Imagina el rápido devenir del tiempo,
Como se desliza entre los dedos
Mientras vamos buscando sueños
En el enmarañado laberinto de las tierras lejanas

El beso primero, el gran descubrimiento
Ya nada te sabrá lo mismo con aquel goce
Las manos tímidas que se buscan hasta coincidir
En la oscuridad de la brillante inocencia

Imagina el rápido proceder de la vida
Como se nos escapa en la mirada
Mientras nos ocupamos en vivir
Y lo bueno sigue su marcha sin reparar siquiera en uno

La primera vez, en la minúscula alcoba de tenue iluminación
Como nos estorbamos y chocamos con la dulzura de nuestras torpezas
Como se nos va la vida en el suspiro prolongado de la gloria
Y reinventamos el amor, para hacerlo eterno

Imagina el rápido transcurrir de los años
Sienta al retoño entre las piernas, contemplarlo quiero con ternura
Es la obra tuya y mía, del amor infinito de la vida
Aquella carita dulce que a redescubrir el amor nos enseña

El amor maduro ha llegado, pintas canas de sabiduría
Y yo tengo las mías, que a aceptar he aprendido
Hermosa vieja de mi vida, que lejos nos quedan los días
Sigo a tu lado hombro a hombro, en esta paz consentida

Imagina el rápido desenlace de nuestra existencia
Tengo las flores blancas que tanto te gustaron
Y depositar quiero en tu recuerdo infinito
Ya no estoy aquí, ahora estoy contigo

Aunque tenga que vivir sin vida
Caminar sin rumbo por entre las sombras de mi solitaria vejez
Pidiendo al cielo justicia para con mi ser
Porque reunirme quisiera con mi mujer querida

Octubre 2005
Mateo Pita