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Los mitos que yo creo
PARTE 1






Dos amigos y un chico,
caminaban por el bosque antiguo
para contarle de su origen.
Esta es la historia ya empezada:


Hijos de los dioses, los gigantes forjaron en una porción de espacio un lugar. En
primer orden, un cuerpo liquido era.
- El primero de ellos tenia una pala proporcional a su tamaño, entonces imagínate cuan grande debió ser, y escuche decir que desde lo que ahora es cielo o quizás mas alto de ahi; una red de tubos penosamente sostenida por columnas ( mas de una vez, el gigante tuvo que abandonar su labor para atender ese desacierto); era predispuesta a verter tierra. Gea, había dado al gigante la vida y el objetivo de realizar este mundo por completo incorporándole tierra.
- ¿Porque te pones a celebrar con danzas y alabanzas a Gea en un momento que no es el del ritual?.
- Pero todo aquel que le procede al de decir su nombre, es ya un ritual.

Moverse y agitar para todos lados sus brazos repetidamente, invocar palabras que alaben a Gea, serian actos que consistía la ceremonia; que con su final siguió asi el relato.

- El gigante era de ramas y de hojas de árbol, y cuando su redonda y descomunal cara, cubierta menos sus ojos y nariz de hojas; respiraba, libraba al cielo aire. Su trabajo duro dos mil años. Y al darle la vida, se le dio también acompañándola otras cosas, como la es el olvido. Que en su tiempo tuvo la tarea de despertar a Gea de un sueño que duraría mil años; y que como tomo en todo parte su elemento, el olvido, no izo nada para que despierte.
- Cuéntame del sueño de Gea.
- No, esa es otra historia, y también otra muy larga de contar. En otro día será.
- Bueno entonces continua esta, la historia.
- Debió hacerlo para que la diosa diese nueva orden a la que tenia, que era la de llenar de tierra, sin mínimos detalles. El gigante sin ser detenido, entonces lo hizo, cubrirlo todo de tierra
Para el momento en que el gigante debió de haber despertado a Gea, su trabajo estaría realizado; pero como no se percato de tal cosa; este se alargo por mil años y cuando un trabajo se pasa de su debido tiempo ya no es otra cosa que un derroche de tiempo, que tal podía haber sido utilizado mejor para los pensamientos.

- ¿Puedo continuar con el relato amigo?
- Claro yo siempre sedo mi palabra.
- Entonces chico hollé y mira con mucha delicadeza este relato, porque los recursos que voy a utilizar le van a dar una forma nunca antes hecha.

El hombre tomo ramas, ropas irregulares, mascaras, armaduras, armas y demás cosas. Y con todo esto en las manos buscaron una silla para que los dos espectadores no se les cansen las piernas de estar parados, ya que una larga caminata les esperaba.
En el bosque antiguo era de común ver sillas rodeadas de grandes árboles, ya que a los jóvenes se los llevaba allí para contarles esta misma historia, que viene a ser parte de todas en las que se cuentan los orígenes y evolución de los humanos. Era la tradición mas vieja, y tradición mas nueva es dejarla a un lado; para cosas que en estos tiempos son mas preciadas como las son ocio y la falta de creer en las palabras de nuestros pares y falta a la lealtad a aquellos mismos y demás razas.

- Mira estas sillas son las que mejor calidad tienen, ven chico y sentarte a mi lado.
- Lo que ahora voy a hacer se llama actuación, y es algo que los primeros hombres hacían. Yo lo se porque mi padre me lo enseño como el suyo había echo con el y asi hasta muchas generaciones de casas y tiempos ulteriores a los nuestros. Recuerdo que nos trajeron aquí a mi y mis dos hermanos unas diez personas; muy entusiasmadas, mas que por contarnos las historias por actuar. Habíamos armado con las sillas...
- Te falto el respeto al interrumpirte pero es necesario que comiences, mi ansia por ver la actuación es muy grande y toma mi mente.
- Entonces como dices será, chico lo que para nosotros fue un secreto en el viaje y para ti la curiosidad mas intensa, ya no los son mas ambas cosas. Te trajimos aquí y te llevaremos a otros lugares para contarte sobre nuestros orígenes.
- Entiendo -responde el chico -, pero ya vasta de palabras que le quitan lugar en mi memoria a la historia comenzada. Y continua con esa cosa que dices que es un acto.
- Muy bien dicho.

Se vistió con un ropón, común en viejos tiempos, y empezó a actuar. Con las manos hacia arriba y su cabeza también, que sin aquel contexto hubiera parecido que atraparía algo que el cielo dejo caer, transmitía la pasión que sentían los artistas; ambas manos en el pecho y usando la mascara de la tragedia mostraban lo afligido que están los dioses y gigantes por ser inmortales; los pasos cortos y una espalda jorobada, daban la sensación de la cautela del feo ladrón; las armaduras, armas y una posición firme del cuerpo, dramatizaban a los guardias de lo mas codiciado; la acritud del gigante era mostrada frunciendo la frente, y finalmente la alegría que todos tenían y cosa que a nadie le falta con la mascara de la comedia.
Un ropón para cada personaje y una figura con el cuerpo para cada comportamiento. Con estos modos y otros semejantes del acto fueron su complemento.
Asi lo siguió:

- El gigante de pasos lentos al concluir su desacierto, se dirigió a la cama en donde Gea estaba, y todo esto para despertarla. Bien Gea despertó, pero al ver lo que del trabajo se hizo, no tan bien se sintió. E inmediatamente al gigante reprocho. Nueva orden tenia entonces, de cavar en la tierra canales para que corra agua y pozos para que sean mares. El gigante medroso escucho a Gea y circunspecto hizo la tarea. Gea al ver que el gigante era lento en sus movimientos, y que la nueva tarea era para ser acabada con rapidez como hera acabada en sus deseos, debía de dársela a alguien con el cuerpo y la mente habilidosa.
Pero en vez de hacer eso quiso que sean mas los gigantes que trabajen.
- ¿Asi todo termino y quedo? -pregunta el chico-.
- No pero mucho no le falta -le responde el hombre sentado a la par-.
- Pues entonces continuare. De la tierra cavada y de la magia de Gea los modernos gigantes eran, que su trabajo duradero se hizo. Ahora sin nada que hacer muchos de los gigantes vagan por lugares y otros al no querer hacerlo se tendieron sobre la tierra y se convirtieron en lo que ahora son las montañas.
Pero para nuestro gigante de ramas aun trabajos por hacer le pesaban.

Le mostró un martillo y un cincel, al ver al despistado y atemorizado gigante de la forma en que debían de ser utilizadas; entonces Gea dijo:
- Tu duda se ira cuando tengas la creencia de que la cosa no te cause algún daño, y no cuando se despeje tu entendimiento de que te quiero hacer daño, porque lo que daña es la cosa, y yo solo tengo la intención. Y uno de los efectos de tu miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas parezcan lo que no son. Siendo asi tomaras de mis manos las herramientas y trabajaras, y su uso para la nueva tarea te será sabido apenas las toques; sin escuchar nada tu sabrás que hacer.
Pues asi sucedió, y luego el gigante se dio la vuelta y camino por la ruta que lo llevaría a su destino conocido. Y asi frente a una roca blanca y cuadrada tan alta y ancha como su cuerpo, se paro para que con una mano en el cincel y en la otra en el martillo empezara a esculpirla.

El actor freno su relato, y tocándose la barbilla unos veinte minutos estuvo. La noche y su luna, el viento y las plantas, el relato y los hombres, nada debía parar esa armonía. Y asi el chico lo entendió y lo impulso a que continúe.
- Muy bien, muy bien, mi habla ya esta lista para ser oída por nuestros oídos, y mis actos listos para ser vistos por sus ojos. Pero pido que no se me vuelva a interrumpir en mi viaje fantástico; digo eso porque pensando yo estaba en que viajaba por islas desconocidas, caminos alterados, y nadando por mares infestado de plantas con flores altas, y luego me encontraba caminando con cautela para contemplar bellos pantanos. Y si alguien me vuelve a interrumpir les juro ahora mismo que se quedaran con ganas de volver a verme, ya que me iría de aquí, los dejaría solos y perdidos en las dudas y caminos, ya que solo yo se el regreso al pueblo.
- Mientes con mucha facilidad y no lo voy a permitir -dijo el espectador-, ya que muy bien recuerdo con detalles el camino que utilizamos para estar ahora aquí.
- No -interrumpe el actor-, vaga enseñanza has tenido en la infancia, porque daría pena a tu acompañante en una expedición el que se entere que no sabes que a la vuelta los caminos cambian, y hay que conocerlos a ambos, los de la ida y los de la vuelta.
- Pero que grande te veo y que chico me veo, cuando miro nuestros reflejos en las aguas; es que son tus conocimientos los que alteran nuestros aspectos.
- No te confundas al pensar que son los conocimientos, en realidad es ...
- Ya tuvieron suficiente tiempo para resolver tal discrepancia -dice el chico-, y lo perdieron al no considerarlo como valioso por ser ilimitado. Entonces que continúe la función.

- Continua describiendo el trabajo del gigante Fisilides ( ha sido revelado el nombre del actor, quedan aun el del niño y este que habla).
- El gigante esculpio de la roca una fuente de agua, por ella salia, luego navegaba por los canales, se llebava las hojas que caian de los arboles, de ella nacian los peces, las plantas en sus orillas; ¡Oh, limpadora de caras y de impurezas!. Solo una imaginacion divina debio de haberla concebido. Hacia que cuando uno se sumergia en ella por las noches, y luego pudiera salir con tal deleite, y de un modo tan impetuoso sentir que uno es la conceincia de un bosque, de un dragon, del cielo y de la luna; de la lluvia brillante como estrellada o de todos los soles.

Todo lo dicho por el actor fue acompañado por figuras apasionadas. Luego Fisilides suspiro y continuo con el relato:

- Ya que me exprese con gran viveza en este relato, necesito descansar para recuperar fuerzas.
- Bueno -responde el niño- nosotros que podemos tener paciencia y no volvernos locos; sabremos esperar uno o dos dias sentados aqui; y si bien quieres tambien podemos estar callados y quietos.
- No será necesario recobrar fuerzas -habla Fisilides-, puedo seguir asi, ya que lo que queda lo puedo hacer moviendo la cabeza lentamente, mirando cada detalle de todas la cosas, caminando sin ser escuchado, hablar al oído como si estuviera ocultado algo a mi amigo, con lentitud, con mucha lentitud...
- Deja ya de recurrir a las metáforas -interrumpe el hombre sentado a un lado del niño- porque lo que dijiste y queda aun, bien dicho pudo haberse sin tal recurso.
- Parece que tu amigo puede volverse loco en cualquier momento -dice Fisilides-, seria mejor prepararnos para prevención de desgracias.
- Calla, yo nunca me he vuelto loco, y no lo haré. Bien sabes que eso nunca pasara en mi.
- Continua con el relato -dice el niño-.

- La torre era tan alta como el gigante, en su cúspide hay ventanas y si se las observa se podrán ver unos destellos de luces que de allí salen. Y los pagaros parlantes, que son los que pueden llegar volando a tales alturas, dicen que oyen sonidos acompañando a las luces. Algunos revolotean por días la cúspide, y cuando se le pregunta como es tal sonido, respondían con chirridos, y asi era inentendible el sonido o locos los pájaros. Aunque bien algunos lo creían.
La torre tenia cuatro puertas que desde allí el agua corría, y caía por una precipitación tan alta como había dicho que era la altura del gigante. Sus puertas con marco de arco y a sus alrededores los vigías guardianes. Y las paredes tenían la apariencia de estar formadas por largos rectángulos parados.
- Vuelve a contar lo del secreto en la cúspide, que tan bien contabas.
- Muchos dicen que las luces y el sonido son fruto del uso de las herramientas para fabricar agua; otros dicen que es un sin sentido ya que el agua no se fabrica, sino que nace eternamente de una jarra sostenida en la sima y que la vierte constantemente; otros pocos sostiene que allí en la sima hay una generación de genios y que trabajan constantemente, creando nuevas razas de animales, paisajes y mundos distintos. Haciendo la parte mas pesada del trabajo que los perezosos dioses deberían de hacer, porque luego ellos solo ejecutan.
- Basta de hipótesis y di de una vez lo que es -dicen los espectadores al mismo tiempo-.
- No puedo decir lo que en verdad allí a dentro se podrá ver porque no lo se. Solo se que muchos creen que allí se fabrica el agua por un hombre que sabe el secreto de la vida y de la muerte. Y todos van allí para saber como tener una vida eterna. Para llegar a la torre hay miles de caminos por seguir. ya que de ella nacen todos, porque la torre esta construida en el medio del mundo. Miles de personas se dirigen a cada minuto solos, o con amigos u alianzas; con el propósito de descubrir el único misterio. Y una gran guerra sucede cuando todos llegan, las cosas que mas dañan y corrompen a los hombres se utilizan como valioso recurso, se traiciona la lealtad, se miente, se asesina, se venga, se conspira; se vuelve loco uno viendo todo eso. Y los vigías de sus puertas tienen la virtud de luchar y vencer. Asi que o entre ellos o entre los guardias las posibilidades de entrar allí siempre se quiebran.

Fisilides termino el relato con una mas detallada descripción de la torre. Luego Fisilides se cambio la ropa de actos, sus amigos se pararon de las sillas y el viaje continuó a el Alpe, la montaña mas alta, fácil pero lenta de escalar. Y que desde su sima se puede ver todo el mundo. Y en el camino le iban a contar al niño el origen de los hombres.





En las siguientes publicaciones voy a intentar describir mas el mundo, crear nuevos personajes, y contar aventuras.

Texto agregado el 31-07-2005, y leído por 94 visitantes. (0 votos)


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