el amanecer y se escuchan voces gritando: -¿Hay alguien Aquí?-
Los jóvenes se miran y como una sola persona responden:
-¡Aquí! ¡Ayúdennos!


 
theonlyerath,31.07.2005
El día despues.

Las tropas habían entrado un día después del bombardeo, en la ciudad quedaban pocos edificios en pie, había incendios por todas partes y el olor a carne quemada inundaba el ambiente.

El Soldado Soriano había vivido ya dos guerras, estaba curtido por las balas y las esquirlas de las granadas que le habían arrancado una oreja y le habían sacado un ojo.

No sentía ningún arrepentimiento cuando arrasaba a sus enemigos con su AK-47, sus mismos compañeros le temían y eran muy pocos los que se le acercaban. Tenia la fama de ser una persona sin corazón y se dudaba que siquiera tuviera alma.

El era el que iba al frente ese día, su misión era recorrer la ciudad, asegurar el cuartel del enemigo y matar a cuanto enemigo se encontraran sin importar si estaba herido o no. Caminaron por la calle principal, no encontraron enemigo alguno vivo, solo restos de ellos esparcidos por todas partes, pedazos de masa encefálica hasta en las paredes.

Cuando estaban a punto de descansar se encontraron con una gran sorpresa, al final de la calle en medio de dos edificios totalmente destruidos y en llamas estaba una iglesia prácticamente intacta. Todos quedaron paralizados excepto Soriano que no dudo ni un solo momento.

Tomó su rifle, corrió hacia la iglesia y de un puntapié tiro la puerta. Esperando encontrarse con un lugar repleto de enemigos grande fue su sorpresa el hallarlo totalmente vacío, o eso era lo que parecía.

En medio de la iglesia había un gran agujero, en el suelo había una bomba que por algún milagro no se activó. Soriano se acercó hacia la ojiva lentamente.

El artefacto se encontraba encima de una mujer a la que había partido exactamente a la mitad, Soriano se quedó petrificado cuando al acercarse al cuerpo ésta le habló.

Dijo: por favor ¿me ayuda? Y ya no dijo más. Se oyeron dos disparos. Dos cuerpos abrazados encontraron.
 
HoneyRocio,31.07.2005
POr favor ignorar anterior cuento. Este es que participa:
.......................................

Ría desbocada


¡Un infierno!, se escuchan gritos de espanto en el silencio de la noche, la ría desbocada miles de casas ha arrasado y a sus moradores, dormidos, sus vidas roba.
Luís asido a un árbol mira horrorizado, el agua lo cubre todo, pasan a su lado los cadáveres de los vecinos, los amigos, la familia.
¡Dios los ha olvidado!
-¿Dios, que pecado hemos cometido?- grita Luís con ojos desorbitados.
-Juannnnnnn, Abellllll- grita al ver a sus hermanos arrastrados por la furia del agua.
Sujetándose más al árbol, siente la fuerza del río, que ayer era un sustento y hoy es un asesino.
Oye los gritos desesperados impotente y aterrado. Sus lágrimas se unen al río.
De repente algo lo golpea, unas manos luchan por aferrarse a su cuerpo y una voz que como una plegaria dijo: - Por favor ¿me ayuda?-
Era una joven, casi una niña. Mira sus ojos y en ellos ve el terror, la suplica y una esperanza. Se asía de aquellas manos y con la fuerza que da el horror compartido, pone toda su fe, su alma y atrae hacia el árbol a la joven y se abrazan a él como si fuesen una sola persona.
La oscuridad los envuelve, la humedad y el frío calan sus cuerpos, se van extinguiendo los gritos, el río lo cubre todo, la noche es más oscura, pero aun aquellos jóvenes se abrazan al árbol y rezan, en silencio, con terror en la mirada.
El tiempo parece eterno, sus cuerpos van cediendo al cansancio y Luís siente como un sueño extraño se apodera de su cuerpo. La joven lo mira aterrada y para romper el hechizo del abandono le repite: - Por favor ¿me ayuda?-
Luís la mira y ve un rayo de esperanza, se vislumbra el amanecer y se escuchan voces gritando: -¿Hay alguien Aquí?-
Los jóvenes se miran y como una sola persona responden:
-¡Aquí! ¡Ayúdennos!
 
vicentinasmith,31.07.2005
Begoña

En un oscuro pasillo se divisa el contorno de su espalda erguida por una tristeza letal, de la que nace un rosal opaco como las alas del ángel negro. Entre la sombra se puede distinguir su perfil de porcelana, sus ojos lúgubres y brillantes. Encadenada a recuerdos Begoña llora, aúlle por la salvación, por la piedad de alguna mirada, de alguna mano, de alguna vida que la jale del pozo. Sus brazos rodean como una serpiente su cuello, conteniendo la angustia que pareciere explotar en un millón de meteoritos, enfrascando la hiel que chorrea a gritos, hinchando maratónicamente las venas moradas que corren por sus manos. Mirando un punto fijo, observa la sombra de quienes transitan por su costado, escabulléndose de la gente, sorteando los caminos que la llevan a la perdición, refugiándose en el antro de sus pensamientos, en su corazón empantanado.
Mirando un punto fijo la aurora seduce su mirada, atrapándola con un señuelo consolador, con la esperanza del amparo, en el sueño de un abrazo. Se posan ante Begoña las ultimas gotas de luz, el último tiempo de los tiempos, para ofrecer clemencia a puertas del despegue, formando figuras en el suelo. Luminosidades anaranjadas se cuelan por sus ojos, arrancando sus alas de las vértebras de su espalda, levitando de su piel cada cicatriz, cada surco. Ya el suelo parece un recuerdo fatídico en el pasado, y las nubes el mañana que se presenta impetuoso. Flotando por los aires cae sangre por sus ojos, tiñendo de rojo las amapolas que anuncian su paso, escribiendo en el suelo con talento parsimonioso las ultimas palabras que sus labios trizados se atreverían a entonar:
- Por favor, ¿me ayuda? ¿Me ayuda a sostener mis pies en el cielo?

Del firmamento se cierra el trato, las estrellas cumplen juramento, entre relámpagos cae un rayo. Una espada atraviesa su cuerpecito con irónica rapidez.
 
gmmagdalena,01.08.2005
El pago

Soy borracho y busca pleitos, no puedo vivir distinto, estoy muerto. El vino me hace sentir vivo y la sangre se torna liviana y chispeante en mis venas; entonces me da por ofender y siempre termino en el suelo, con un ojo moreteado y la dignidad hecha trizas. Es mi pago.

Vivo esperando el momento de la noche; el del bar, el humo, el vino, mi sangre chispeante, mis burlas, mi merecida trompada y mi suelo. Transito en mi muerte, soy un gusano y no tengo nada fuera de esas horas, no existe nada para mi más que el vino y el suelo.

Hoy tomé demasiado, casi me olvido de agredir para recibir mi pago, pero en un último momento saqué fuerzas y escupí mi risa burlona y mi agravio, los tiré en el rostro de mi vecino, esperando el golpe.

Una mano fuerte me sacó al aire fresco, me sentó en el cordón de la vereda y colocó un cigarrillo entre mis labios. Me revolvía la rabia, quería insultar, pero la boca no me respondía. No necesitaba lástima.

Estuve allí sentado un buen rato; el que me ayudó se fue, seguramente pensando que había hecho algo bueno con una lacra humana; pero no, no era bueno, yo necesitaba el golpe y la humillación.

Como pude me paré; a mis pies había quedado una parte de mi que me miraba, mi parte que aún esperaba algo, mi parte que no quería más golpes, mi otra parte que mirándome a los ojos reconociéndome y desconociéndome a la vez, como si fuese un extraño ajeno a él, me dijo:

-Por favor ¿me ayuda?, ya no quiero esta muerte.

Entonces le tomé la mano y lo levanté, lo abracé y nos alejamos los dos llorando. Por primera vez sin golpes en toda mi jodida vida, pensando que solamente yo podía ayudarme a volver a vivir
 
dalianor,03.08.2005
Transporte Público.

Me gusta usar transporte público.
Cuando lo digo; al que me escucha se le saltan los ojos de sorpresa!

La ciudad de México en su desmedido crecimiento, ha convertido a sus habitantes en mártires de las distancias y los camiones y las peseras se describen en su trayecto como “entidades necesarias pero salvajes”
Los choferes de estos transportes son considerados un espécimen a parte:
Entre mentadas de madre y locas carreras por “levantar pasaje”, cometen cualquier tipo de faltas al reglamento de tránsito.
Parados en doble fila o en inesperados arrancones transforman parte del paisaje urbano, en una folklórica lucha de carros chocones.

A mi me es práctico viajar en uno que me lleva a mi destino en no más de 40 minutos.
En ese tiempo, me gusta sencillamente observar...
Mi ruta lleva todo tipo de gente, y la mezcla de los que van colgados del pasamanos y los que van sentados es fascinante.

Cierto día, miraba al hombre flaco y pálido con expresión de tedio sentado frente a mi, cuando de pronto en una estación la pesera se paró para subir a una morena de grandes caderas y escote pronunciado, que la hacían ver exuberante.
Con dificultad pues llevaba 2 grandes bolsas, pagó el pasaje y se posicionó entre nosotros intentando colgarse a duras penas del pasamanos.

El arranque del camión fue inesperado! En un esfuerzo inútil la mujer trató de sostenerse pero el jalón y sus bolsas la hicieron terminar sentada en las flacas piernas del vecino.
Sin intención de moverse, pero mirando al tipo bajo de ella dijo:
Por favor me ayuda?
Él, al fin con color en el rostro y sonriendo respondió:
Claro señorita! aunque no me molesta si usted decide quedarse sentada en mis piernas...
Ahora los encuentro casi diario usando el transporte juntos, parece que intentando algo más que una amistad.


...Hay muchas historias que contar viajando en transporte público. Por eso me gusta!

 
TheWillow,05.08.2005
bJuro que es verdad/b

Juro que es verdad. No vuelvo a beber nunca más. Ya sé que parece un cuento de borracho, pero anoche sólo me bebí dos cervezas y me fuí al rancho caminando sobre mis propios pies. No fue ninguna alusinación ni ningún malentendido. Lo vi clarito. Era un tipo alto, como de dos metros, calvo y barbudo, sin rostro definido, pero con una sonrisa de los mil demonios. Me dijo: “Buenas Noches, Olegario”. Y yo me sorprendí. ¿Quién era ese fulano que sabía mi nombre? Asentí y seguí caminando. El tipo se me acercó, arrastrando un saco pesado en la espalda, como para cortarme el paso; y entonces sentí un escalofrío de hielo en los huesos. ¡La misma muerte me atravesó de lado a lado!

Sí, ya sé que piensas que estaba borracho como siempre. Te digo que es verad. Mira, te lo juro por esta cruz que me cuelga del pecho.

El hombre me dijo: “No deberías beber tanto, mira que así vas a terminar en el cementerio”. Y yo, acobardado pero porfiado, le respondí: “Y tú cómo sabes a dónde me llevará la bebida, amigo”.

El tipo me sonrió, entre divertido y pícaro.¡Maldita sea la hora en que vi lo que llevaba entre el saco! Te lo juro, paisano, que allí llevaba un cadáver igualito a mí, mi misma imagen. Era como un espejo. Mi cara pálida después de la visita de la parca. Me quedé petrificado. Él se acercó y alzó al cadáver como si no pesara nada. Me dijo: “Por favor, ¿me ayuda? Tengo que llevar los restos al panteón”. Yo salí corriendo directo a la iglesia a la que jamás debí renunciar.

Lo juro por el sol que me alumbra, paisano. Lo estoy contando por un pelo. No vuelvo a beber. Lo juro. Ni una sola gota. No vaya a ser que en la próxima sea yo el que vaya en el saco.
 
hemefeo,05.08.2005
Rollito de verano

A diario, la fascinante visión de ella tumbada sobre la toalla, aplicándose sensualmente crema bronceadora. Al lado, un chico llevaba una semana enamorado desde que la descubriera. Todas las mañanas se plantaba en el mismo sitio para encontrarla y disfrutar anhelante de la sesión de sol. Pero había algo que siempre terminaba enturbiando aquella contemplación. Si aparecía ese aborrecible personaje que tonteaba con ella, no solía fallar, tenía que asistir a la insoportable escena de ver como ella dejaba que le pusiera las manos encima y embadurnara su espalda con delectación. Entonces, el chico, escapaba furioso a bañarse para aliviar la fiebre.

Una tarde, el trabajo en el taller del puerto se prolongó hasta casi haber anochecido. Solo quedaba allí un hombre terminando de limpiar. Escuchó un repentino sonido de madera quebrándose, justo detrás donde una embarcación permanecía apuntalada para su reparación. En un instante, sin tiempo para reaccionar, el armazón se venció hacia él y lo atrapó moliéndole los huesos hasta la cintura. Sus ojos se desquiciaron cuando en la agonía llegó a distinguir una silueta erguida ante él y a la que suplicó un asfixiado Por favor ayúdame. Trató de comprender lo que escuchaba antes de morir. Qué significaban aquellas carcajadas. Pero no pudo, únicamente alcanzó a morirse.

A la mañana siguiente, ahí estaba, como todos los días, ella. Primero boca arriba, luego boca abajo y por fin la crema, la erótica y epicúrea ración de ungüento libidinoso. En cambio ese día no apareció el afectuoso gorrón. Ella le buscó con la mirada en todas direcciones. Le llamó al ‘móvil’, pero no obtuvo contestación. No halló rastro, y mientras, el bote de bronceador en la vaguedad permanecía inútil. Por fin se dio cuenta. Cerca estaba aquél chico. Si es un mirón lo disimula bastante, había pensado de él. Entonces quedó encantada de la atractiva sonrisa que recibió cuando, indicando con el bronceador, le dijo: Por favor, ¿me ayudas?
 
blasleon,05.08.2005
MADRID ME MATA


–Madrid me mata con este calor –se dijo Blanca al salir del metro, aquella mañana de agosto en la que decidió ir de compras al centro. Prevenida, se vistió para la ocasión: Camiseta blanca de tirantes y mínima minifalda.

Recorrió Gran Vía, Preciados, Sol. Cuando llegó a la Plaza Mayor, llevaba varias bolsas en la mano. Perladas gotas de sudor jugueteaban en su frente y pensó que si continuaba caminando, pronto invadirían todo su cuerpo, así que decidió sentarse bajo una sombrilla a tomar algo.

Sentada de lado, con las piernas cruzadas se dedicó a observar a la gente. Desafiando al sol, junto a las palomas, una bandada de turistas orientales fotografiaban la estatua ecuestre de Felipe III. Blanca sonrió y desvió la mirada. Entonces le vio.

En otra mesa, justo enfrente de sus piernas, un hombre joven había fijado sus ojos en ellas.

–Será descarado –pensó–. Y además, cobarde, oculto tras esas gafas de sol.

Blanca cambió de postura, estiró inútilmente su falda que no daba mas de si; él ni se inmutó. Aún a medias la coca cola, se levantó decidida a cantarle las cuarenta.

Quizás el azar juega a conjugar los movimientos: Cuando ella llegó a su altura, el otro se levantó. Blanca que pensó, que quería escapar, soltó la mano con tal fuerza que el hombre, más por la sorpresa que por la fuerza, acabó en el suelo.

–¡Es usted un sinvergüenza y se lo tiene merecido! –exclamó ella.

–¿Podría explicarme lo que he hecho? –preguntó él.

–¡Será cretino...! –dijo ella dirigiéndose a los muchos curiosos que se habían arremolinado alrededor–. ¡Desde que me senté no ha dejado de mirarme a las piernas...!

Al oírlo, el hombre, desde el suelo, soltó una sonora carcajada.

–Disculpe, señorita, pero soy ciego de nacimiento –dijo–. Por favor ¿me ayuda? Creo que he perdido el bastón.

 
juanrojo,05.08.2005
bRuido/b

Hoy que estoy decidido a romper con todo funciona el ascensor y hace de día soleado y agradable de mierda. Seguro que el puto autobús que ayer no venía hoy viene a su hora. No te lo dije, ahí está el muy... Joder qué de gente hay en el viaducto.

-- Oiga ¿y toda esta gente?
-- A suicidarse.
-- Pues sí que estamos listos. O sea, que hay que esperar cola.
-- Sí. Como han puesto un cristal para que la gente no se tire, ahora es más difícil. Primero hay que saltar el cristal y luego la barandilla de hierro.
-- No me jodas.
-- Ya te digo.
-- ¿Y tú llevas esperando mucho?
-- Es el tercer día que vengo. La gente se lo piensa mucho antes de saltar. Luego llega la policía y para casa.
-- Pues si lo sé me tomo pastillas.
-- No es lo mismo.
-- No.

-- ¿Qué le estáis haciendo a la vieja?
-- Dijo: “¿Por favor me ayuda?”, y le estamos echando una mano.
-- Ah.

Joder, qué brutos del impulso ha pasado el cristal y a caído de bruces contra la barandilla.

-- Casi la matáis. ¿Señora está usted bien? Para mí que se ha desnucado.
-- No sólo está atontada. ¡Venga tírese ya!
-- Andá, si está sacando una pistola.
-- Señora para pegarse un tiro se hubiera quedado usted en casita.
-- Me parece que vamos a tener que volver mañana.
-- De eso nada, yo salto y le quito la pistola.
Pues allá que va el tío.
-- Señora, déjese de gilipolleces y deme la pistola y tírese.
-- Joder con la vieja, parecía muerta y le ha pegado un tiro.

El tío se cuelga del abrigo de ella. ¡Los dos para abajo!

-- ¡Viene la policía!

-- Yo lo dejo para mañana. Si quieres quedamos a las diez.
-- Vale.
-- Pues hasta mañana.
 
rosendo,06.08.2005
Dos de cinco.

El padre del poeta Julián Belloso, Arístides, tenía, como la mayoría de todos nosotros, cinco dedos en su mano derecha.
Dedos autónomos, estos, y con funciones específicas, rara vez colaboraban entre sí.
El pulgar hacia arriba, a diferencia de la convención universal, misteriosamente sólo era utilizado para festejar los goles de Banfield.
El índice era el mas temido, pues hacia arriba anunciaba tormenta. Hacia delante, a la cara, acusaciones ineludibles. Paseándose su yema por el jardín, la orden de cortar el pasto.
El dedo medio, no tenía demasiadas funciones, Don Arístides era demasiado viejo y demasiado argentino para utilizarlo como insulto, o como respuesta a cualquier ofensa automovilística.
El anular podía, gracias a un desafortunado intento de atajar una pelota demasiado inflada y mojada, adoptar la mágica forma de un rayo, desafiando las leyes de las articulaciones. Se lo recuerda como centro de atracción de numerosos casamientos y fiestas de Navidad.
El meñique movido de atrás adelante, mientras el resto se curvaban hacia la palma, era indicio de acudir hacia él lo antes posible, pues se corría el riesgo de sufrir una golpiza.
Si, en una de sus raras colaboraciones, los cinco dedos se extendían hacia arriba y se cerraban lentamente hasta formar un puño, había que salir rajando y esperar que se le pasara el enojo.
Si tocaba la yema del pulgar con la yema del resto en sucesión matemática; esto significaba especulación temerosa de los días que faltaban para fin de mes y el restante de dinero en la billetera.
Una noche, al terminar Don Arístides de leer su primer poema, escuchó claramente como el pulgar se enfrentó con el índice y dijo: -Por favor, ¿Me ayuda?
-Claro que sí, respondió el índice. Fue entonces cuando juntaron sus yemas formando un círculo, que Don Arístides levanto hacia Julián.
Esto significó algo que el poeta nunca pudo describir ni plasmar en ninguna de sus poesías.

 
rosendo,06.08.2005
Perdó, este es el que juega

Dos de cinco.

El padre del poeta Julián Belloso, Arístides, tenía, como la mayoría de todos nosotros, cinco dedos en su mano derecha.
Dedos autónomos, estos, y con funciones específicas, rara vez colaboraban entre sí.
El pulgar hacia arriba, a diferencia de la convención universal, misteriosamente sólo era utilizado para festejar los goles de Banfield.
El índice era el mas temido, pues hacia arriba anunciaba tormenta. Hacia delante, a la cara, acusaciones ineludibles. Paseándose su yema por el jardín, la orden de cortar el pasto.
El dedo medio, no tenía demasiadas funciones, Don Arístides era demasiado viejo y demasiado argentino para utilizarlo como insulto, o como respuesta a cualquier ofensa automovilística.
El anular podía, gracias a un desafortunado intento de atajar una pelota demasiado inflada y mojada, adoptar la mágica forma de un rayo, desafiando las leyes de las articulaciones. Se lo recuerda como centro de atracción de numerosos casamientos y fiestas de Navidad.
El meñique movido de atrás adelante, mientras el resto se curvaban hacia la palma, era indicio de acudir hacia él lo antes posible, pues se corría el riesgo de sufrir una golpiza.
Si, en una de sus raras colaboraciones, los cinco dedos se extendían hacia arriba y se cerraban lentamente hasta formar un puño, había que salir rajando y esperar que se le pasara el enojo.
Si tocaba la yema del pulgar con la yema del resto en sucesión matemática, esto significaba especulación temerosa de los días que faltaban para fin de mes y el restante de dinero en la billetera.
Una noche, al terminar Don Arístides de leer su primer poema, se escuchó claramente como el pulgar se enfrentó con el índice y dijo: -Por favor, ¿Me ayuda?
-Claro que sí, respondió el índice. Fue entonces cuando juntaron sus yemas formando un círculo, que Don Arístides levanto hacia Julián.
Esto significó algo que el poeta nunca pudo describir ni plasmar en ninguna de sus poesías.

 
memoriam,07.08.2005
La Salida


¿Fue quizá aquella situación? ¿Quién sabe?. Quizá fue la inercia, a través del tiempo, tiempo bastante extenso, tiempo perdido, inesperado tras la interminable espera, aquella inercia que suma situaciones, en el camino, sin vuelta atrás hacia la soledad, todo concentrado en esa sensación de sentirse perseguido por miles de balas que buscan tu cabeza. Probablemente eso haya pasado, entre otras cosas, por la mente de ... antes de recibir aquella inyección voluntaria y letal, antes de partir a su viaje por la ciudad. Horas y horas deambuló por las calles de rutina, el camino, la gente, gente la cual por primera vez en su vida se detuvo a contemplar, con inusitado detenimiento, sorprendido también por sus rostros inéditos, radiantes, bajo un sol apacible y cálido a pesar del crudo invierno, en ese momento su perspectiva comenzó a disminuir paulatinamente hasta deshacerse completamente y transformarse en esa figura blanca y majestuosa de quién puso sus manos sobre sus párpados, tratando de impedir su cierre, con voz muy cansada le dijo – por favor ¿me ayuda? – tras un suspiro apoyó su cabeza sobre la almohada.
 
NeweN,08.08.2005
Si me vieran mis amigos dirían:
-¡¡Típico de los chilenos!! Siempre a última hora.
Por eso, hace días comencé a hacerlo y esta es la quinta vez que hago fila. Pero ahora, el último día de plazo, la fila sale del edificio y se mezcla entre los transeúntes. En realidad, es cierto que siempre dejamos todo para el último día.
Pero esta vez tengo todo en orden. Esta vez no me rechazan.

Tal vez le caí mal a la mujer de la ventanilla, o fui elegido por las estadísticas de rechazados.
Intentaré sonreírle. Y ni hacerle mención que es mi quinto intento. Lo tomaría como algo personal. No le diré nada y sólo le entregaré los papeles.

No dejo de sentirme ridículo en la calle y que todos nos miren, como si los que pasan a nuestro lado llevarán en la frente el timbre de APROBADO.
Por fin entro a la oficina. La rubia de lentes parece confiada y el tipo de abrigo se ve alguien importante. Seguro que los aprueban. Con la coqueta que me está mirando, son 24 en la fila, Ja, . “La Fila”. Recuerdo cuando por decreto prohibieron las colas; “Señores: En Chile no hay colas, los ciudadanos hacen Fila”. Claro, ciudadanos, pero con la boca cerrada y sin posibilidad de elegir algo más que si el tecito iba con una o dos de azúcar.

–¡¡Pero cómo no hay alguien que le ayude a esa mujer!!. La pobre funcionaria lee detenidamente y luego devuelve todo al desconcertado dueño de los papeles, que se retira entre enrabiado y avergonzado, buscando con la vista a quién dirigirle un arqueo de cejas.

Por fin. Me toca.
Ella recibe sin levantar la vista. Lee,. y antes que ella me hable, es mi maldita voz la que dijo: –por favor ¿me ayuda?
Me devuelve el texto diciendo – Lo siento Newen, las reglas son las reglas, tiene derecho sólo a 320 palabras.
– Siguiente


 
hemefeo,08.08.2005
Pues eso.
 
EL_RETO_GANADORES,08.08.2005
Terminó el plazo de recepción de textos e iniciamos la recepción de votos hasta el 10 de agosto inclusive. Les recuerdo, que los participantes en este Reto pueden votar en ambas secciones, agradeciéndoles que así lo hagan, para que la selección de los ganadores sea efectuada por un mayor número de votantes. Es por ello que se dan 2 días para la votación, para que puedan leer todos los textos y votar en ambas secciones.
 
blasleon,09.08.2005
Voto por gmmagdalena
 
poetaloco,09.08.2005
Voto por gmmagdalena
 
dalianor,09.08.2005
voto por Newen
 
mauricioarollo,09.08.2005
newen
 
hemefeo,09.08.2005
Voto por juanrojo
 
vicentinasmith,09.08.2005
voto por juanrojo
 
vicentinasmith,09.08.2005
voto por juanrojo
 
Ignacia,09.08.2005

Voto por blasleon.
 
HoneyRocio,10.08.2005
Voto por gmmagdalena
 
amayrany,10.08.2005
voto por Blasleon
 
memoriam,10.08.2005
mi voto es para newen
 
NeweN,10.08.2005
voto juanrojo
 
juanrojo,10.08.2005
Voto por gmagdalena
 
rosendo,10.08.2005
gmagdalena
 
nam56,10.08.2005
voto por : juanrojo,
 
theonlyerath,10.08.2005
voto por gmagdalena
 
muertelenta,10.08.2005
Mi voto para gmmagdalena
 
EL_RETO_GANADORES,10.08.2005
Terminó el plazo de votación. Efectuado el recuento de votos, tenemos como ganador a GMMAGDALENA con 7 votos ¡¡Felicitaciones!!

En página aparte iniciaremos el Reto 40
 
gmmagdalena,10.08.2005
Aunque aqui en Argentina son las 7.20 no he podido votar, ya di mi explicación anteriormente al Reto de mi impedimento, espero sepan comprender que esta vez no haya votado, traté pero no llegué a tiempo. Gracias por sus votos y mis disculpas. Besos a todos escribieron fabuloso. Magda
 
amayrany,11.08.2005
Magda muchas felicidades. Un beso =)
 
NeweN,11.08.2005
Felicitaciones Magda.
Un abrazo.
 
muertelenta,11.08.2005
Magda, yo lo sabía.... Muchas felicidades!!!
 



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