¿Cómo escribir los momentos tan deliciosos que vivo junto a ti?...no se debe, se guarda en las memorias de los vivos y muertos, del universo…del nuestro.

¿Cómo obligar a mis manos gritar lo feliz que nos haces tan solo el pensar en ti?...no se puede y es que ellas han elegido otra textura para escribir lo mucho que te quiero, ya no desean recorrer una hoja de papel, tan solo quieren describir toda la magia que existe alrededor cuando te miro…sobre tu piel.

¿Cómo hablar de mil cosas sin decir tu nombre?, no se debe…esas 7 letras que la forman, se han fusionado en mi lengua y han hecho desaparecer mis papilas gustativas, en su lugar surgieron esferas con un único sabor… el de tus besos.

¿Cómo dejar de mirar esos ojos sin quedar ciega, tonta de plenitud?... no se puede, me conviertes en nervio óptico para ver lo que tú ves.

Los vacíos, abismos, torbellinos, ya no existen, se han esfumado todos al solo extrañarte. Estoy dentro de un espiral mágico que me eleva, me hace grande, perfecta ante ti, ante nosotros.

Es un giro hacia arriba que hemos creado, que nos inunda en cada abrazo, caricia, besos, ya no tenemos aliento, el tuyo y el mió han optado por fusionarse para crear un nuevo aroma antes inexistente, que nos envuelve, no hace morir y nacer al mismo tiempo para pertenecernos.

¿Cómo escribir en gráficos e iconos lo que siento por ti, lo que sientes por mi, cuando nos pensamos, extrañamos o besamos?...no se puede…no se debe…se atesora en la mente, alma, cuerpo, piel…en el corazón.

No se puede, no se debe…