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Los primeros otros son ineludibles.
Lo hago para mí hasta para no ocultarlo.
Es desquiciadamente inútil.
Sospecho que no esta bien por algo.

Por lo menos en mi caso;
Público concurrente.
Locos y sapos.

Externo acompañante del otro lado del espejo,
¿Qué tal me veo yo a tu lado?
Supongo que tal como te vez.
Tan perdido o abrumado en grandes pequeñeces.
Mi tamaño es una pesa de aire volteada.
Yo sólo supongo que habrá algunos locos
Recortando revelaciones divinas en los diarios
Y mujeres que tienen miedo a morir electrocutadas,
Niños solos y hermanos que no hablan,
Gente que se divierte dando ordenes absurdas
Y otros que corren recitando insultos y mandados.
Reyes destronados y bufones ocupados,
Rabiosos apaciguados y gente oculta en algo.
En sucuchos adornados moran algunos que
Revisan casetes de radio y de t.v.

Lloran solos intrincados problemas.
Comen lo que venga sobre un pan.
Les falta tiempo no saben para que.
No saben si han elegido bien su tiempo libre.
No conocen el tiempo libre.

Cambian de tema en la conversación
A la velocidad en que los suscitan.
Formando telarañas a rasguñazos
Son encuentros programados con antelación
Por secuaces misteriosos y por grandes coartadas.

Los rodean atisbos de cordura hasta por semanas
Esos días andan sobre sus pisadas,
Coleccionistas de basura,
Profesionales serios.
Estafadores & mendigos.
Jinetes patinando en las veredas.
Mimos parlanchines que tosen argumentos.

Sombrías construcciones donde se invoca al hombre
Y laberintos donde sólo se ve el sol en los eclipses.
El faro abandonado
Si la corriente del pueblo lo permite,
Prende sus últimos neutrones.

Calabazas con dulces, ansiosas de lo que fue,
Matan su cuerpo envejecido por los niños.
Muere la materia y se agolpan enceguecidos.
Llora ternura cansada, la señora que duerme
Con un ojo abierto contando críos.

Se defiende en sueños
De sus malos despertares.
Secretos que la hacen más niña
Se le presentan por la noche,
Secretos que la alegran un instante
Y que olvida apenas aparece
El día que ensombrece espanto.

Que siga todo tal como está
Y que las sorpresas sean nimiedades.
Aprendiste una personalidad adorable
Con la cual te bates con las dos manos
Si de lo que se trata es que te aguanten.

El olvido aparente que todo lo perdona
Se le vuelve costumbre improvisada.
Si levantas la voz razón para hacerlo hay,
Sólo que algunas cosas son irremediables
Y pronto hacemos como si no hayan sido dichas.

Si estás sola en la noche,
Pretende no estarlo,
De lo contrario olvidaras a donde vas.
Si hay alguno que te ponga nerviosa,
Se irá de combo o harás que te muerda el labio
No se puede esperar menos si de usted se trata.

Si piensas en un viaje sin retorno manda postales,
Yo contestaré con señales de humo.
Cuando cruces la calle ve si vengo. Yo veré.
Y seguiré a unas cuantas que se te parezcan,
Hasta que tu cara se me haga irreconocible.

Finalmente dormiré o estarás a mi lado.
La misma cara mirando extraviada por años
A mi lado. Y tal vez yo despierte sintiendo
Que me ironizan y se burlan contando cabras
En un sembrado que no parece un sembrado.

Puedo ir a buscarte a la pieza,
Dormir un poco más.
Fumar, toser, comer algo,
Leer a suspiros tus siestas
Ese nos moveremos con ilimitadas fuerzas,
Volar se da por sentado,
Es decir que si te sientas, vuelas.
Hablaremos sin mover la boca
Una voz para los dos.

Alguno de los dos quiso ir a un lago o no fue ninguno.
Estamos en la estrechez de la pieza sobre el agua,
Hay mas personas cerca que comentan otras cosas.
A veces nos acercamos y tratamos de averiguar si son difuntos.
Aseguras haberlos visto, yo también parece.
Les digo que no son ellos y les cambia la cara.
Nos vamos a estar solos
Masticamos cosas que encontramos.

De todas formas llega más gente
Y nos entretienen contando historias.
Son adivinos que dicen cosas sorprendentes,
Registros de años traen a prueba
Si lo que se les pide son argumentos.

Usan muchos recuerdos olvidados.
Nos separamos un tiempo en ellos
Escarbando de la mano de espejismos.
Hasta que se me olvidó que hacía ahí.
Varios me acompañaron, no se si por años
O por grandes acontecimientos.

Levanto estatuas sagradas por miedo generalizado.
Me vuelvo huraño con las sombras.
Mistifico vacas; me lo paso tratando de tirar líneas
A un pasado imaginado y más claro.
Me dedico solo a una cosa, guardo silencio
Y escucho las voces del viento que
Dictan cosas durante la tormenta.
Durante esos momentos creo que casi me despierto
Y recorro mi cuerpo todavía hablando con el viento.

El aire es más pesado y nos movemos más lento,
Perdiendo la voluntad en algunos movimientos.
Las tormentas acaban según mi estado de ánimo,
Eso me enloquece a veces y ruego por que no ocurra.
Coléricos nos golpeamos sin golpearnos
Al ritmo de algo invisible que está ocurriendo
Invocamos juntándonos, la voz que piensa
Y creemos hacerla propia unos momentos.
Callamos la voz plural que se agolpa
En mil gritos que exigen ser escuchados.
Luego todos tenemos la voz y hablamos.
Intercambiando ideas que hemos soñado,
Pero no nos escuchan, solo es apariencia de este lado.
Nos volvemos individualistas religiosos
Nos saludamos sólo de vez en cuando.

Encontrarte es creer en viejos charlatanes
Que hace algún tiempo me importunaron
Los esfumo pensando en otra cosa.
Medito una voz.

Texto agregado el 25-07-2005, y leído por 113 visitantes. (0 votos)


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