Esta historia transcurre durante mi adolescencia, fue una época muy linda en donde los adolescentes teníamos esas características que nos hacían únicos; hoy en día ya no se ve eso, ya el tiempo lo ha cambiado todo.
En mi época había de toda clases de adolescentes, estaban los que fumaban a escondidas y se creían mayores, los que llegaban a una disco y se creían que tenían a todas las mujeres a sus pies, en fin muchas características más, pero la más interesante para mi es la de los jóvenes en sus motos que no alcanzaban a ver un grupo de chicas parada en una esquina y levantaban la velocidad de la maquina pasando como a 100 kilómetros al lado de las chicas para impresionarlas, impresionarlas? Si solo se le vio el pelo largo que llevaba, y bueno así se creían los rudos, pero lo más gracioso es que la mayoría tenían casco, pero era una moda no usarlo en la cabeza sino en el brazo cubriendo su codo, para que? no lo se, pero no quedaba muy lindo en ese lugar, ya que gracias a esa moda ponían en peligro sus vidas como le paso a un amigo mío, siempre en su moto, le faltaba dormir con ella nomás, y ya era la persona más feliz de la tierra, y él era uno de los que usaba el casco en el brazo, siempre a altas velocidades, mis consejos no ayudaban hasta que un día de mala suerte sufre un accidente, su madre es la primera persona en enterarse de lo ocurrido cuando la llaman del hospital, desesperada sale de su casa toma un taxi directo al nosocomio, cuando llega pide hablar con el medico que atendió a su hijo, una vez frente al doctor ella pregunta que como estaba su hijo, a lo que el profesional respondió:
-¡esta fuera de peligro, pero se ha fracturado las dos piernas, y sufrió muchos golpes, pero quédese tranquila señora porque el codo del brazo izquierdo lo tiene intacto!