El cuarto se llenó de espíritus que eran como vientos que te hacían llorar. Una emanación de pensamientos provenientes de las paredes, se explicaban a sí mismas y lo ayudaban a recordar.
El hombre estaba sentado a la puerta y por la forma en cómo lo miraba a los ojos le conocía todas las intenciones.
- Encontramos al Guasón – dijo el hombre como trayéndole una maravillosa y fantástica noticia – Solía actuar por su cuenta y poseía el poder de hacer realidad las paranoias ajenas.
Los habitantes de la estratosfera conocían mis características como fantasma. Un fantasma en un caso dado es un individuo que no perteneciendo a ningún partido, en el caso de conflictos, posee la capacidad de hacerse pasar por integrante de cualquier partido a los ojos de todo el mundo.
Ahora, hablando del Diablo, se ha dicho que su independencia trae la dicha a toda la comunidad y que incluso puede ir a un río a saciarse de la esencia de su personalidad (Los espíritus toditos toditos se le aparecen en el aura de las cosas).
- Estuvimos pagando por el karma de Roma – dijo el hombre mirándolo a los ojos remontándolo a la prehistoria.
Cada vez que un santo era muerto, se explotaba su aura en todas las cosas, impregnado el átomo de lo que pasó. Había que revivir Roma para impregnarnos de esa conciencia. Absorber en nuestros cuerpos la información emanada por la historia en todas las cosas. Recargarnos con el aura n todas las cosas y permitirnos ser creadores de mundos otra vez. Revivir Roma fue un mecanismo que reabrió las puertas del mundo. Despertó los espíritus dormidos de la tierra. “Cada sueño de cada roca despertará y echará su cuento” logró hacer fluir la información contenida en los muertos. “Cuando ustedes se hacían mineral alimentaban al mundo con sus recuerdos y sus conocimientos”. Ahora la tristeza se impregna en los cubículos de los cementerios. Así que el átomo se alimenta de los sabios recuerdos. Los otros, los espíritus encerrados en su tristeza, tendrán que liberarse dándose cuenta. Un alegre despertar subiendo por el pecho emanado por una conciencia de las cosas que se expande a través de información a nivel atómico-molecular.
¿Cuánta de la conciencia humana puede ser percibida en todas las cosas? ¿Y cuándo se es capaz de percibir la vibración atómica de los elementos que componen las cosas? ¿Y qué pasa cuando se puede jugar con la frecuencia atómica de los componentes del entorno? Una capacidad humana porque la conciencia es energía y la velocidad de conciencia va pareja con la intensidad de energía que se puede suministrar a las cosas.

“Quiero vivir en una dimensión en la cual mi cuerpo físico sea solamente una de las manifestaciones de mi espíritu.