Siempre lloran del cielo lágrimas en blanco y negro, un bautizo inesperado para una panda de herejes. El jazz se vende gratuito entre los coches...aporrea las miradas perdidas que viajan con prisas tras ventanillas subidas. Billy Holiday borracha con paraguas roto canta entre los semáforos, entre neumáticos que pintan sus huellas sobre un no me sigas…sobre un no estás invitado. La larga espera en las paradas, encuentro perplejo con la filosofía…con el color marengo de un blues con resaca. Bajo la lluvia, hasta el viejo de la guitarra odia no tener casa...su flamenco vagabundo baila encerrado en los bolsillos vacíos. Y los cafés se llenan de mirones a salvo del agua, bebiendo un dejando pasar…que hay tiempo.
Qué torpe mi ciudad bajo cuatro gotas malditas. Qué nostálgica del sol se vuelve. Qué caprichosa y consentida. Pero me gusta tu pelo mojado y saber de tus pies fríos. De la tierra mojada. Diana krall en tu risa.