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che gente, antes de leer este cuento les aviso q esta sin terminar y no se me ocurre como, si alguno de uds tiene una idea, es bien recibida









Capitulo 1

Los Guerreros Del Agua

Un rumor de pasos se escuchó, trotando, saltando y sudando se acercaba un niño, detrás corría un zorro, relamiendo y saboreando el sudor que escapaba de las pequeñas piernas. Esquivando arbustos, y alejándose del terreno rocoso de la montaña, el gris y ralo pasto empezaba a convertirse en verde, húmedo y esponjoso.
Los árboles aparecían ante su camino, con el zorro casi mordiéndole los tobillos y la amenaza de Los Árboles, el niño empezaba a sentirse un poco atemorizado. Saltando las raíces que sobresalían del suelo, miro hacia atrás buscando al animal, pero cuando lo hizo tropezó con un tronco y callo de bruces delante de una de las laderas de una colina -no por ahí no, no quería encontrarse yendo para El Sur- se escondió dentro del follaje de un árbol gigantesco, de repente el zorro apareció, atemorizado, el niño se interno aun más adentro del árbol, pero el animal en ves de continuar se paro en seco, sus ojos se desorbitaron y empezó a elevarse, se fue acercándose lentamente hacia el árbol en el que el niño estaba y el montón de hojas que estaban delante de este, se abrieron como una gigantesca boca y se dio cuenta que se había escondido no en un árbol si no que en uno de Los Árboles, esos monstruosos seres que habitaban el bosque, era una especie de árboles que a diferencia del resto, estos se movían, respiraban e incluso hablaban como humanos, sigilosamente se fue abriendo paso entre las ramas secas, pero una raíz lo atrapo por un tobillo y lenta pero silenciosamente lo fue elevando, uno, dos, tres metros, cada vez la raíz lo elevaba mas, debería ser El Árbol mas alto de todo el bosque, diez, quince, veinte metros fue viendo la copa de la gigantesca mole, un rostro de hojas y ramas fue apareciendo y muy despacio fue abriendo sus oscuras cuencas, sus extrañas facciones fueron dejando pasar a algo que parecía un rostro, nariz, boca y mandíbula se fue formando el mas abominable e inimaginable rostro que habría visto es su corta vida, el niño trataba desesperadamente de soltarse, pero aunque lo lograra una caída desde esa altura lo habría matado, asique dejo de moverse y vio como El Árbol abría su mandíbula, dejando paso a algo que él definió como una lengua, porque jamás había visto algo así. La “lengua” fue acercándose y rápidamente como si fuera un gigantesco látigo, envolvió al pequeño y lo fue adentrando muy despacio a la oscura garganta, nuevamente el niño trato de escaparse, y esta vez lo logro. Como un rayo atravesó todo el árbol, chocando contra las paredes de El Árbol tratando de tomarse de hojas y arrancando las ramas. Fue acercándose mas y más al suelo pero cuando llegaba al fin de la mole en vez de ir más rápido, su caída se fue alentándose, y en ves de golpearse contra el duro suelo, cayo lentamente sobre un mullido colchón de hojas.

Un niño de 15 años, alto de pelo oscuro y ojos verdes, acababa de despertarse de una pesadilla; no una pesadilla común, hacia 5 años el pequeño Kabe había sido tragado por el gigantesco árbol y desde ese día, el chico había tenido. Kabe se deslizó de su mullida cama y se acerco a la rustica ventana. A través de esta él podía ver el linde del bosque, ese gigantesco y oscuro bosque havia sido un misterio, y desde el dia que se entero que su padre desapareció (y probablemente murió) dentro de el, había decidido adentrarse en él hasta encontrarlo, aunque fallaba siempre (y muchas veces casi perdió la vida), su decisión había sido terminante y nada lo habría hecho cambiar de opinión, había ido todos los días y había buscado sin encontrar a su padre, pero el dia en el que cayo de El Árbol había sido diferente, esa gris mañana le demostró que seria distinto, cuando se acerco al linde del bosque se dio cuenta que había algo extraño en el aire, adentrándose cada vez mas en las zona de montañas, alejándose mas y mas del bosque, y desde el momento en el que empezó a caer se dio cuenta que no moriría ese dia, si no que seria el comienzo de su aventura

Kabe bajo de su habitación, decidido a escaparse de la casa que lo havia sujetado por 15 años, tomo unas monedas, su almuerzo y lo más importante, su bastón - lo había encontrado en el suelo del bosque y lo había usado para aprender todo lo que pudo de magia- se acerco muy despacio a la puerta, pero se le cruzo una mujer de largas trenzas pelirrojas, ojos negros, muy alta y delgada. Obviamente era su madre, antes que Gwen digiera algo, el joven le dijo
-Me voy al bosque.
-Ni pensarlo Kabe, tú te quedaras aquí hasta que termines de juntar la cosecha.
Su hijo suspiro y le respondió lentamente
-Pero solamente un rato no me voy a pasar toda la mañana allí, solo unas horas, y si vuelvo muy tarde te levantare esta y otra cosecha gratis, ¿listo?
-Perfecto-dijo su madre satisfecha- pero ni un minuto más.
Kabe se alejó hacia el bosque con su bastón, sus monedas y las provisiones, Caminando muy despacio se fue adentrando, vio esos gigantescos árboles por los cuales pasaban muy pocos rayos de luz, se alejo del linde y se adentro aun más pasando los arbustos y las raíces que sobresalían amenazadoramente del suelo, fue pasando uno árbol, dos árboles, tres, perdió la cuenta, cada vez mas oscuro, y aterrado se dio cuenta que se haría de noche y el estaría dentro del bosque, apresuro el paso, no quería encontrarse durmiendo debajo de un Árbol o caminando a la madrugada, especialmente porque se hallaba cerca de la salida.
Cuando la luna ya estaba sobre su espalda Kabe no lo pudo negar, se había perdido y no sabia donde se encontraba, lo mejor seria hallar una cueva y pasar la noche ahí, como ultimo recurso podría dormir al aire libre. Luego de caminar un rato sin encontrar ningún escondite saco su bastón pronuncio un par de palabras ininteligibles y apunto al suelo, unas llamas verdes se alzaron en el suelo húmedo, sin necesidad de ramas o cosas por el estilo, ese era uno de los trucos de los que estaba más orgulloso, se acerco al fuego y lentamente se fue durmiendo.
Al despertar el niño vio que el cálido clima del dia anterior había dejado pasar a un triste y húmedo gris cielo, se levanto muy despacio y casi instantáneamente, alzó el bastón, apagó el fuego, junto sus pertenencias y continuo su camino, aunque no tenia idea por donde estaba yendo empezó a ver rastros de civilización, pensó que se había equivocado rumbo y estaba volviendo a su pueblo, pero aquí, a diferencia de su hogar, la gente se adentraba en el terreno boscoso e inclusive alcanzó a ver alguna casa bajo la sombra de uno de Los Árboles. Al alejarse del bosque y acercarse al pueblo vio que un ancho, pero bajo arroyo le impedía el paso, pensó en rodearlo pero era muy largo, así que lentamente hundió un pie en el agua y sintió que la bota se le llenaba de esta, pero hizo caso omiso, hundió el otro pie y ocurrió lo mismo que con el anterior, aunque poco le importaba congelarse a cada paso Kabe siguió muy lentamente cruzando el río cuando estaba casi por la mitad del arroyo sintió que diez ojos lo miraban. Se dio media vuelta y vio a cinco hombres que lo admiraban.

El hombre cerró el libro y con una maldición escupió a sus invisibles paredes, en su prisión Él podía ver toda la tierra, inclusive podría ver dentro de ella, podía ver su antigua morada, ahora profanada por un culto de idiotas que se creían sus seguidores. Nunca nadie llegaría a ser su seguidor, el único hombre que casi lo logro murió antes de hacerlo.
Abrió el libro y se dedico otra vez a leer la profecía, era uno de los textos que más le gustaban porque anunciaba su libertad. Sus ojos revolvieron toda la tierra buscando a alguien que pareciera el hijo del sol, quería adelantarse a la profecía, pero nunca lo había logrado, desde el dia que fue formado el oscuro ser había querido dominar toda la magia pero otra profecía se le había cruzado, no recordaba el momento en el que lo habían encerrado en ese oscuro sitio, donde nadie lo podría ver, ni su vasallo mas cercano lo lograría, porque como la antigua profecía lo decía, se quedaría encerrado hasta que el heredero de la nada decida entre sus dos caminos, como odiaba los difíciles acertijos de las profecías, en estas siempre se hallaba la verdad, pero la verdad de la forma mas compleja, creía que para ser un profeta habría que saber complicarle la vida a alguien, pero como tenia toda una eternidad por delante, podría descifrar la profecía y finalmente ganarle al destino.

Cinco hombres lo observaban, Kabe se sintió halagado pero atemorizado por tan imponente presencia, continuo su paso, pero uno de los hombres se le cruzo, el niño aterrado dijo casi en un suspiro:
-¿No me dejarían pasar señores?
El alto caballero le respondió con la voz como si fuera el murmullo del agua:
-Eres un hechicero no puedes pasar por este arroyo a menos que nos derrotes, y eso nunca a pasado.
-Miren – dijo Kabe- yo debo cruzar este arroyo como sea.
-¿Sabes lo que significa como sea?
El niño asustado se vio arrinconado por dos de los grandes hombres, que a cada paso iban sacando sus largas y cristalinas espadas, el joven muy lentamente fue sacando su bastón listo para luchar, al verlo él mas grade de todos los guerreros le dijo:
-Te atreverías a desafiarnos joven Wetz.
El niño lo miro sorprendido cuando este supo su apellido, pero sin embargo le dijo muy despacio:
-Si señor, los desafió.
-No seas tonto niño, tu no podrías con uno de nosotros aunque fueras un mejor hechicero, mira, te dejare que pelees solamente contra mí, si lo logras te dejare pasar.
-Me parece un reto aceptable caballero pero no creo que sea noble de mi parte aprovecharme de su situación- dijo Kabe, y al hacerlo fue uniendo las líneas inconexas de su mente y convirtió su bastón en una larga espada de doble filo.

Kabe no llegaba y su madre empezaba a preocuparse, desde la mañana del dia anterior había sabido que el joven no volvería pero sin embargo lo había dejado ir, ese era uno de sus mayores defectos, aunque sabía lo que la gente iría a hacer ella no los detenía. Levanto la vista, estaba juntando la cosecha, hacia mucho tiempo que no lo hacia, la ultima ves que lo hizo fue cuando el hermano mayor de Kabe se había ido a “buscar suerte” pero cuando eso ocurrió Kabe era solamente un bebe y su esposo estaba con ellos, bajo la cabeza y volvió al duro trabajo, últimamente el niño había dado muestra de sus dotes como mago, aunque nunca se lo diría, había seguido a Kabe, y había visto como este mejoraba todos sus ángulos de la magia, ofensiva y defensiva, sabia que cuando llegara a Talmerion y se enfrentara al los Guerreros del Agua los derrotaría, aunque se tuviera que enfrentar a los cinco juntos, ella casi lo logro una ves, pero aunque Kabe lograra entrar a la ciudad lo que más le preocupaba seria lo que haría luego, sabia que buscaría a su padre, su otro hijo también lo había intentado, pero como lo haría Kabe su hijo mayor no lo halló, lanzo la hoz al suelo y se adentro a su casa, suspirando lentamente y pensando en la suerte que correría su hijo.

El hombre de azul lo miro como entretenido, y lentamente fue desenvainando la larga y cristalina espada, y sin mirar a sus compañeros dijo:
-Bueno habrá que atacarlo los cinco juntos.
-Si tú lo dices.- Le respondieron sus compañeros al unísono.
Y los cuatro hombres restantes se acercaron al niño.
Este sin atemorizarse se adelanto, alzo su bastón y lanzo el conjuro, no era muy difícil ni muy fácil, no recordaba cuando lo había aprendido, los hombres se acercaron pero extrañamente sus movimientos eran lentos, muy lentos, se movían como si su propia esencia estuviera incompleta, miraron al niño, Kabe sonrió, alzo su espada y sorpresivamente esquivo los (que aunque lentos) ágiles movimientos y mientras lo hacia fue seccionando a cada uno de los guerreros, el joven sabia que el hechizo no duraría mucho y por lo tanto debería moverse rápido. Clavando en cada hombro, separando la cabeza del resto del cuerpo, el joven hechicero fue atacando a todos y cada uno de los guerreros, al cortar el ultimo brazo el joven se dio vuelta, en ves de ver a cinco hombres mutilados, vio como los guerreros se levantaban del suelo, como si acabasen de tropezar, y vio como sus miembros se formaban al hundirlos en el agua, el mayor de los guerreros lo miro con una sonrisa en sus labios y con la vos de una cascada le dijo:
-Por si no lo has notado, nuestra propia esencia es el agua, solo la falta de ella nos elimina, nunca nos eliminarías por la fuerza física, tu conjuro nos afecto poco pero si piensas que con hechizos básicos, ya puedes volver sobre tus pasos.
-esta es mi primera batalla y dejarla a la mitad es un acto de cobardía- y lentamente el joven hechicero alzo su bastón y realizo nuevamente el conjuro anterior, pero esta ves congelo la superficie del lago en la que se hallaban los guerreros y Kabe vio como estos se deshacían lentamente, observo como en un ultimo esfuerzo los guerreros mutilados juntaban el agua de los cinco en uno solo, Kabe observo aterrorizado como un ultimo, pero superior, guerrero se alzaba del centro del lago.
-Jamás podrás detenerme con hechizos como este joven hechicero-dijo el guerrero-
-Siempre hay una primera vez para todo señor-le respondió Kabe con superioridad-
-Eres agudo como tu padre Kabe, solo por eso te dejare pasar, además de porque has hallado la forma de vencerme.
-¿U-usted conoce a mi padre?-le pregunto asustado Kabe al guerrero.
-Por supuesto es uno de los magos más poderosos del Sur.
-¿El Sur?
-Exactamente, la última vez que lo vi me dijo que iba para allí.
-Pero usted es un hechizo que con el tiempo se deshace.
-Diste en el clavo jovencito, si supuestamente con el tiempo me deshago, pero mi señor y creador murió al realizarme, y al hacerlo me dio toda la magia que tenia en si, por lo tanto soy mitad humano y entonces puedo realizar hechizos como el del tiempo.
-¿Entonces los otros guerreros son creación suya?
-Exactamente.

Capitulo 2

El Dragón Oscuro

Escucha hijo del sol.
Cuando los vientos converjan de un mismo lugar.
Cuando los mares se detengan.
El séptimo hijo despertara y proclamara lo que es suyo.
Pero antes el heredero de la nada decidirá entre sus dos caminos y lograra su cometido.
Pero al hacerlo su mayor ambición perderá la vida.
Y cuando el guerrero de la noche salga de su oscura prisión el fin recién habrá comenzado
Recuerda Hijo del sol, "donde se halle el bien siempre se hallara el mal"

El guerrero había decidido enseñarle todo lo que sabia de la magia, nunca había sido profesor pero como Kabe decía siempre había una primera ves para todo, y como maestro veía progresar el joven, ya había pasado un año desde que el niño había derrotado a los otros cuatros guerreros pero eso no importaba, porque el tiempo era parte de su esencia y parecía que el pequeño hechicero ya estaba por terminar todo su aprendizaje, y cuando lo hiciera la misión del guerrero se habría acabado y podría y pasar a un eterno sueño o seguir como el guardián de Talmerion, pero existía una tercera opción y la que mas le gustaba, la pensó un dia cuando hablaba con el joven del Sur, solo había escuchado leyendas, pero tenia bien sabido que habitaba allí un dragón, y según la leyenda el mago que derrote a este Cuasi eterno ser tendría el don de la invocación y solo así podría viajar con el joven a todos lados y lo ayudaría en todos los obstáculos que se le crucen. El joven cada dia aprendía más rápido y solo esperaba el dia en que Kabe derrotara el dragón para poder salir del lago, el joven demostraba que llevaba la magia en la sangre y que por lo tanto era único en todas las ramas de la magia, ese mismo dia le contó a Kabe lo que esperaba que hiciera y el joven sin sorprenderse le dijo:
-Hace tiempo que quieres que lo haga, y como tú has sido mi profesor durante todo este tiempo, lo haré
Al guerrero le sorprendió la forma en que lo había tomado, asique decidió indicarle el camino, simplemente sabia que el joven llegaría, pero sabia que vencer a un dragón no era cosa fácil, asique profundizo su enseñanza en la ofensiva, un mes después el guerrero le había enseñado toda la magia que sabia, lo despidió y se sentó a esperar su libertad.

Lo había logrado, luego de una eternidad de intentos había entendido una profecía sabia lo que tenia que hacer y ya sabia donde trabajar, primero debía liberarse y luego buscaría a ese tal heredero de la nada, era muy simple y ya casi conseguía su libertad, cada vez estaba más impaciente, esperando se oculto en el sector mas oscuro de su prisión y cerro los ojos, luego de tantos años de sueños intranquilos y pesadillas, iba a dormir muy tranquilamente, quizás algunos años, tal vez otra eternidad, ya que su libertad estaba en el tiempo.

Se escucharon unos pasos, un joven de ojos verdes y pelo oscuro se acercaba por el camino. Sus ojos detonaban sabiduría, su cuerpo agilidad, y en sus facciones se veía el paso de la magia. Nadie hubiese pensado que ese joven tenia nada más que 15 veranos y que su niñez la había pasado encerrado en una granja. En su mano llevaba un bastón de fresno, y para los tres hombres que se escondían detrás de la siguiente curva, seria solo cuestión de minutos, eran tres contra uno que estaba desarmado. Con un sigiloso movimiento uno de los hombres hizo una seña a los otros y saltaron ágilmente sobre el joven, hasta que estuvieron en el lugar no se habían dado cuenta que el muchacho había desaparecido, al levantarse sonrieron al ver que el joven estaba con su bastón pensando en hacerles frente, nunca habían visto a alguien tan idiota, pero los bandidos desconfiaron y sacaron sus espadas, quizás el muchacho les serviría de diversión dado que solamente llevaba un bastón.
Rodeándolo silenciosamente vieron que el joven sacaba su bastón y salieron al ataque con rápidos y ágiles movimientos el muchacho derribo a uno y al otro lo encerró en una prisión de roca, el jefe al verse solo e indefenso decidió correr pero al dar unos pasos se dio cuenta que se estaba hundiendo, cuando ya estaba por la cintura vio al joven irse y cuando lo perdió de vista dejo de hundirse.

La oscuridad se oculto en las sombras, los sonidos se detuvieron. Avanzando, desafiante, llegando a su destino, y en el medio de la oscuridad, apareció; Un joven, silencioso, oculto, misterioso; pensando cada movimiento, reaccionando con precaución, moviéndose con sigilo, todo se ocultaba a su paso, nada se movió.
De pronto, una sombra salio a la luz, un hombre, un anciano. Sus miradas se cruzaron.
El joven envió una ráfaga de energía al anciano que parecía indefenso, pero este le respondió con otra más potente, los dos hechiceros empezaron a enviarse ráfagas de energía pura y hechizos, los dos magos pelearon con una fuerza tremenda, pero al último momento el anciano encerró al joven en una cúpula de energía y le pregunto:
-¿Quién eres y porque pretendes romper la paz que reina aquí?
- Nadie- respondió el joven- solo una persona que quiere enfrentarse al Dragón Oscuro
-¿Al Dragón Oscuro?, no seas infantil, el Dragón Oscuro no existe, murió hace siglos ante mi y por eso estoy aquí, estoy maldecido por esa asquerosa serpiente. Yo tenia los mismos intereses que ti, cuando lo mate aprendí los secretos de la invocación, pero me di cuenta de que en realidad lo que tenia que aprender era a no meterme en donde no me llamaban, así que joven, amenos que estés muy decidido, te recomiendo que te vayas ahora.
- Yo vine aquí a aprender sobre la invocación y no me iré hasta saberlo.
- Niño no seas tonto, no puedes aprender de un día para el otro a ser un maestro de la invocación, debes ser muy hábil con la hechicería, no solamente es querer ser un invocador, también es poder serlo.
- Si ni siquiera me conoces, ¿como sabes que no soy apto para ser un invocador?
- Mira niño, no solamente soy un invocador, aparte ya pelee contra ti y ya se como eres.
- No me conoces, yo puedo vencerte, a ti y a quien quiera.
- ¿A quien quieras dices?, cuida tus palabras niño, porque lo que dices podría costarte la vida, puedes ser bueno, pero no eres el mejor, así que vete.
- No me iré hasta saber los secretos de la invocación.
- Eres terco muchacho, mira, haremos lo siguiente, vete hacia el sur, entrena un poco y luego hablamos, la invocación es algo mas superior de lo que piensas, hasta donde puedo ver, tu solamente has peleado dos veces y ganado una, así que, trata de estar mas entrenado que solamente los consejos de un ente desesperado.
El anciano se escondió y dejo a el joven hechicero solo, pero el joven no era tonto y sabia que tenia que entrenar mas, pero el sur era un lugar que siempre havia sido un misterio para el, así que decidió ir hacia el norte, sin prestarle atención a lo que el anciano le había dicho.

El Sol se puso, en medio del quinto amanecer nació un niño, un joven, el hijo de algo y a la vez nada, ese niño era el hijo de la nada, era su figura misma, sus ojos relucían a la luz del sol y en sus facciones se notaba la magia, solamente debía hacer los movimientos necesarios, seducirlo, atraerlo hacia el, solamente debía moverse con precaución, y también debía a empezar a trabajar ahora, silenciosa y pausadamente.

En plena noche se acerco una figura a la choza, un ser, un hombre, sus pasos retumbaban en el silencio, se acerco lentamente a la puerta y golpeo lenta y pausadamente dos veces, una mujer salio a su encuentro, una mujer hermosa, de largos cabellos rojos y una mirada penetrante, y lentamente le pregunto:
-¿Puedo servirle caballero?
-Si señora, estoy buscando a Kabe Wetz, un joven muy peculiar, es alto, de pelo oscuro y ojos verdes, podría decirse que se parece a usted, ¿no lo habrá visto?
-Ese nombre me suena conocido, hace mucho tiempo que no trato con los Wetz, desde que el padre desapareció que no lo ago, pero Kabe creo que se ha ido hace unos días hacia el Sur, siempre le tuvo miedo al bosque y a Los Árboles.
-Muchas gracias señora, nos veremos otro día.
-Una pregunta señor, ¿Para que necesita a Kabe?
-Me debe dinero.
-Bueno, nos veremos otro día señor.
La figura se alejo y la mujer entro, más preocupada que antes por su hijo, pero esta ves, lo iría a buscar.

En el medio de la oscuridad del pantano se encontraba Kabe con el agua hasta la cintura, su rostro estaba cubierto por un pañuelo para poder respirar bien, ya que ni sabia porque razón estaba hay, solamente que tenia que salir de ese asqueroso sitio e ir a un lugar donde pudiera respirar y caminar libremente. Desde que había salido de la cueva del Dragón Oscuro había entrenado bastante, pero no lo suficiente, había progresado en poco en el combate cuerpo a cuerpo y en la magia ofensiva, se dio cuenta que en realidad debía haber ido hacia el Sur. Así que lentamente empezó a salir de ese pantano, pero de pronto delante de el se formo una criatura, era una especie de hombre pero de piel tenia algo como papel sujeto a sus miembros, este “hombre de papel” lo miro con unos ojos vacíos yen su rostro se formo una sonrisa, Kabe se preparo para recibir el ataque y cuando el ser empapelado lo hizo, el joven desvió el hechizo con otro mas potente, pero para cuando lo iba a atacar otros dos “hombres de papel” se habían creado de la nada.
El pequeño hechicero se preparo par pelear aunque no tuviera ventaja, así que alzo su bastón y unió las líneas perdidas en su mente y formo una masa de energía pura, preparándose para atacar.


Texto agregado el 19-09-2005, y leído por 110 visitantes. (1 voto)


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