Me dices que te vas,
has hecho tus maletas y justo antes de salir
me quieres explicar…

No me miras cuando quieres hablar,
parece que tienes miedo,
o no estas diciendo la verdad…

Que “no me mereces” dices,
que “para mi algo mejor vendrá”,
tus absurdos argumentos me empiezan a enojar…

Quién te dio el poder de empezarte a juzgar?
Y desde cuando el futuro se te permite mirar?

Presiento que me ocultas la razón principal
pues apenas ayer de tu boca
pude escuchar un “TE AMO” casi real…

No quiero la verdad de tus mentiras;
ahora de nada me servirán,
has decidido por los dos y te marcharas
sin poder siquiera dar la cara…

Tu cobardía me sorprende,
te ocultas tras un cristal;
más aprendí que en la vida todo se llega a pagar…

Toma tus cosas,
nadie te detendrá,
pero recuerda que una vez afuera,
no volverás a entrar.