Surge una gran ansiedad del deseo encarnado,
como aquel bello amanecer que el oriente ha enjendrado;
no puede ser controlada por el placer de la escencia; jamas se habia conocido aquella gran experiencia.

La ansidad que se alimenta de nuestros ocultos temores, la ansiedad que tiñe el cielo cubriendolo de grandes horrores;
aquella que sarpa como navio del muelle de aquel gran deseo,
que viaja mucho tiempo, y de nadasirve aquel gran velero.

Muchos de los nuestros, quisieramos sentir el viento en nuestras alas,
pero solo las aves, heredaro aquella ansiedad !oh tan desesperada!;
pero sientanse dichosos hermanos poetas,
ya que no reptamos y arrastramos como aquella gran poca clemencia.

Nuestro cuerpo , tiene como insignia un gran deseo carnal, que solo Dios nos puede ayudar a no encontrarlo en un pagano carnaval;
mis propias letras ancian escribir la pasion del Alma del Mundo,
pero solo aquella gran escencia, puede encontrary calmar a este vagabundo.

El dolor de la propia sabiduria esta en la inteligencia,
que mata por conocer y muere por no saber;
los mas grandes sabios se dedican a tratar de entender,
aquello que algun dia Dios, quiso mas que demostrar y dara conocer...